lunes, noviembre 18, 2013

Modalidad delictiva electorera

Estafar abiertamente a los comerciantes para cumplir con su acostumbrada jornada, días previos a una jornada electoral, de “regalar” artefactos eléctricos y domésticos a los partidarios del chavismo para que continúen apoyando a ese grotesco proyecto socialista populista del siglo XXI, es la nueva modalidad que el régimen de Venezuela acaba de poner en práctica, para continuar con la destrucción institucional, política y moral del país.
Con la excusa de que comerciantes (algunos casualmente simpatizantes del régimen) están abusando escandalosamente con la fijación de precios a artículos no regulados, el presidente de la república, Nicolás Maduro instruyó al ejército y aupó a los simpatizantes del chavismo para que saquearan a la empresa DAKA y rematasen a precios muy por debajo de los existentes, todos los artículos existentes en los anaqueles de dicho negocio. Las imágenes aparecidas son grotescas y aberrantes, dignas de una nación bananera del tercer mundo.
Como es sabido, el régimen venezolano viene practicando desde hace varios años, la costumbre de “regalar” artefactos electrodomésticos a un sector muy especifico de la población, unos días antes de la realización de una disputa electoral. 
Se ignora cuánto se gasta en estos eventos, pero se supone que son cifras multimillonarias que provienen de fondos específicos que tiene el régimen destinado a estos actos totalmente ilícitos, que se producen ante la vista gorda de los demás organismos del Estado venezolano. Son tan descarados los “camaradas”, que a estos gastos los califican y clasifican como de inversión social.
Ante la situación económica caótica que vive Venezuela por la reducción drástica de los ingresos, la merma en la disponibilidad de dólares, el aumento gigantesco de las deudas y el colapso del aparato productivo, como consecuencia de la forma irresponsable como el régimen ha conducido la economía y las políticas públicas, han obligado a éste a utilizar otra forma de subsidiar a estos sectores populares, para lo cual han decidido que éstos gastos los subsidien los comerciantes “tramposos” para cumplir su compromiso de ofrecer dádivas generosas a lo “Robin Hood”, para la compra de votos. El presidente continúa anunciando medidas drásticas de intervención a otras empresas y las está obligando a que ganen lo que el régimen piense que es “justo” ganar.
Todo indica que la propiedad privada estaría en vías de desaparición y las libertades a punto de ser suspendidas, tal como es costumbre en las naciones que practican el sistema político comunista. Realmente la situación es de mucha incertidumbre y de malestar generalizado alimentado con toda clase de rumores y expectativas sobre los escenarios políticos factibles de ocurrir.

Las próximas semanas previas a las elecciones municipales serán de gran tensión para el venezolano dada la forma violenta e ilícita como el régimen pretende resolver los problemas económicos y sociales. Ahora, con la ley habilitante aprobada a lo “macho” y según palabras de N. Maduro “no lo para nadie”, las posibilidades de que se produzcan mayores abusos del régimen son enormes. Esperemos, analicemos y veremos cómo sobrevivir. ¡Peor situación, imposible!

lunes, noviembre 11, 2013

El absurdo TABÚ de la privatización

Uno de los grandes tabúes en Latinoamérica es el de las privatizaciones de empresas que normalmente deberían ser desarrolladas, administradas y dirigidas por el capital privado en cualquier nación con un sistema de gobierno democrático.

No es en vano que la gran nación norteamericana de EE.UU., ha sido por muchísimos años la abanderada en desarrollo industrial, avances tecnológicos y en crecimiento económico, gracias a que permiten que el capital privado se encargue de crear industrias, para éstas que produzcan bienes y servicios y contribuyan con la economía del país, paguen sus respectivos impuestos, y además contribuyan en educación, deportes y en necesidades sociales básicas del pueblo norteamericano.

Por esta peculiar y lógica delegación de tareas, donde el capital privado se encarga del desarrollo económico y el ESTADO se encarga de garantizarlo, facilitarlo, guiarlo, regularlo y establecer leyes y controles para evitar excesos, a los EE.UU. les ha ido muy bien, yo diría que excelente.

Después de dos siglos de liberados de los imperios que nos invadieron en la época de la colonia, los latinoamericanos no hemos querido aprender las cosas positivas de los EE.UU., que nos hubiesen permitido liberarnos económicamente y tener mejores resultados y oportunidades de crecimiento en general. Pareciera que nuestro rol es el de criticar y bloquear sin sentido, las iniciativas de los norteamericanos,  viendo solo el lado oscuro de éstos e ignorando su lado bueno.

Pudiera afirmarse, que el rol del Estado norteamericano es mucho menos ambicioso que el rol de la mayoría de los Estados latinoamericanos, muchos de los cuales se convierten erróneamente en “totalitarios” y además pretenden inmiscuirse en todas las actividades de la vida nacional de cada país, sin dar respiro a las actividades, la creatividad e iniciativas privadas, las cuales pretenden controlar férreamente, como si el país les perteneciera en exclusividad  a los políticos.

