lunes, enero 21, 2013

La subasta de Venezuela


La nación más codiciada de Centro y Suramérica sin duda alguna es Venezuela. Y todo porque tiene mucho petróleo, mucha gente cándida, mucha gente codiciosa y mucha gente anti patriota. Y como si fuera poco, existen muchos gobiernos latinoamericanos con mucha gente vividora, mucha gente falsa, mucha gente bribona y mucha gente mentirosa.

La situación de Venezuela en estos momentos es sumamente delicada, crítica, impredecible e inescrutable. Su población se encuentra totalmente dividida, angustiada, descontrolada, desconfiada, desconcertada, desesperanzada, frustrada, harta, nerviosa, preocupada y sorprendida. Solo se necesita de un gran milagro, para que Venezuela no se convierta en una república bananera caótica y sin control, donde pueda ocurrir todo lo inimaginable.

Los escenarios del futuro inmediato político son tan impredecibles, que ningún analista político que se aprecie, se atreve a afirmar ni a predecir absolutamente nada. Ni siquiera es posible vaticinar cómo llegaremos al próximo mes de febrero de 2013.

¿Habrá ausencia temporal o absoluta? ¿Seguirá Hugo Chávez vivo, o muerto? ¿Quién será el presidente, si lo hubiere? ¿Habrá nuevas elecciones presidenciales, cuándo? ¿Cuántos aspirantes a presidente surgirán? ¿Se habrá unificado la oposición? ¿Surgirán nuevos líderes políticos? ¿Permanecerá el chavismo unido? ¿Quién tendrá la mayoría política, el chavismo o la oposición? ¿Habrá algo de república para entonces? ¿Quién tendrá el control político en el chavismo? ¿Habrá gobernabilidad? ¿Habrá elecciones para alcaldes? ¿Se habrá devaluado la moneda? ¿Cuál será el nivel de inflación? ¿Aumentará la escasez? ¿El estado comunal seguirá su ruta? ¿Cuál será la situación de PDVSA luego de haber sido calificada de riesgosa?

Mucho menos se puede adelantar la solución sensata y realista que requiere Venezuela con urgencia, para salir de la dificultad, en la que ha estado inmersa. Un sinnúmero de variadas y complejas crisis, a saber: política, social, institucional y económica, una peor que la otra.

Llegar a soluciones pacíficas y compartidas entre los venezolanos, pareciera que es una misión imposible. Aún, cuando ambos bandos políticos tengan elementos válidos para la concertación, pareciera que el momento no se presta mucho para ello. Todo pareciera indicar que la “guerra política” debe continuar “a muerte” hasta quién sabe cuándo.

Mientras tanto, nosotros, los de a pie, no dormimos bien, tenemos pesadillas, elucubramos más de la cuenta, nos volvemos irritables, estamos desconcertados, no disfrutamos de la vida, vemos fantasmas por doquier, no tenemos a quien preguntarle ¿pana, cómo van las cosas?

La vía lógica a seguir es la de respetar lo establecido en la constitución, lo cual dependerá de la voluntad política del chavismo de aceptarlo. ¿Lo harán? No lo creo. Estos son mis pensamientos del momento. Espero estar equivocado y que los escenarios a esperar no sean tan dramáticos como los estoy presintiendo. Honestamente amigo lector, no hay manera de ser optimista.

Solo falta la solución extrema, de colocar un aviso en los medios de comunicación que diga: “Se vende al mejor postor Nación en CAOS. Favor dirigir su ofertas al señor Raúl Castro en la Habana, Cuba; con copia al señor Nicolás Maduro en Caracas, Venezuela”. 

lunes, enero 14, 2013

Pensando en Venezuela


Se hace necesaria una reforma a la constitución de la República Bolivariana de Venezuela que solicite a los aspirantes a cargo de elección a la presidencia de la república  un certificado médico, que garantice que la salud de éstos es normal y pueden competir sin temor a que el que resulte electo presidente, se enferme de gravedad  o se muera antes de juramentarse, o al poco tiempo de hacerlo, o en el ejercicio temprano de su gestión.

