jueves, octubre 30, 2014

Un modelo económico neo liberal para Venezuela

Si amigo lector así como lo lee. Ese mismo modelo calificado de capitalismo salvaje que el chavismo derrotó electoralmente en 1998. El mismo que criticó, difamó, demonizó, y pretendió desaparecer de la faz del mundo; se les revierte precisamente en sus propias narices, y es el modelo económico que la lógica y la sensatez indican que necesita imponer Venezuela para sacar al país de las crisis en que se encuentra, visto el inmenso desastre que el chavismo hizo con nuestra economía.
La puesta en práctica fallida del modelo económico socialista o estatista, impuesto por el régimen de gobierno chavista durante estos últimos 15 años nos ayudó a abrir los ojos y a disipar las dudas que se tenían sobre qué modelo económico convenía más a la Venezuela próspera, humana, pujante, desarrollada, justa y moderna que los venezolanos queremos ver algún día en el futuro.
Quizás este no sea un asunto tan científico ni tan importante como para dejárselo solo a los políticos y/o a los economistas. O al revés. Es tan importante y tan vital para nuestra economía, que todos los venezolanos tenemos el derecho a opinar y a dar soluciones, aun cuando estas sean polémicas y/o ignoradas.
Lo cierto, es que el Chavismo administró a Venezuela, durante estos últimos 15 años, con populismo exacerbado y financiamiento único del petróleo, con extravagante compra de conciencias, como única forma de ganar afectos y apoyo a sus políticas absurdas, que garantizasen una larga estadía en el poder, pensando que el petróleo es fácil y barato de producir.
Como se declararon marxistas leninistas, la emprendieron entonces con el sector privado y el aparato productivo instalado por décadas en el país. Empezaron mediante decretos, a expropiar y a propiciar el quiebré de empresas privadas que generaban los insumos, los alimentos y los servicios de primera necesidad de los venezolanos, hasta que llegó el momento en que la producción nacional se vino abajo y el petróleo empezó a escasear. Ahora dependemos de la importación para: comer, poseer un vehículo, vestirnos, comunicarnos y proveernos de los útiles y enseres del hogar, etc.
Dado que algunos ciudadanos han acusado a la oposición de no tener una propuesta electoral visible a la vista, para que el pueblo venezolano compare y juzgue con base y visión de futuro hacia dónde dirigir al país, luego de este fracaso estrepitoso del socialismo (marxismo leninismo) representado en un populismo sumamente dañino para la nación; me he tomado la libertad de alertar a la Mesa de la Unidad Democrática, sobre la necesidad urgente de crear un proyecto de gobierno neo-liberal, totalmente opuesto al que representa este régimen; como vía alterna para intentar salvar a Venezuela, de una costosísima recesión económica, a punto de estallar. La MUD debe dejar el miedo y las indefiniciones y actuar de frente.
Tal como lo hizo en su campaña electoral el candidato presidencial por el partido de la Social Democracia Brasileña, Aécio Neves, es necesario hablar claro al pueblo, sin tapujos y sin complejos, aun cuando algunos dentro de la MUD se sientan desorientados por sus ideologías políticas partidistas contrarias al modelo económico neo—liberal; en la necesidad suprema de cambiar 180º de rumbo como única opción para salvar al país.
Es preciso aclarar que un modelo económico neo-liberal bien concebido y aplicado, no está necesariamente reñido con las políticas sociales necesarias para asistir a las poblaciones más pobres del país. Por el contrario de lograrse los éxitos previstos, el desarrollo económico a obtener será tan suficiente, que permitirá que proyectos rentables de ayuda social, diferentes a las dadivas y extravagantes subsidios que da el régimen,  se realicen y perduren en el tiempo, aportando mayores y mejores beneficios sociales al pueblo.
Aun cuando no está planteada de inmediato una elección presidencial en Venezuela, debe existir una alternativa de gobierno opositora; seria, sobria, viable, bien estructurada y madurada, exenta de demagogia y populismo. Esto, a objeto de que el pueblo compare y obtenga sus propias conclusiones, sobre su opinión y decisión en el momento en que sea necesario.

sábado, octubre 25, 2014

El voto de los pobres

Generalmente en Latinoamérica, y posiblemente en las demás naciones del mundo que eligen a sus gobiernos por la vía  electoral y democrática, el voto de los pobres, define al ganador de las elecciones presidenciales. En mi opinión esta realidad se cumple con mayor certeza en los países con sistemas electorales de una sola vuelta, donde se decide elegir al ganador por mayoría simple de un solo voto, tal como sucede en Venezuela y otros países latinoamericanos.