En Venezuela vivimos una "socialización" extrema de la economía y de la política. Pereciera que el modelo a seguir es el cubano, cuya economía socialista está por los suelos y su sistema político comunista es el más represivo, perverso y autoritario en toda Latinoamérica.

El gran orgullo de la revolución cubana es el de haberse liberado del capitalismo, y como nación sentirse “soberana”, sin importar el hambre y penurias que vive silenciosamente su población adoctrinada y apaciguada a golpe de fusilamientos. El gobierno venezolano trabaja intensamente en lograr el objetivo cubano y quizás emularlo. Una verdadera locura cuyo costo es ya excesivo.

Hablar en Venezuela de privatización y economía de libre mercado es algo parecido a un gran tabú. La versión del gobierno sobre privatización y economía libre de mercado es distorsionada y satirizada constantemente. Es divulgada a sus seguidores y a toda la nación por televisión, radio y prensa. La campaña pareciera ser tan efectiva, que ni a lo oposición se le ocurre hablar de privatizar industrias y empresas estatales quebradas que dan pérdidas, por miedo a que les califiquen de oligarcas y en definitiva se ahuyenten los votos de quienes tienen miedo a ésta.

Pareciera que el rendimiento económico, la generación de empleos, la productividad, las ganancias, el crecimiento, la producción, costos justos de producción y demás indicadores económicos usuales en las empresas del sector privado, son eclipsados por la palabra “nacionalización”, que como sabemos implica “subsidio”, “corrupción” y “pérdidas económicas.

En Venezuela existe excesiva demagogia en proteger en demasía al ciudadano mediante dadivas directas, o indirectas vía subsidio, en servicios tales como: Telefonía, alimentación, agua, electricidad, energía, hospitales, escuelas, universidades, peajes en autopistas, transportes públicos, aseo urbano, hoteles, líneas aéreas, teleféricos, etc. Con economía tan subsidiada e insincera ningún país puede desarrollarse adecuadamente. Sería más prudente y conveniente nacionalizar solo a empresas “estratégicas” y algunos servicios básicos. El resto de empresas  dejarlo a la inversión privada, para lograr mayor desarrollo industrial, pleno empleo, diversificar la economía, lograr mayores ingresos al país y permitir así sincerar salarios y precios y lograr mejor armonía económica, recuperando el valor real de nuestra moneda. Vaya TABÚ el que tenemos.

La siguiente es una tabla comparativa entre empresa privada y estatal  la cual se explica por sí sola. En ella se destacan las diferencias sustanciales entre ambos tipos de empresa, que no dejan lugar a dudas sobre las ventajas para el país de la empresa privada sobre la empresa estatal.


FACTORES COMPARATIVOS ENTRE EMPRESA PRIVADA VERSUS EMPRESA ESTATAL
FACTORES DE COMPARACIÓN
TIPO DE EMPRESA
PRIVADA
ESTATAL
Accidentes de trabajo
Ocasionales
Comunes
Ausentismo laboral
Siempre Menor
Siempre Mayor
Calidad del personal
Privan los méritos
Priva la lealtad al gobierno
Calidad del producto/servicio
Por lo general mejor
Por lo general peor
Cantidad de personal
El óptimo necesario
Generalmente excesivo
Control de calidad
Por lo general bueno
Por lo general mediocre
Corrupción
Se controla la corrupción
Se facilita la corrupción
Costos de producción
Por lo general óptimos
Por lo general altos
Desarrollo de personal
Generalmente bueno
Por lo general inexistente
Gerencia
Por objetivos, la mejor
Politizada y mediocre
Impuestos sobre la renta
Cumplimiento  cabal
Generalmente en mora
Mantenimiento
Generalmente programado
Generalmente improvisado
Nuevas inversiones
Cuando hacen falta
Politizada y lenta
Productividad
Generalmente alta
Generalmente baja
Rentabilidad
Mayormente rentable
Por lo general da pérdidas
Seguridad laboral
Estable
Inexistente
Tamaño de la empresa
Depende de la demanda
Depende de los “guisos”
Tecnología
Generalmente actualizada
Generalmente desactualizada

martes, noviembre 05, 2013

La engañosa polarización en Venezuela

Desde el mismo inicio del gobierno de Hugo Chávez, en Venezuela se viene hablando y aceptando que existe una polarización ideológica entre la ciudadanía del país. Quizás al principio de este gobierno, cuando se hablaba de democracia y de valores democráticos se hubiese podido aceptar esa engañosa apreciación de que vivíamos en un país polarizado.

Han pasado 15 largos años desde entonces y en Venezuela se sigue hablando de polarización, la cual se me ha ocurrido calificarla de engañosa, porque para mí no existe tal polarización. Mi principal argumento para negar tal polarización, es el de que para que exista polarización ideológica en un país, este debe vivir en plena y real democracia.