Es necesario además, limitar el poder del presidente, para cambiar la estructura del Estado,  a objeto de que el gobierno de Venezuela sea menos presidencialista como lo ha sido hasta el presente y que su gestión, sea más colectiva y menos individualizada o personalizada. Es necesario que una nueva constitución garantice la autonomía e imparcialidad de los otros poderes del Estado (Justicia, Legislativo, Electoral y Moral). Igualmente que, la elección de los miembros de estos poderes se realice con menos injerencia e influencia del partido o partidos del gobierno, a objeto de los poderes hagan realmente de contra parte en el control y seguimiento a la gestión del Poder Ejecutivo, para un mejor equilibrio político en la nación.

Dado que con el actual gobierno, convertido en Estado, no se podría aspirar a tales modificaciones, vista la forma retorcida de éste de interpretar la constitución actual, y tomando en cuenta su sectarismo y vocación totalitaria, se sugiere que la misma se lleve a cabo una vez que este régimen salga del poder y que la situación institucional actualmente en caos, se normalice y se pueda confiar en las futuras decisiones del Estado venezolano, para realizar una reforma parcial de la misma, a objeto de adecuarla a las experiencias y realidades vividas últimamente y se reduzcan a un mínimo, los riesgos de mal interpretarla y/o aplicarla erróneamente.

La reforma se justifica plenamente, debido a los grandes daños políticos, morales, económicos y sociales que se está causando a la República, por el régimen actual, el cual esta fusionado con los demás poderes del Estado, para llevar a cabo su proyecto totalitario comunista, asesorado y guiado por el régimen de Cuba, con más de 50 años en el poder, y antiguo enemigo de la democracia venezolana, el cual una vez nos intentó invadir, y fue repelido por el institucional, valiente y leal ejército venezolano, que una vez tuvimos, y del cual nos sentíamos orgullosos en aquellos momentos.

Esta reflexión arriba indicada, se hace como una contribución personal honesta y sincera, a favor de la Venezuela violada, para prevenir que en el futuro, no tengamos  la necesidad de vernos protagonizando un escándalo con repercusiones internas e internacionales como el que ahora nos ocupa, por tener a un gobierno con una dirigencia desbocada, insensible, inapropiada, sectaria,  negligente, excluyente y muy mal preparada, como  para gobernar a un país como Venezuela.

Dado que no sabemos qué pasará en el país, en el futuro próximo inmediato, se me ocurre pensar, que la única forma de prevenir que se siga abusando de los venezolanos  y violando reiteradamente la constitución en la forma en que lo hacen actualmente, es la de sugerir reforzar a la Mesa de la Unidad Democrática,  haciendo un llamado a todos los otros factores democráticos opositores que han estado hasta ahora abstraídos, o en desacuerdo con las estrategias de la MUD, a que se incorporen a la lucha común en favor de la democracia.

La idea central, sería la de darle mayor poder, apoyo y mayor representatividad a la MUD, o a la organización que al final resulte creada, para encabezar la lucha a favor de la democracia, el progreso, las libertades y la justicia; en esta fase de la máxima radicalización del gobierno.

Es importante considerar a todas las diferentes corrientes e ideologías políticas partidistas,  independientes y profesionales en esta re estructuración  en la cual sea posible agrupar a partidos políticos, organizaciones no gubernamentales defensoras de los derechos humanos, sindicatos de trabajadores, colegios profesionales, academias científicas y demás defensores organizados de la democracia.  Es una necesidad obligatoria y madura, dar un paso al frente y acercarse a la MUD, o al revés, que la MUD invite a los referidos sectores, para dialogar, unirse e interactuar  juntos en una sola dirección de propósitos comunes.

De lograrse esta unidad ampliada, más coherente y representativa de toda la oposición democrática venezolana, estaríamos en mejores condiciones políticas, como para enfrentarnos al régimen y continuar protestando y presionando política y  jurídicamente al Estado,  a que respete y se apoye en  la constitución y las leyes, y para que cumpla correctamente su rol.  Todavía se estaría a tiempo de frenar los excesos del gobierno y reparar los daños constitucionales hechos a la República y considerarlos como colaterales e irrepetibles.

