martes, diciembre 22, 2015

MI REFLEXIÓN PRE NAVIDEÑA

El pueblo venezolano pensante y demócrata, tiene varios años solicitándole al chavismo que: actúe apegado a derecho, que gobierne para toda Venezuela, que respete los derechos humanos, que libere a los presos políticos, que administre los recursos con sensatez e inteligencia, que diga la verdad y no mienta tanto, que invierta en proyectos prioritarios para el país, que respete la majestad de la presidencia, que utilice políticas publicas adecuadas y con lógica, que deje el populismo a un lado y gobierne para generar empleos, que castigue a los corruptos, que administre al país respetando a la constitución, etc.

Nada de eso se ha logrado, ni se logrará, mientras el chavismo sea gobierno. Por el contrario, el gobierno chavista continua imperturbable actuando según su proyecto político anticuado, obsoleto e inconstitucional. El chavismo ha destruido la institucionalidad de los poderes públicos y empresas estatales, ha impuesto la centralización y ahogado a la descentralización, ha despilfarrado los recursos del tesoro nacional, ha provocado la inflación más alta del mundo,  ha devaluado el bolívar a nivel abismal e incalculable,  ha destruido la moral del venezolano, ha impedido el desarrollo sustentable que requiere el país para crecer económicamente, ha hundido la economía de Venezuela a niveles impensables e irresponsables.

El 6D el noble pueblo de Venezuela reaccionó con valentía, astucia e inteligencia y les quitó la mayoría política que hasta el momento cacareaban a con desdén y arrogancia. Les derrotó en las elecciones parlamentarias y tomo el control político del país, que según entiendo será irreversible e irrevocable.

Ante estos hechos ocurridos, en mi opinión, seguirle pidiendo al gobierno que se comporte bien y gobierne correctamente hasta el final de su periodo constitucional a cumplirse en 2019, me parece una temeridad y una pérdida de tiempo. Al contrario, mientras más cosas correctas y ajustadas a derecho se les pidan al gobierno, más atrocidades cometerá y peor comportamientos tendrá. El gobierno es como un niño malcriado, con baja auto estima, con educación precaria, formación intelectual deficiente, alta inmadurez y conducta delictiva que le impide asumir su responsabilidad en lo ocurrido. Por el contrario, con tal perfil de conducta desviada, seguirá comportándose como un niño malcriado.

Ejemplos recientes de su conducta delictiva y malcriadez son los anuncios hechos por sus líderes, tales como: imponer un parlamento comunal (inconstitucional) en la sede de la Asamblea Nacional, amenazar con elegir precipitadamente a 10 nuevos jueces, invitar a su militancia a sabotear la toma de posesión de la nueva Asamblea Nacional, amenazar profundizar en la revolución, el socialismo y actividades comunales, etc. 
Mientras tanto, la economía del país se desmorona cada vez más. Las divisas desaparecen, la escasez aumenta, las necesidades del pueblo se hacen más difíciles de cubrir, la inflación aumenta a niveles exorbitantes, la incompetencia del gobierno se expande y la hambruna se pronostica con mayor fuerza.

Ante esta indeseable situación que se nos aproxima, al pueblo de Venezuela no le queda otro recurso que aplicarle al presidente el revocatorio constitucional, elegir en corto tiempo a otro gobierno e intentar revertir la situación económica, social y moral que nos devora aceleradamente. Para ello, las mayorías políticas conquistadas tendrán la mayor responsabilidad y peso de conducir por el camino correcto a ese gran rebaño que les ha dado la tamaña tarea de salvar a Venezuela. Para ello, esta vez se necesitará de la unidad férrea del pueblo al lado de la dirigencia política y democrática dentro de la Asamblea Nacional y de todo el país. Ello será necesario, para culminar con éxito la marcha hacia la democracia y el crecimiento económico que tanto hace falta lograr, para una Venezuela sustentable. ¡Por un pueblo sin hambre y con trabajo digno!

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