jueves, febrero 28, 2013

La elección bellaca


Mientras el candidato del gobierno Nicolás Maduro anda en plena campaña electoral, aún el candidato formal de la oposición no ha sido seleccionado. Esto sin duda da una ventaja inicial que pudiera ser decisiva en una campaña electoral corta como la que se supone habría, de declararse la ausencia absoluta y definitiva del presidente reelecto Hugo Chávez.

No obstante lo que pudieran pensar las mayorías, Nicolás Maduro no pareciera estar muy entusiasmado con la posibilidad de ser presidente de la República, como aspiraría cualquier mortal. Lo que él menos desea en esta situación, es que la ausencia absoluta de Hugo Chávez se presente y él tenga que participar en unas elecciones bellacas como candidato.

En el fondo él sabe que no está preparado para una responsabilidad tan grande y difícil, como la de ser presidente de Venezuela por 6 años con un escenario tan complejo como el que presenta Venezuela en estos momentos. Además, conoce muy bien por la situación caótica que atraviesa Venezuela y encontrar su solución pareciera ser un asunto de magia, que solo el mago de la revolución Hugo Chávez estaría en capacidad de encontrar, y aún para él, ésta pudiera estar fuera de su alcance.

Todas las opciones del chavismo lucen peores que las de la oposición. Con Hugo Chávez o Nicolás Maduro, el gobierno se debilitará rápidamente hasta colapsar. El chavismo no tiene ni tendrá soluciones. Todas las posibilidades se les han agotado. Están atrapados en la telaraña absurda que tejieron. La tesis del auto golpe de estado aceleraría su caída vertiginosamente, en lugar de salvarlos.

Por el lado opuesto, se observa muy poco entusiasmo para asumir la presidencia de la República en las circunstancias actuales. Al menos que la MUD haya decidido en privado, darle la responsabilidad a Henrique Capriles Radonski, para anunciarla a la nación en el momento preciso que se decida la realización de tal elección presidencial, es la única explicación que se me ocurre, para justificar esta situación. De hecho, con sus declaraciones constantes, pareciera que HCR es el candidato seleccionado por consenso oculto de la MUD para medirse a Nicolás Maduro.

Existe la posición del partido socialdemócrata Copei  quién pudiera tener el apoyo de otros partidos políticos, de realizar la escogencia del candidato por consenso, según lo acordado, lo antes posible, posición ésta con la cual estoy de acuerdo, pero habría que convencer a un sector de la MUD que piensa diferente y prefiere hacerlo en último momento por diversas razones desconocidas. Ismael García hizo el anuncio público de una reunión a realizarse esta última semana del mes de febrero, para revisar el tema. Ojalá se encuentren soluciones viables para acordar una candidatura unitaria y fuerte, que represente bien el sentir del sector opositor a nivel nacional.

Personalmente, pienso que la oposición debería participar, e intentar ganar tales elecciones. Pero debería ir preparada con una nueva estrategia ganar – ganar. Esto significa, que en el caso de que las pierda, quede electoralmente bien posicionada, como para que en un relativo corto tiempo, tenga mayoría absoluta con garantías ciertas de victoria electoral en la próxima ocasión,  dado el deterioro inminente que se visualiza y se espera suceda en el chavismo.

Teniendo presente las premisas anteriores, la MUD debería escogería al candidato opositor de una amplia lista de políticos experimentados tales como: Antonio Ledezma, Asdrúbal Aguiar, Diego Arria, Eduardo Fernández, Oswaldo Álvarez Paz, Claudio Fermín, entre algunos otros candidatos valiosos y preparados, del mundo político y social que escapan de mi mente, pero dispuestos a contribuir.

La MUD requeriría entonces congelar por ahora las probables pre candidaturas de: Henrique Capriles, Henry Falcón, María Corina Machado, Pablo Pérez, Leopoldo Lopez  etc., y a todos aquellos candidatos jóvenes, excelentes prospectos, los cuales reservaría para el futuro próximo inmediato y así evitar, por apresuramiento innecesario, “quemar a alguno de ellos”, con el agravante de que se pueda producir un salto al vacío y empeorar las cosas.

