lunes, noviembre 29, 2010

Los oscuros dos años por venir
Guillermo A. Zurga
Aún cuando los factores políticos de la oposición venezolana agrupados en la MUD, pareciera que empezaron a actuar más acertadamente, como un bloque unido, consolidado y homogéneo, decidiendo – desde mi punto de vista - con mayor sensatez que antes,  en la lucha contra el totalitarismo; todavía existen voceros que discrepan de sus actuaciones, y les piden mayor diligencia y audacia.
Estas discrepancias se han avivado, en el marco de las expropiaciones y atropellos recientes por parte del gobierno, aunadas a las declaraciones recientes del General Henry Rangel Silva, vigorizadas por el presidente de la república Hugo Chávez, quienes dejaron entrever, que de ganar la oposición las elecciones del 2012, habría una insurrección popular por parte del chavismo, con la pretendida intensión de no entregar el poder.
Claro, a pesar que el general Henry Rangel Silva y el propio presidente Hugo Chávez lo hayan insinuado, esto no se puede aceptar como un hecho, hasta que no suceda, y para que suceda debe haber elecciones y la oposición debe participar masivamente en ellas, y esperar los resultados a ver qué pasa.  Por supuesto, debería prepararse un plan alterno B, porsiacaso.
Las provocaciones del gobierno a la oposición, para que, proteste y actúe violentamente en contra de estas medidas arbitrarias e inconstitucionales, van creciendo y haciéndose cada vez más insoportables y aceptables por parte de una sociedad, cuyo propósito y posición política es la de preferir vivir en democracia que en comunismo, razones por las que está empeñada en  una salida democrática y pacífica, en contra posición a una sublevación antidemocrática, probablemente sangrienta. No obstante tales provocaciones, la MUD permanece controlada e impávida, pero diligente en los reclamos y no cae en tales trampas.
Otra salida tales como: levantamiento insurgente, huelga general, asamblea constituyente, solicitar elecciones generales, solicitar revocatorio a Hugo Chávez; sería hacerle el juego al gobierno y justificar anular y/o post poner las elecciones y declarar estado de emergencia, que es en realidad lo que el gobierno decadente desea. Aunque parezca paradójico para algunos, las elecciones presidenciales de 2012, les convienen más a la oposición que al gobierno.
La opción de la MUD, de insistir en ir a unas elecciones, teniendo en contra las posiciones y opiniones antidemocráticas ya adelantadas del gobierno, y/o las predicciones negativas de algunos factores de la oposición, sobre como actuará el gobierno,  según sean los resultados, tiene la ventaja de mantener presionado y atrapado al caudillo líder de la revolución, a que se defina de una vez por todas, a ser un gobierno democrático o a autenticar la dictadura.
Sabemos que es muy tarde para la rectificación del gobierno, hacia la democracia, ya que a estas alturas es irreal pensar en negociaciones o salidas acordadas, que vayan en ese sentido, dada la gran tozudez del gobierno, quién no termina de aceptar que su proyecto político comunista es inviable en Venezuela, por las tantas debilidades que presenta, y las malas experiencias que ha dejado atrás en tantos países que lo han intentado. Por lo tanto, en el marco de la profundización hacia el comunismo, que ha anunciado el presidente, existen razones para pensar que muy probablemente los dos próximos años serán bien oscuros.  