A los opositores que sigan pensando en la tercera vía, se les hace un llamado, para realicen la reflexión serena y necesaria,  que les lleve a reconocer y aceptar que tenemos a un adversario político en común al cual combatir. Ese adversario está bien organizado, tiene un importante apoyo popular, el alto mando militar y los poderes del Estado se han pronunciado abiertamente que lo defenderán, y además, es apuntado por otros gobiernos del mismo signo ideológico, u otras razones interesadas;  razón por la cual, la única vía y forma  sensata e inteligente de enfrentarlos y vencerlos  es mediante la conformación de un único gran bloque democrático, que les emplace.

Personalmente pienso que en estos momentos no hay otra salida pacífica viable, para obligar al gobierno a reflexionar y a respetar la Constitución. La rebelión nacional y el desconocimiento de la legitimidad de este gobierno, sería una medida extrema e indeseada por ahora. Pienso que no es el momento adecuado para aplicarla. Si la posición del gobierno se endurece y se radicaliza aún más, con lo cual esta situación incierta y angustiosa que vivimos se complicaría extremadamente,  se justificaría el uso de acciones más radicales de parte del sector opositor. Eso sí, trabajando unidos en un solo bloque compacto y homogéneo.

No nos queda otra salida lógica y sensata, distinta a la de seguir esperando por la suerte o recuperación del presidente reelecto Hugo Chávez Frías, quién ojala aparezca vivo y apto para gobernar, para que las tensiones y ánimos vuelvan a la calma y podamos continuar con nuestras actividades rutinarias.

Por las informaciones dispersas y herméticas que circulan, en mi opinión este último escenario es bastante improbable que se presente, no obstante, es pertinente que nos preparemos adecuadamente, nos organicemos y unamos monolítica y responsablemente, actuemos con ponderación  y madurez, y esperemos a ver qué  sucede. ¡Dios proteja a Venezuela!

martes, enero 08, 2013

Venezuela sitiada


Evaluando la situación de indefensión en que nos encontramos los venezolanos demócratas en nuestro propio país, me viene a la mente, el cruel y sanguinario cerco del ejército alemán a la ciudad rusa de Stalingrado – conocida actualmente como Volgogrado – hecho éste ocurrido entre AGO/1942 - FEB/1943, durante la II guerra mundial.

En la denominada Batalla de Stalingrado, considerada una la más sangrientas de la historia, murieron 2 a 3 millones de personas. Del lado ruso murieron civiles y militares en una cantidad superior a la de las bajas militares alemanes que ocasionaron esa masacre. El ejército ruso esperó a que llegase el invierno de 1943, para contraatacar al ejército alemán. Esa estrategia, aunque produjo más muertes de las esperadas, salvó a Rusia de caer en manos de Alemania. Algunos consideran, que esa batalla, significó el inicio del resultado final de la II guerra mundial, en la cual Alemania e Italia resultaron las naciones derrotadas militarmente.

Sin ánimos de protagonizar un teatro dramático sobre la situación venezolana, y reconociendo, que aún nos quedan ciertas libertades en Venezuela, encuentro cierta similitud, que aún cuando ahora no sea tan dramática como el referido cerco a Stalingrado, estaría en vías de convertirse en algo similar, con la diferencia que éste cerco a los venezolanos demócratas. lo realizan ciudadanos venezolanos, de ideología política marxista leninistas, aliados con la dictadura comunistas de Cuba y apoyados por gobiernos rufianes y cómplices, de países como los de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador y Nicaragua.