Siendo el voto de los pobres tan determinante en una elección presidencial, es la razón por la que los candidatos populistas e irresponsables, ofrecen cualquier cosa que contribuya a conquistar el voto de los pobres. Hablan de: a) la inclusión social, b) de combatir el hambre y la extrema pobreza, c) de la distribución equitativa de las riquezas de la nación, d) de mejorar la educación y ofrecerla gratuita en todos sus niveles, e) de ampliar los subsidios y regalar viviendas, autos, y enseres domésticos f) de darles poder y permitirles gobernar, g) de garantizarles estabilidad laboral por ley,  h) de lograr la  buena salud de la población  i) de mejorar sueldos, salarios y beneficios, j) de mejorar el transporte, la vialidad y los servicios, etc., etc. En Venezuela,  esa es la tónica utilizada por los partidos políticos populistas de la izquierda extrema del régimen.

La contradicción de estos líderes populistas se presenta cuando se les pregunta, o se les azuza sobre la forma práctica como pretenden financiar tales espectaculares ofrecimientos electorales. En Venezuela (según argumentaciones del chavismo) existía la creencia de que el pobre no recibía los “barriles de petróleo” que le correspondían por ley, razón por las que una vez que llegaron al poder crearon, un lema muy llamativo y pegajoso que versa así: “Ahora el petróleo es del pueblo”. El amigo lector conoce bien cuál es la triste realidad de nuestra industria petrolera. PDVSA está endeudada, disminuida e incapacitada para crecer, importando crudos livianos y gas natural, intentando vender sus activos para tener liquidez económica.

Los políticos latinoamericanos de extrema izquierda, venden sus populistas ofertas con tal exquisitez, que las personas pobres menos informadas y menos pensantes, caen cautivadas ante el encanto que se desprende de estos mensajes los cuales me permito calificar de caza bobos. A esta, la denomino política de las dádivas.

Por ello, las elecciones en dos vueltas y los debates públicos y televisados, entre los aspirantes a la presidencia de un país, tal como existe en países más desarrollados que Venezuela, son tan útiles en la escogencia del candidato adecuado para gobernar a un país. Ello permite darle importancia por igual a todos los temas vitales para la población y para el país, que les permita elegir más acertadamente al presidente y al gobierno de su preferencia, que estén mejor preparados  para gobernar.

Definir un modelo económico adecuado que contribuya con el desarrollo integral del país, es en opinión de numerosos expertos en economía, y la mía propia, obvio y fundamental para lograr el equilibrio fiscal de una nación. El crecimiento sostenido del PIB, reducir la inflación, fortalecer la moneda nacional, generar nuevos y más empleos, ofrecer confianza política y jurídica a los inversionistas privados, aumentar de la oferta y la demanda; son algunos de los indicadores económicos de tal modelo para lograr su éxito y propósitos.


A propósito de la cercanía de la 2ª vuelta electoral en Brasil, para elegir al próximo presidente de ese país, se presenta una interesante oportunidad de observar la tendencia natural del “pueblo pobre” del Brasil  sobre supuestas preferencias electorales por el populismo, votando por Dilma Rousseff reeligiéndola presidente. De no ser así y producirse una dispersión de los votos del “pueblo pobre”, el ganador sería Aécio Nieves, y se estaría demostrando con esto, la madurez electoral y política del pueblo brasileño. Con estos resultados, se estaría dando además,  un mensaje a los políticos de izquierda que utilizan el populismo, a que empiecen a recapacitar sobre adquirir  una nueva manera de hacer campañas electorales, sin sub estimar al elector.