lunes, noviembre 22, 2010

El perverso estilo de destruir y corromper para dominar
Guillermo A. Zurga
Cuando el presidente de Venezuela Hugo Chávez se inicio como gobernante en 1999, había muchas expectativas sobre el estilo de gobernar que utilizaría, en una Venezuela que tenía muchas necesidades de ajustes sociales, culturales, políticos y económicos.
La primera acción represiva que tomó el gobierno fue la de establecer un férreo control de cambio - al cual personalmente califico de fascista -, con la excusa o argumento de controlar la fuga de capitales del país. En términos reales, los propósitos han sido el de tener el control total de las divisas, con objetivos oscuros, tales como: a) castigar a la supuesta oligarquía y clase media (escuálidos),  b) quitarle poder económico y político a la referida clase, c) disponer de una fuente de ingresos adicionales manejados a discreción por el gobierno,  d) incentivar la corrupción, para luego dominar.
Otra de las primeras acciones que tomó, fueron las de iniciar una serie de “batallas” sociales  para paliar el hambre y otras necesidades sociales inmediatas que según él, padecía el pueblo, y a las cuales calificó de misiones; involucrando de inmediato al gobierno cubano, en una forma de trueque. El arreglo fue muy simple; algo así como: “te  proveo de petróleo barato y tú me ayudas en lo social, entre otras cosas.”
Adicionalmente, inicio otras acciones de ayuda humanitaria a los venezolanos, que consistían en repartir alimentos y artefactos de primera necesidad entre los más pobre, para lo cual creó un plan nacional de ayuda, en los que involucró a PDVSA, y a las FAN; a quienes le suministró abultados presupuestos, para que  los administrarán a discreción. 
En virtud de que todos esos planes de subsidio y dadivas requerían cada vez mayores cantidades de recursos económicos, y aún existían controles y procesamientos administrativos vigentes de la cuarta república, que lo limitaban en sus ambiciones, entonces se decidió a tomar PDVSA, y a convertirla en una caja chica del gobierno, lo cual al final logró con sangre, lo que le costó la pérdida provisional del gobierno, el que recuperó de inmediato, de no haber sido por los errores de los que dirigieron la toma del gobierno, quienes actuaron torpemente, durante los históricos eventos del 11 de abril 2002.
Conquistada PDVSA, entonces empezó una arremetida contra la institucionalidad de las FAN, para arrodillarla ante el gobierno, y empezar a utilizarla como fuerza de choque contra la oposición democrática, que en aquel momento estaba bastante limitada y disminuida, pero cada vez con mayores argumentos para protestar contra lo que ya se perfilaba como una siniestra dictadura inédita, llamada por algunos como dictadura: neo, de estado,  fascista y/o comunista, del proletariado, entre otros epítetos.
Mientras tanto, el  Banco Central de Venezuela, una de las mejores instituciones venezolanas,  modernizada y fortalecida por la cuarta republica,  venía siendo objeto de una  campaña perversa por parte del gobierno, ya que esta no complacía al presidente en todos sus pedimentos y caprichos, razón por la que se ordenaron leyes por parte de la servicial  Asamblea Nacional, que terminaron en convertirla en otro banco más al servicio del gobierno.
Una vez consolidado en el poder absoluto, como supremo dueño de Venezuela, y actuando a sus anchas sin controles de ningún tipo, el gobierno empezó un periodo de violaciones y atropellos a la propiedad privada, durante el cual se han birlado groseramente fincas, hatos, empresas,  terrenos, edificaciones y activos líquidos a una serie de ciudadanos y empresas, muchos de los cuales han perdido sus propiedades y capitales sin derecho a una defensa justa e imparcial. Este período mal llamado de expropiaciones y nacionalizaciones, pasará a la historia como uno de los más oscuros y aberrantes episodios ocurridos en Venezuela.
Otra de las iniciativas emprendidas por el gobierno, promovida por la llamada profundización de la revolución bolivariana, fue  la de la creación de las “comunas”, cuyo oscuro propósito sería, el de usarlas como arma política para terminar de destruir a las instituciones democráticas de Venezuela. Al principio, intentaron darle carácter legal convocando a un referendo, para aprobar o desaprobar un conjunto de nuevas leyes, impuestas por la presidencia a la Asamblea Nacional y demás poderes del estado, quienes reafirmaron la legalidad de tal referendo, el cual estuvo siendo cuestionado por la oposición, por ser improcedente, ya que se trataba de cambios sustanciales a la constitución, en los que solo una  Asamblea Constituyente tenía la autoridad de efectuar.
Tras la pérdida del referendo el 2D de 2007, el gobierno cambió de táctica y ahora ha estado tratando de imponer éstas comunas a través de leyes orgánicas, también irritas,  ante una oposición imposibilitada de revertir tales decisiones por no existir estado de derecho en la nación, ni organismo internacional a quién apelar con éxito sobre estos exabruptos jurídicos.
Todas estas acciones que ha impuesto el gobierno con argucias y a la fuerza, además de los daños morales y materiales ocasionados a la sociedad venezolana, “ desencadenado una serie interminable de focos de corrupción, que como resultado”, tiene a Venezuela en los primeros lugares entre los países más corruptos del mundo, y que ha generado una lista de nuevos ricos chavistas, con cuentas millonarias en dólares en el exterior y propiedades e inmuebles también millonarias en bolívares, en Venezuela, muchas a nombre de testaferros.
Años atrás, escribí un artículo,” El chavismo corrompe al venezolano” con el cual intentaba destacar la estrategia del gobierno de corromper, por diferentes medios, a civiles y militares cercanos al poder, y comprometerlos en hechos ilícitos, para luego tenerlos agarrados por los testículos, como una especie de chantaje a utilizar en casos de deslealtad. Un ejemplo que me viene a la memoria, es el del General en Jefe Raúl Isaías Baduel, ex ministro de la defensa, compadre y salvador del presidente Hugo Chávez durante los sucesos de abril 10-13,  quién está en la cárcel,  por estar supuestamente involucrado  en hechos de corrupción, acusación ésta que surgió de la nada, luego que éste cuestionara los métodos anti democráticos del gobierno, en unas declaraciones que hizo inmediatamente después de su retiro.
Corromper para dominar, es una viejísima costumbre, la cual Nicolás Maquiavelo describe muy claramente en su libro “El príncipe”. Son prácticas usadas por gobernantes inescrupulosos y/o la delincuencia organizada, quienes reclutan y comprometen pérfidamente a presidentes, ministros, militares, policías, y personal de alto nivel, para tenerlos dominados y así ejercer el poder a plenitud. Las declaraciones del General Henry Rangel Silva, quién afirmó estar casado con la revolución chavista, y que de perder las elecciones en 2012, no entregarían el poder, nos aclara muy bien esta realidad, la cual se ha convertido en un feo drama, para Venezuela.