Volviendo al teatro de operaciones en Venezuela, tenemos que: La comida empieza a escasear desde hace tiempo, las divisas para viajar son muy escasas y su costo es inalcanzable para los bolsillos de las mayorías. Las comunicaciones cada vez nos las restringen más, y nos jaquean las cuentas electrónicas, para limitar nuestras comunicaciones. Los lideres invasores nos atemorizan con mayores y fuertes represalias a través de sus repugnantes alto parlantes. A los diputados opositores, les insultan y los abuchean desde los palcos secuestrados por el chavismo, y les limitan sus intervenciones. Las tropas provenientes de Cuba aumentan y se reestructuran, ante la mirada complaciente y guapetona de los enemigos venezolanos de la democracia Nos sentimos como solos en Latinoamericana y el mundo sin que se produzcan indicios de solidaridad provenientes de gobiernos influyentes y reconocidos, o de instituciones internacionales, en defensa de la democracia venezolana. El ejército cívico militar, enemigo declarado de la democracia, aprieta más sus medidas de aislamiento para sofocarnos y obligarnos a rendirnos y a entregarnos. Cada día nos acostamos pensando y divagando, cuando irrumpirán violentamente en nuestras ciudades y puertos, con sus submarinos, destructores, tanques y aviones, cual fuerza invasora. Así me siento como venezolano, y creo que muchísimos más como yo se sienten igual.

Con el debido respeto a ese valiente y glorioso pueblo de Stalingrado, que pudo soportar ese horror, en base a coraje, dignidad y amor propio, intento imaginarme, como se sentirían todos ellos: padeciendo de hambre y sed, por no tener agua potable ni comida, comiendo ratas y demás animales, comiéndose a sus muertos, muriendo de hipotermia por falta de combustible y leña para resguardarse del frio penetrante hasta los huesos, abandonados en la nada, rodeados de un desierto gigantesco de hielo, sin saber cuándo volverían a comer, o si al siguiente día estarían muertos, acurrucándose unos a otros, para darse algo de calor, desvelados por no poder dormir, o por lo duro e incómodo del suelo.

Cuando leo algún escrito o columna panfleto de algún venezolano, que exterioriza la aceptación, de que todo está perdido y no hay nada que se pueda hacer; no dejo de pensar en ese noble pueblo ruso, que resistió su cautiverio con honor y valentía, hasta los máximos sacrificios inimaginables.

Al menos en Venezuela, tenemos la ventaja, de que la temperatura no es tan inclemente como la de aquella ciudad de Stalingrado. Es cierto que tampoco estamos en igualdad de condiciones que el pueblo de esa ciudad. Pero al menos ellos tuvieron un ejército leal y patriota que les defendía y protegía, ante la despiadada invasión extranjera. Por el contrario, nuestro ejército se une al invasor extranjero.

Quizás tengamos solo una afinidad o cosa en común que compartir, con el horror de la Batalla de Stalingrado. A saber: Los alemanes invadieron Rusia, principalmente para apoderarse de los pozos petrolíferos del Cáucaso, entre otras variadas razones estratégicas. Lo venezolanos y aliados cubanos que les acompañan, lo hacen básicamente por apoderarse de la riqueza de Venezuela proveniente de los ingresos por su producción petrolera, simulando que lo hacen por el pueblo y para el pueblo.

El solo saber que quienes nos amenazan, nos acorralan y nos atropellan, son nuestros propios hermanos venezolanos, en complot con nuestro propio y desleal ejército, supuestamente creado para defender a Venezuela y a su población. Y peor aún, orientados, asesorados y dirigidos por el gobierno comunista cubano, quién ha desplegado un ejército cívico militar en nuestra propia tierra, para virtualmente contribuir a aplastar nuestra determinación de permanecer en democracia, justicia y en libertad.

Apreciado compatriota, y consecuente lector; disculpa que me sienta pesimista en estos momentos, cuando mi temperamento y voluntad me convierten en una persona optimista por naturaleza. Pero esto tengo que expresarlo crudamente y de alguna manera, para contribuir a que despertemos, y sólidamente unidos, busquemos una salida honrosa a este cerco en que nos han metido: los ambiciosos aventureros, los golpistas consuetudinarios, los vende patria, y los fanáticos de ideas políticas obsoletas y periclitadas; tal como lo hubiese expresado ese insigne personaje y luchador incansable por la democracia latinoamericana, llamado en vida Rómulo Betancourt.