Capriles y Falcón se dedicarían a gobernar a tiempo completo sus estados para lograr éxitos administrativos y mejorar sus experiencias individuales, como servidores públicos, a considerar para próximas contiendas electorales. Con una exitosa gestión en ambos estados, se garantizaría mantener satisfecha y cautiva a la militancia de ambos estados. María Corina Machado representando al sector opositor como legisladora de primer orden en la Asamblea Nacional, igualmente acumulando conocimientos y experiencias, le daría solidez a la oposición dentro de la Asamblea.

Pablo Pérez, Leopoldo Lopez  y los otros destacados líderes jóvenes y no tan jóvenes prospectos a candidatos, que hoy representan dignamente al sector opositor, seguirían en la lucha política en sus respectivas actividades políticas y sociales, así como en las calles de Venezuela, ganando adeptos para la causa de la democracia, concientizando al chavista y al venezolano común, de la necesidad de un cambio de dirección en la conducción política, económica y social del país. Ello, para asegurar las mayorías electorales indispensables y consolidar el cambio político, social y económico definitivo que por tanto tiempo reclama Venezuela. La democracia real, sólida y prospera es en definitiva nuestro norte.
 
JUSTIFICACIÓN
El andamiaje político que tiene el gobierno instalado en las gobernaciones, alcaldías, Asamblea Nacional, FAB, PDVSA, y demás poderes del Estado, sería un reto extremo para un político joven con poca o mediana experiencia y conocimientos limitados, del engranaje de la nación, en  las condiciones en que se reciba el poder político en el caso de ganar las elecciones. Riesgos de una Venezuela ingobernable.
Esta sería una prueba de fuego, muy riesgosa, como para ofrecérsela a algunos de los jóvenes líderes políticos antes nombrados. Un fracaso en un gobierno de transición liderado por un presidente de la oposición, podría ser tan catastrófico o peor que el desastre presente del gobierno chavista. Sería un retroceso imperdonable.

Las probabilidades de que un presidente con mayor edad, experiencia y conocimientos como los indicados arriba, salga exitoso sin traumas que lamentar, son mucho mayores que las que se pudieran lograr con un presidente relativamente joven, como los señalados abajo.

El hecho de que el candidato por el sector opositor, no pertenezca a ninguno de los partidos políticos mayoritarios de la MUD, en caso de ganar la presidencia, le daría mayor ventaja a la oposición para lograr los consensos necesarios, a objeto de negociar con el chavismo las condiciones de gobernabilidad que se requerirían para llevar a cabo una buena y pacífica gestión en beneficio de Venezuela.

Para considerar y admitir esta estrategia, es necesario deponer las ambiciones personales y colectivas de grupos políticos y privados, que por lógica aspirarían gobernar con un presidente salido de sus propias filas. En estos momentos tan dramáticos que vivimos, la nación y la patria tienen prioridad absoluta, por encima de cualquier otro factor. Si nos equivocamos esta vez, pudiera ser muy costoso y pudiéramos retroceder en el tiempo a un precio impagable.

miércoles, febrero 27, 2013

Con Chávez o sin él, la salida podría ser violenta


No se necesita ser un vidente, médium o iluminado para predecir que la solución a la terrible situación política que vive Venezuela podría ser violenta. Muchos columnistas, analistas, periodistas, y políticos han adelantado esta posibilidad, entre los cuales me ubico.

El líder de la llamada revolución bolivariana Hugo Chávez acompañado de sus más cercanos colaboradores, que hasta ahora forman un inmenso número de títeres y titiriteros, han violado tanto la constitución y las leyes venezolanas que sin duda alguna, el nuevo gobierno, que se espera sea democrático y respetuoso de las leyes, les tendrá que aplicar la justicia, para que paguen por sus diversos e incontables crímenes, tales como:
a) Traición a la patria, por la injerencia de Cuba en asuntos de Seguridad Nacional, b) fraude contra el tesoro nacional, c) abuso de poder contra personas naturales, d) abuso de poder contra empresas establecidas legalmente, e) persecución ilegítima contra medios de comunicación y empresarios privados, f) malversación de los presupuestos estadales y estatales, g) endeudamientos turbios, h) corrupción generalizada, i) contrataciones ilegítimas, j) destrucción de la infraestructura física de la nación por negligencia, k) daño patrio a PDVSA, etc. Con tantos cargos pendientes en su contra, es de esperarse, que los cabecillas del gobierno hagan lo imposible por mantenerse en el poder a cualquier costo.