miércoles, noviembre 17, 2010

El enigmático presidente Juan Manuel Santos
Guillermo A. Zurga
A solo 100 días de haberse convertido en presidente juramentado  de Colombia, el presidente Juan Manuel Santos nos ha sorprendido con algunas acciones relacionadas con su declarado nuevo mejor amigo, el presidente Hugo Chávez de Venezuela.
La nueva actitud del presidente colombiano respecto al nuevo trato que estaría dando a quién por estos últimos años ha actuado como el peor enemigo de Colombia, estarían siendo justificada por el hecho de que lo hace por su amor a Colombia y al compromiso como presidente de su nación, que le obligan a mejorar las relaciones “comerciales” con el gobierno venezolano, las cuales estaban rotas por decisión unipersonal del presidente venezolano.
Al parecer, el presidente Santos, se ha tomado muy en serio esta nueva amistad con Hugo Chávez, y hasta se está dando el lujo de hacerle favores especiales, como lo es, su anuncio de repatriar a Venezuela al ciudadano sirio-venezolano Walid Makled, actualmente detenido en Colombia por narcotraficante y lavado de dinero. La justificación del presidente Santos para tamaña decisión, es la de que él se lo prometió al presidente venezolano, y cumple con su palabra cuando la compromete.
Al menos que esa sea una estrategia diseñada entre los gobiernos gringos y el colombiano, en la cual pudiera esconderse una trampa para cazar al presidente venezolano, y encerrarlo al igual que se hizo con Manuel Noriega, este anuncio debe tener al mundo del narcotráfico y a sus principales representantes desconcertados, ya que todos conocemos la dependencia extrema del tribunal supremo de justicia del gobierno venezolano, y cualquier cosa pudiera suceder en un juicio llevado a cabo en dicho tribunal.  
De no ser una componenda entre EE.UU y Colombia, el gobierno norteamericano y en especial la DEA, deben de estar muy furiosos con su supuesto mejor amigo latinoamericano, ya que éstos daban como un hecho que el poderoso narcotraficante, quién por cierto, al parecer enviaba mensualmente a EE.UU, vía centro América, unas 10  toneladas de droga a esa nación. Esto, debido a que es públicamente conocido que el gobierno de EE.UU. había pedido la extradición del susodicho narco a ese país, y hasta ahora Colombia nunca les había fallado.
Anoche, en el programa “zoom a la noticia”  que dirige el conocido periodista Hassan Hassar,  pude observar, que las opiniones parecieran estar divididas respecto a esta decisión del presidente Santos de extraditar a Venezuela al poderoso narcotraficante Walid Makled. Tampoco está muy claro, si el presidente Santos puede autorizar esta extradición, sin la autorización del tribunal de justicia colombiano, quién pareciera ser el que tendría la última palabra en tal decisión, asunto este que les tomaría entre 6-18 meses de tiempo.
Esta decisión del gobierno colombiano, deja entrever la importancia del comercio de Colombia con Venezuela, y no deja la menor duda de que en ese país, lo comercial está prevaleciendo sobre lo político1.  Esto no debe sorprender a nadie, si esos intercambios se realizasen con cualquier otro gobierno democrático de la región; pero con el gobierno comunista de Venezuela, no deja de ser preocupante, dada la capacidad de manipulación que tiene  el presidente Hugo Chávez y los nexos que le atribuyen con el narco terrorismo colombiano.