¡Irónico! ¿Verdad?.... En este escrito, estoy honrando al pueblo ruso y destacando al ejército ruso de la antigua URSS del criminal Joseph Stalin, por su heroísmo y tenacidad, y tener que enfrentarnos hoy día, a las secuelas de ese mismo sistema político decadente del comunismo, en nuestro propio territorio venezolano, 60 y tantos años después de ocurridos tales lamentables y heroicos hechos.

Se acercan momentos donde el cerco a la democracia venezolana se profundizará, para intentar ahogarnos en nuestras angustias y miedos. Han intentado argüir que el pueblo pobre está de acuerdo con ellos y con su revolución bolivariana, cuando es una enorme falacia, lo cual pronto certificarán.

Nos han amenazado y expresando públicamente en cadena de radio y televisión, que la revolución bolivariana (léase comunista) seguirá imperturbable, con Chávez vivo o muerto. Están a punto de pasar la línea delgada línea roja entre democracia y dictadura. Espero confiadamente que tú, querido compatriota, sepas como actuar en defensa de nuestra única patria, para evitar que nos la quiten.

Es de esperarse que, mañana 10 de enero, luego de perpetrado el hecho ilícito de violar la constitución y de producirse automáticamente un auto golpe de estado, a ser dado por el gobierno chavista, la representación opositora en la AN, se debería retirar voluntaria y dignamente de esa caldera del diablo llamada Asamblea Nacional, y se inicie así una nueva lucha desigual, más abierta y más frontal en defensa de la democracia, de las libertades y de la justicia. Dios bendiga y salve a Venezuela.

lunes, enero 07, 2013

La caída del chavismo


Es algo así como paradójico, sobre todo para la opinión internacional, que luego de dos “contundentes victorias políticas”; que alguien hable de la caída del chavismo. Según mi opinión y percepción, en base a razonamientos lógicos, difícilmente cuestionables, es un hecho que el chavismo con o sin Hugo Chávez, tiene los días contados.

Parafraseando, a Diosdado Cabello, quién vaticinó tal como lo hiciese Adolf Hitler en sus gloriosos tiempos, que la revolución chavista duraría 2000 años, en mi opinión, el máximo de tiempo que el chavismo durara vigente, será de unos 2 años. Esto, en el supuesto negado de que Hugo Chávez se mantenga vivo en el poder. Sin Chávez, la revolución sobre viviría mucho menos tiempo.

El razonamiento es muy simple. La única forma que el chavismo con Chávez llegue solvente y triunfante a las elecciones de 2019, sería, resolviendo los graves problemas económicos y sociales listados abajo, que se nos vienen encima, altamente difíciles de resolver por este gobierno totalitario, estatista y populista.

No nos engañemos. El éxito del chavismo se ha debido a la grosera compra de conciencias internas y externas a Venezuela, que ha hecho el gobierno, usando los recursos económicos del estado, provenientes del petróleo y de los intereses que las empresas y las personas naturales pagamos al Estado, que me atrevería a decir, son de los mayores ingresos por habitante de cualquier país en América.

Dar cifras es imposible, debido a que el presidente Hugo Chávez, maneja los presupuestos a su libre albedrío, con mucho hermetismo, triquiñuelas e irregularidades, sin dar cuentas claras al país; como si ese el manejo de ese dinero fuese de su exclusiva competencia. Es decir, la población desconoce con exactitud cuanto entra, cuanto sale y cuantas reservas tiene Venezuela en oro y en divisas. Se estima, que desde que el chavismo asumió el poder - algo mas de 14 años - ha dilapidado una cantidad superior al billón y medio de dolares.