Durante la enfermedad del presidente Hugo Chávez, la dependencia del gobierno de Venezuela del gobierno comunista de Cuba se ha hecho evidente y supuestamente es más real de lo que suponíamos, razón por la que la ciudadanía está tomando voluntariamente acciones de protestas al respecto. El encadenamiento de los estudiantes ante la embajada de Cuba y el apoyo que están recibiendo de la comunidad así lo evidencia.

Ni Hugo Chávez recuperado y gobernando, podrá contener el descontento nacional ya iniciado, el cual se presume recrudezca ante el avance de las próximas medidas económicas y de controles que están en vías de establecerse, para intentar aliviar la crisis económica en la cual estamos inmersos, por negligencia del gobierno, que éste trata de negar y/o minimizar.

Ante este panorama sombrío pero real que tendrán que enfrentar los cabecillas chavistas ante la próxima justicia independiente de la República de Venezuela, es obvio pensar y diagnosticar, que aún cuando la oposición gane las probables próximas elecciones, como es muy posible que suceda, el chavismo no entregaría el poder. Son varias las expresiones públicas de muchos de los militares activos del alto mando y políticos dirigentes del proyecto de la revolución bolivariana, que demuestran y confirman lo anteriormente expresado.

Sea cual fuere el escenario político final que resulte, la violencia estaría presente en mayor o menor grado. Las amenazas constantes del presidente encargado Nicolás Maduro contra los adversarios políticos del gobierno, nos obligan a pensar y a predecir un final cargado de violencia. Sus alusiones a que la oposición está en contra del pueblo, aunadas a sus reiteradas amenazas de sacar las milicias chavistas a la calle no dejan otra opción para pensar diferente.
Ante una situación tan predictible, a la oposición no le queda más remedio que prepararse para defender sus derechos ciudadanos que le otorga la constitución, y en consecuencia, estar lista para enfrentar cualquier situación que se presente, aún siendo ésta violenta.  

miércoles, febrero 13, 2013

Dejemos a los políticos que dirijan las luchas políticas


En los países racionales, desarrollados y modernos; los políticos son los que hacen las políticas de Estado, son los que dirigen los gobiernos, son los que hacen las leyes para gobernar, son los que hacen y dirigen las política públicas, y son los que hacen la minorías como un contrapeso y control a los políticos en los gobiernos de turno. Es decir, las cosas de Estado son materia natural para los políticos, no para los ciudadanos comunes.

Los ciudadanos civiles y militares contribuimos, cada quién en sus correspondientes tareas asignadas por la constitución y en armonía con los políticos a llevar a cabo la administración de nuestras naciones con la mayor eficacia y eficiencia posibles para la felicidad del pueblo entero de esa nación. Quien quiera disputarles a los políticos las responsabilidades que éstos tienen, debe meterse a político y dedicarse con honestidad a esta honorable profesión u oficio.

Actualmente Venezuela se encuentra en el medio de una lucha política desigual y tenaz por el control político de la nación. Esta lucha lleva ya 14 años y se hace cada vez más tenaz, cruel y llena de frustraciones del lado opositor, por razones que todos conocemos.

Los esfuerzos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a quién ha tocado la responsabilidad de dirigir la lucha contra el gobierno ilegitimo, usurpador y tiránico chavista, no han dado los resultados deseados por todos los opositores, razones para que algunos factores opositores hayan emprendido una serie de críticas inmisericordes contra la MUD, que rayan en lo incompresible, aún cuando existan sobradas razones de peso para criticarlos.
 
Por el lado de la MUD, ha habido un cierto aire de indiferencia, prepotencia, soberbia y hasta desprecio por estos ataques que han contribuido a que no se logre la unidad férrea, necesaria e imperativa entre todos los sectores opositores, para mantener las posibilidades ciertas de triunfar en esta lucha contra el gobierno. La MUD debería reconocer y enmendar sus errores.

Se entiende que todo venezolano tiene el perfecto derecho a manifestar libremente sus ideas, apreciaciones y críticas a la MUD y al gobierno. Sin embargo, ante la actual situación política, económica y social que vive el país, el cual se encuentra al borde de un gran colapso o CAOS  es necesario que meditemos sobre cuáles deben ser las posiciones, deberes, responsabilidades y prioridades de los venezolanos democráticos, que deseamos un cambio de gobierno, para las mejoras y reformas que el país reclama vehementemente.