martes, noviembre 09, 2010

La dictadura del proletariado
Guillermo A. Zurga
En una entrevista que le hicieran recientemente, en ocasión de la extensión de los contratos de cooperación con el gobierno comunista de Cuba,  el presidente de Venezuela, Hugo Chávez,  se quejaba de los venezolanos y extranjeros que le señalan como un dictador.
Luego de intentar desmentir tal tipo de acusación hecha por algunos,  no terminó de negar que no tenga intensiones de convertirse en dictador formal, sino que por el contrario, confiesa que de ser un dictador, la suya, sería una dictadura del proletariado, que como todos sabemos, es la conocida dictadura socialista típica de la clase trabajadora. Su dictadura no sería fascista, militarista, ni de derecha; sería una dictadura comunista.
Señala además el presidente, que en el caso de ser el un dictador, las cárceles estarían llenas de burgueses, que como sabemos según su apreciación personal, está burguesía está  comprendida por los sectores: inversionistas, empresariales, comerciantes, profesionales universitarios, y fundamentalmente la clase media alta y mediana pensante; sectores estos que en Venezuela comprenden, según su calificación personal, la burguesía a vencer y a odiar. Es decir, todos los venezolanos miembros de los sectores mencionados, estaríamos presos, o desparecidos, de ser Hugo Chávez un declarado dictador proletario.   
Esa misma dictadura del proletariado, practicada en Rusia por Joseph Stalin,  como máximo dirigente, según las estadísticas que pudieron rescatarse, produjo entre 30 y 40 millones de rusos muertos y otros tantos encarcelados, que precisamente no pudieran ser considerados como burgueses, sino como disidentes de todas las clases sociales de esa nación.
Las otras tantas dictaduras del proletariado, tales como la: china,   vietnamita, cubana,  norcoreana, yugoeslava, húngara, polaca, checoslovaca, entre otras, no solo produjeron prisiones y muertes burguesas, sino que estas se hicieron extensivas a gran parte de todas las clases sociales pobre y media, disidentes contra este tipo de sistema político de gobierno; desahuciado y enterrado por la mayoría de los países que conforman el globo terráqueo.
El presidente Hugo Chávez, quién según sus actos y acciones en progreso, pareciera que tendría en mente convertirse en dictador proletario formal para el 2012 o antes, prepara el terreno, y lanza estas pildoritas dulces a la población pobre de Venezuela,  con la pérfida y malvada intensión de que éstos le apoyen y le ayuden a implantar una dictadura del proletariado, cuando él así lo decida, donde supuestamente los presos y desaparecidos físicamente solo seríamos los burgueses y la clase profesional e intelectual media pensante.
Presidente, permítame alertarle, que es muy tarde para esa movida. En todo caso, su dictadura, si es que se decide implantarla formalmente, sería una dictadura fascista cívico militar, impuesta con la ayuda de los militares adláteres que aún se le arrodillan, unidos a un grupo de fanáticos, forajidos y delincuentes que le acompañan, con el apoyo de un sector mínimo de venezolanos ingenuos, cuya cantidad se ha ido reduciendo drásticamente y a quienes lamentablemente ha comprado usted con sus políticas sociales engañosas de subsidios, dádivas y regalos. El resto, la inmensa mayoría de los venezolanos le repudiaríamos y combatiríamos, esa que usted llamaría su dictadura del proletariado, si ese fuere el caso.