En países maduros y desarrollados como los de EE.UU., Inglaterra, Francia, Italia, España, etc., por solo nombrar algunos, se puede hablar de polarización, que a lo largo de su vida electoral, se turnan los gobiernos dependiendo de la eficacia de estos en el poder. La actividad política de éstos, se desarrolla entre conservadores y liberales, entre izquierdas y derechas, o entre demócratas y republicanos. Estos son países que viven eternamente polarizados ideológicamente, pero viven en plena democracia, lo cual establece una diferencia bien clara respecto a la situación de Venezuela.

Cuando se habla de polarización política en un país democrático, existe una decisión sincera y desinteresada por parte de la ciudadanía para preferir alguna de las dos tendencias. Por lo general, la decisión se toma por el convencimiento pleno  de esta persona sobre cual considera ésta es el mejor programa de gobierno que ofrecen ambas tendencias.

Usted jamás verá en estos países mencionados arriba que los partidos políticos regalen artefactos domésticos a los votantes para comprarles la conciencia y voten por su preferencia. Jamás se verá a gobiernos en ejercicio pedirle a sus empleados públicos que voten por el gobierno so pena de despedirlos. Jamás se verá a un gobierno despedir a un empleado porque sospecha que voto por el otro candidato.

Decir que Venezuela está dividida entre comunistas y/o socialistas y demócratas siempre ha sido incierto y engañoso. Antes de que Hugo Chávez se declarara marxista leninista y abrazar la causa del socialismo, que el caso de Venezuela es un simple comunismo el que pretenden imponer, el venezolano prefería la democracia  al comunismo o marxismo leninismo en un 80%.

Lamentablemente, la misma ignorancia del pueblo, aunada a sus inmensas y numerosas necesidades, tiene la costumbre y preferencia de votar por quién les ofrezca más.  En el caso actual, han preferido votar por el gobierno, dada la cantidad de dádivas que recibe a través de  programas de ayuda diseñados y dirigidos claramente a los más necesitados, lo cual ha establecido una especie de dependencia paternalista del gobierno. Esta persona no está votando por una ideología comunista, está votando para alimentar, vestir y educar a su familia. Tiene temor a que los próximos gobiernos cambien estas líneas de políticas públicas por otras desconocidas que les excluya y les nieguen esos beneficios logrados con el chavismo.

Es engañoso hablar de polarización en la actual Venezuela, cuando los poderes del Estado tales como la Asamblea Nacional, el CNE, la Fiscalía, el TSJ,  la Defensoría del Pueblo,  y la Contraloría estén secuestrados por el Poder Ejecutivo y sigan al pie de la letra las directrices emanadas de éste.

Es incorrecto hablar de polarización entre el gobierno y la oposición, cuando el sector gubernamental viola la constitución de la república y el otro lo respeta y acata. Es incorrecto hablar  de polarización, cuando la justicia venezolana acusa y condena a un diputado para sacarlo de la Asamblea Nacional y convocar a su suplente, para que éste supuestamente, vote por la ley habilitante que solicitó Nicolás Maduro. Es incorrecto hablar de polarización, cuando el presidente de la Asamblea Nacional exhorta a la militancia chavista a tomar aquellas empresas que se nieguen a trabajar con pérdidas, y/o incumplan con exigencias caprichosas del gobierno.

Podrán existir polarizaciones ideológicas entre izquierdas y derechas, entre republicanos y demócratas, entre conservadores y liberales en países democráticos. Es lo que por lo general las costumbres y tendencias indican.

Jamás se podrá observar polarización ideológica entre comunismo y democracia. El comunismo fue políticamente derrotado nivel mundial a finales del siglo pasado. Por sus altas deficiencias e inviabilidad económica de perdurar sosteniblemente en el tiempo es de esperarse que nunca jamás se vuelva a convertir en una amenaza para el mundo civilizado y democrático.

Tal es el caso de la engañosa polarización que se pretende disfrazar en Venezuela, entre democracia y comunismo.  Desde hace varios años el gobierno se declaró marxista leninista e intento y aún lo sigue intentando en cambiar la constitución democrática de Venezuela, para convertir a Venezuela en un satélite comunista del gobierno de Cuba. Hasta ahora su proyecto revolucionario comunista les ha funcionado a medias.

Para mantenerse en el poder, han coartado derechos y libertades, han militarizado a Venezuela, se han adueñado de instituciones como el Banco Central y PDVSA para mantener un flujo económico suficiente de dinero que les permita comprar conciencias internas y externas para implantar su tan ansiado comunismo. En tales condiciones de secuestro, es imposible hablar de polarización.

Sin embardo, cometieron dos grandes torpezas que les está costando mantenerse en el poder por mas tiempo. La primera, haber destruido el aparato productivo de Venezuela, preparando el terreno para la nacionalización de todas las industrias del país. El segundo, haber destruido la gallina de los huevos de oro conocida como PDVSA, sin la cual es imposible financiar tal proyecto.


A partir de allí, lo demás desastres han venido como consecuencia directa de estos dos grandes errores. Las indetenibles devaluaciones, los endeudamientos desbocados, la inexorable inflación, el alto costo de la vida, la falta de dólares y el deficiente control cambiario, siguen avanzando inexorablemente. Por lo anteriormente expuesto hablar de polarización es engañoso.