Sin duda alguna, que la peor decisión sería la que cada grupo o individualidades opositoras hagan la lucha política por su propia cuenta, ignorando a la MUD. Esa decisión sería un sin sentido, dado que si una de las necesidades prioritarias de la oposición es la de hacernos de una gran mayoría electoral unida férreamente, para ganar la batalla por esa vía pacífica y democrática. Si ese mecanismo no funciona, es igualmente indispensable tener esas grandes mayorías unidas y dirigidas por la MUD, para utilizar los otros mecanismos legales que nos permite la constitución, u otros más drásticos de ser necesario, en caso extremo.

Nosotros los tecnócratas, intelectuales, empresarios, comerciantes, estudiantes, obreros, empleados, amas de casa, y demás ciudadanos quienes defendemos la democracia, debemos aceptar seriamente que las luchas políticas las dirigen los políticos y en consecuencia debemos contribuir, motivar y fortalecer a la MUD, para que dirija esta lucha política. 

jueves, febrero 07, 2013

Entre la decencia y la chabacanería


Siempre he pensado que el lenguaje de los políticos y personas públicas en general debe ser lo más decente posible. Esto por razones lógicas y sensatas de educación básica. Además, los políticos están expuestos permanentemente a ser entrevistados y pienso que por ser personas de interés público, por los cargos y posiciones políticas que ejercen, deben ser racionales y decentes al expresar sus opiniones e ideas.

La escena grotesca que presenciamos, donde el presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello utilizando un lenguaje chabacano y soez denuncio a varios diputados de la bancada del partido Primero Justicia por presuntamente haber cometido actos ilícitos al recibir donaciones económicas de personas jurídicas, desenmascaró en forma clara e incuestionable que existen dos formas de lenguaje en el escenario político venezolano; el decente y el chabacano.

Tengo dudas cuando intento explicarme las razones para hablar de la manera tan vulgar, irrespetuosa y ofensiva en que lo hacen los líderes chavistas. Quizás se deba a que el líder supremo de su revolución, fue el primero en hacerlo y ya sabemos la adoración que siente ellos por su líder, al cual intentan copiar y emular en todo.

También me pregunto si es una nueva forma de hacerse entender por el pueblo e intentar ser  pintorescos o simpáticos y parecidos a éste, ya que como sabemos, el populacho en casi todos los países del mundo es grosero por excelencia, salvo en contados países desarrollados.

Otra explicación que intento digerir es la de que posiblemente actúan así por la mediocridad  o bajo nivel educación de la mayoría de los líderes del régimen, razón por las que se les hace difícil expresarse de una manera decente. No descarto tampoco que lo hagan por complejos bien guardados al reconocer que el lenguaje de los opositores es correcto y decente, razón por la que lo califican de aburguesado, de derecha o de oligarcas.

Cualquiera sea la razón que han elegido para expresarse de esa manera tan ordinaria y grosera ante los micrófonos y cámaras de televisión, no veo racionalidad en aquellos de la oposición que intenten imitarlos.  Quizás ser grosero y vulgar, resulte ser más simpático,  y en algunos entornos resulte rentable y beneficioso. Algunos siquiatras aducen que a veces es saludable hablar de esa manera, para descargar el alto nivel de stress. Pero hacerlo en público y acostumbrarse a ello, pareciera más bien ser ridículo y repugnante.
Hablar decente y correctamente no es necesariamente un lenguaje de amanerados ni de aburguesados. Es una forma de calidad de vida que muchos adoptan para comportarse como personas dignas, decentes y respetuosas de sus interlocutores.

En esa grotesca escena a la cual hice referencia anteriormente, los pocos asambleístas opositores que tomaron la palabra lo hicieron en forma ejemplar, respetuosa decente y digna, como debe ser. Ese en mi opinión sebe ser el estilo a utilizar en todos los eventos donde los líderes de la oposición intervengan. No podría decir lo mismo de la bancada oficialista.

La esencia de la democracia es la ofrecer mensajes constructivos no destructivos. Ser populista y pretender llevar mensajes falsos o vulgares al pueblo es una perversión. El modelaje del político y del hombre público es una actitud que debe dignificarse, no prostituirse.