miércoles, noviembre 03, 2010

No lloriquees,  ni te lamentes. ¡Actúa en algo útil!
Guillermo A. Zurga
Si revisamos la mayoría de los correos electrónicos que recibimos, las columnas en medios de comunicación escritos, las declaraciones comunes en televisión y muchos de los libros de actualidad, que se leen, oyen y circulan en Venezuela, se observa un común denominador,  entre todos ellos. Están saturados de lloriqueos y quejas, que no aportan ni un granito de arena para ayudar a resolver la crisis nacional de tener a un gobierno trágicamente perverso, políticamente monstruoso  y administrativamente improductivo y corrupto.
Es tan negativa y contagiosa esta manera de hacer oposición al régimen, que todos sin excepción tenemos la tendencia a caer en ella y lloriquear y lamentarnos continuamente,  de que no hay nadie que haga algo para detener este atropello permanente del gobierno en contra de las mayorías venezolanas. Si hacemos un balance global, no encuentro a ningún sector de las fuerzas vivas del país que no haya sido atropellado, insultado, humillado, vejado, dañado o disminuido por este régimen de corte político comunista.
Antes de seguir lloriqueando y lamentándonos estérilmente, ante tantas injusticias, debemos intentar entender sobre el tipo de confrontación que el gobierno ha planteado para apoderarse impunemente de Venezuela.   El argumento de que es una guerra política entre la burguesía y los pobres es una falacia usada astutamente por el régimen para ganarse el apoyo de los venezolanos más humildes. Lamentablemente, muchos están ganados a esa idea.
Otro argumento, es el de que Venezuela es un país soberano y libre que lucha contra las fuerzas del imperialismo norteamericano al cual hay que exterminar, para que no siga APODERÁNDOSE DE VENEZUELA. Esa es otra falsedad, dado que Venezuela siempre ha sido un país soberano y libre y ha mantenido relaciones armoniosas por décadas con el gobierno norteamericano. Por el contrario, EE.UU., ha ayudado a Venezuela a desarrollarse y a modernizarse desde los inicios de la explotación petrolera, por la existencia de intereses comunes  y comprensibles, que nada tienen que ver con ese odio hacia esa amiga nación.
Otra argumentación más infantil aún, es la de que el capitalismo y el neoliberalismo aplicado en los últimos años por algunos gobiernos anteriores,  es el culpable de todos nuestros males, y en consecuencia, debemos exterminarlo y cambiarlo por un sistema económico aún más dañino y perverso que el mismo capitalismo,  como lo es el socialismo, que dicho en otras palabras, es el sistema económico en que se afianza el sistema político comunista. Es decir, tal como dice el viejo dicho popular: pretenden llevarnos de Guatemala a Guatepeor.
Apreciado amigo y compatriota, si eres unos de esos, que acostumbra quejarse y lloriquear acusando a los demás de no hacer nada, te sugiero que primero te preguntes, ¿qué puedo hacer por Venezuela, para ayudarla a salir de esta crisis en la que estamos inmersos?
 Existen muchas formas sencillas de aportar tu granito de arena a la causa de las libertades y la democracia. ¡Búscalas, descúbrelas, encuéntralas!. No necesitas lloriquear ni lamentarte ante la fatalidad que hoy vivimos, sino ocuparte de una mínima parte de la cuota que te corresponde como venezolano digno y libre, para sacudirnos a este régimen opresor que hoy nos hostiga.