En Venezuela no se han construido obras grandes que reseñar, no se ha mejorado la infraestructura del estado, por el contrario, se ha deteriorado aún más. No se han creado nuevas empresas ni nuevas ciudades. No se han construido nuevas escuelas, ni universidades, que valga la pena destacar. No se han construido nuevos hospitales y clínicas dignos de mostrar. No se ha reducido la deuda interna ni la externa, por el contrario, se ha aumentado a niveles exorbitantes. Se ha gastado mucho dinero nacionalizando empresas y comercios privadas en funcionamiento normal, para luego desmontarlas o desmejorarlas; que deberían permanecer en manos del capital privado. Se ha gastado mucho en dinero en publicidad, para exhibir obras inexistentes, cuando el verdadero motivo es la propaganda política gubernamental para promocionar la revolución chavista. Los sueldos e ingresos de los jerarcas políticos del régimen se han multiplicado, mientras que los de la población normal han desmejorado notablemente.

La carga laboral del Estado ha aumentado exponencialmente a niveles insostenibles hasta triplicarse, en comparación a la cantidad de empleados públicos que tenían los gobiernos democráticos, que tanto han criticado los chavistas e inspirado a su fallida revolución.

El gobierno chavista, con tantas necesidades sociales que tiene la población venezolana, e infraestructura física que hace falta para el desarrollo de nuestra economía, se ha dedicado a subsidiar a gobiernos de naciones latinoamericanas, entre los cuales el régimen dictatorial cubano, el preferido, el aliado, y se dice que el cerebro de la revolución bolivariana, es el mas favorecido, y en el cual se “gastan” algo así como unos 6 mil millones de dolares anuales.

En lugar de promocionar la inversión privada, por el contrario, el chavismo se ha declarado enemigo abierto de ésta. Ello debido al odio visceral que tiene por el sistema económico de libre mercado (capitalismo), para promocionar el sistema económico socialista, que como sabemos es marcadamente estatista. Esta guerra abierta contra el capital privado aunada al control de cambio de divisas, y a la política de inamovilidad laboral, ha colapsado a la economía del país, de manera tal que ahora somos importadores de casi todos los rublos de la cesta básica alimentaria del venezolano. En consecuencia, actualmente tenemos graves problemas financieros que resolver, no obstante los altos precios del petroleo. A saber:

I) La inmensa deuda interna y externa, considerada por algunos como impagable. II) La alta inflación existente, la cual se desatará a principios de año, y posiblemente llegue a ser de 2 dígitos altos. III) El fuerte desempleo, hoy día disfrazado y adulterado por la oficina de estadísticas del gobierno, que podría llegar a ser de 2 dígitos bajos. IV) La necesidad inmediata de emprender obras nacionales de envergadura en infraestructura. V) La carga económica fiscal que se ha indilgado el gobierno con tantos planes asistenciales para la población. VI) La inmensa corrupción que existe en el gobierno, que se aceleraría. VII) La inamovilidad laboral que en lugar de ayudar, ocasionaría el cierre de comercios y empresas medianamente productivas. VIII) El alto costo de la política de puertos para comprar alimentos y bienes de servicio que antes producíamos. IX) Las medidas económicas a aplicar próximamente, que sin duda producirán gran malestar en la población pobre. X) La vulnerabilidad de PDVSA, incapaz de crecer y garantizar más ingresos, al punto que estaría importando gasolinas y derivados a un costo exorbitante, por productos que antes producíamos en el país.

El chavismo colapsará cuando el propio pueblo chavista, se dé cuenta de que ha sido engañado. Cuando las esperanzas del pueblo estén troncadas y ya no tengan razón alguna para alimentarlas. Cuando el pueblo se entere que las políticas públicas chavistas han sido un total fracaso. Cuando el gobierno no pueda pagarles lo que les adeuda. Cuando el gobierno tenga que cerrar “misiones” y “ayudas”, por la imposibilidad económica de mantenerlas. Cuando las inmensas colas para adquirir alimentos lleguen a niveles inaceptables. Cuando las ollas de la corrupción se destapen y salgan al conocimiento público con detalles. Cuando el poder adquisitivo del pueblo que hoy apenas les alcanza para comer, mañana se desintegre. Cuando el pueblo empiece a pasar hambre de verdad. Cuando se sepa la verdad de todo.

El gobierno culpa a los sectores de la oposición por desestabilizadores, lo cual es una falacia, dadas las demostraciones fehacientes y permanentes que ha dado ésta, de buscar salidas electorales. Cuando el chavismo de base despierte y se encuentre con la verdadera realidad de la situación del país, lo que quede del chavismo tendrá que acusarles a ellos también de desestabilizadores, porque sin duda alguna, protestarán, se amotinarán y se violentarán exigiendo un nuevo gobierno. Eso sucederá muy pronto, más temprano que tarde.

martes, enero 01, 2013

La gran pesadilla del venezolano


La “revolución bolivariana” se edifico en base a mentiras, revanchismo, populismo, odio, corrupción, improvisaciones e ilegalidades. Muchos creemos, que ésta caerá estrepitosamente, cuando su líder desaparezca o merme su capacidad para ejercer el mando, debido a la gravedad del estado de su salud. Solo el presidente Hugo Chávez, dado su liderazgo y enorme poder que se ha endilgado, pudiera garantizar ejercer por algo más de tiempo, el control del CAOS gubernamental que nos afecta a los venezolanos, el cual empeora cada día.

No existe la constitucionalidad necesaria, que garantice la gobernabilidad en el destino inmediato de Venezuela. Todos los Poderes del Estado sin excepción, están penetrados por la mediocridad, la amoralidad, la parcialidad, el fanatismo, los intereses económicos y la indolencia. O sea, que los venezolanos estamos en la presencia de un vacío de poder generalizado, consecuencia de las políticas y decisiones gubernamentales erradas y estilo de gobernar totalitario, donde cualquier cosa podría pasar en muy breve tiempo.

El país está secuestrado por la mediocridad, y los intereses internos y foráneos que en estos momentos luchan decididamente por sus privilegios y posiciones. La lucha soterrada que se desarrolla, pareciera ser feroz y brutal. El interés foráneo del gobierno comunista de Cuba, pareciera que jugará un rol fundamental en nuestro destino inmediato, con la anuencia y permisividad del gobierno bolivariano. Se dice, que las FANB adelantan movimientos militares preparatorios, con participación de civiles y militares cubanos, para contener y aplastar cualquier tipo de manifestación que pretenda poner en peligro a la revolución bolivariana.
Estamos a la espera de una decisión que no depende de alguien en particular, puesto que estaría en manos del destino. De Dios depende el futuro de Venezuela. Si le da vida, si deja que fallezca, o si le permite vivir incapacitado para gobernar. Todos oramos para que Dios decida sanar y prolongar la vida al presidente, para que éste termine de gobernar. Esa seria la solución humana y piadosa esperada por la oposición. Cualquiera de las otras dos soluciones sería indeseable, impredecible, peligrosa, y hasta pudiera convertirse en sangrienta.

Muy pocas veces, Venezuela ha empezado un nuevo año con tanta incertidumbre y angustias entre su población. El liderazgo de todas las tendencias pareciera estar petrificado, y/o a la espera de lo que Dios decida hacer. Hay como una barrera invisible que impide ver o predecir lo que sucede entre bastidores en el seno de los factores de poder civil y militar.

El gobierno se ha negado reiteradamente el permitirle a toda Venezuela, estar informada veraz y oportunamente en detalle, sobre el estado real de la salud del presidente Hugo Chávez. Hoy vivimos en base a rumores, los cuales abundan de todo tipo, unos más pesimistas que los otros. La guerra sucia arrecia, empeora y se hace más patética.

Ante este panorama tétrico que se cierne sobre nuestro país, los venezolanos intentamos seguir nuestras vidas como si nada estuviese ocurriendo. Fingimos contrarrestar esta tragedia con acciones rutinarias como lo hacemos cada día normal. Reímos, bailamos, hacemos chistes, viajamos, tomamos, escribimos y hacemos planes para el futuro. No obstante, sabemos que estas vivencias no son espontaneas, e internamente rogamos que esto que estamos viviendo, resulte ser una gran pesadilla pasajera que vivimos soñando despiertos.