jueves, octubre 22, 2015

Sin escrúpulos, sin vergüenza y sin control

Ayer, en un programa de CNNE, la periodista Patricia Junot hacia un programa especial de las elecciones presidenciales en Argentina, y entre otras tantas cosas asociadas a tal elección,  informaba que esa nación tiene cerca de 40 millones de votantes y una cifra cercana de votantes de 32 millones. Tales cifras llamaron poderosamente mi atención, puesto que en un rápido cálculo me percaté que el 80% de los habitantes legítimos en esa nación. Estarían habilitados para votar.

De esa disparidad absurda, saqué cuatro conclusiones: I) La población de Argentina es una nación extremadamente vieja, con una juventud exigua en plena etapa de extinción. II) Se permite la votación a menores de edad, que según mis cálculos, hasta los niños de 10 años pueden votar. III) El registro electoral está alarmantemente  adulterado, y allá votan hasta los gatos. IV ¿Será que jamás ha sido depurado y están inscrito hasta los muertos?

Dentro de esas reflexiones, recordé que los países de Argentina, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, hicieron una copia al carbón de las practicas electorales fraudulentas que utiliza el consejo Supremo Electoral de Venezuela (CNE) desde que el chavismo llegó al poder en 1999. No solo eso, al parecer en Argentina lo han superado en cuanto a fraudulencia se trata.

Quizás eso explica el porqué, después de tanto daño hecho a la economía, a la sociedad,  a la democracia y a la institucionalidad en esa nación por el kirchnerismo, actualmente en las encuestas aparezca como favorito para ganar las elecciones presidenciales un ex alto funcionario de esa tendencia política en los gobiernos  de Néstor Kirchner y el de Cristina Kirchner.

La presidencia vitalicia que persiguen los gobiernos  mencionados arriba (Argentina, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela) añadiendo a Cuba por supuesto, quién ha estado gobernada por más de 50 años por los hermanos Castro a nombre de una revolución socialista, no es una simple coincidencia. Se trata de un plan continental concebido en el seno del Foro de Sao Paulo, con sede en Brasil. Después de Cuba, el régimen chavista de Venezuela fue el segundo gobierno de Latinoamérica que se declaró públicamente de ideología marxista leninista.

¿Cómo explicarse que con tanto daño que han hecho a sus respectivos países, estos gobiernos impregnados de una ideología política absurda, rancia, fracasada y obsoleta, aún tenga vigencia en esta región del mundo, donde la democracia ha estado presente por décadas, por demostrarse que es el mejor sistema de gobierno que podemos darnos los habitantes latinoamericanos?

Ese mérito, si es posible y lógico utilizar esta expresión en este caso, es atribuible al desmesurado odio de Fidel Castro a los EE.UU., a su sistema democrático de gobierno y a su sistema económico de libre mercado o capitalismo. Por supuesto, que Cuba no ha estado solo en este complot internacional. No olvidemos que las potencias enemigas de la democracia, más prominentes del mundo, como China y Rusia, han estado permanentemente detrás de este complot, beneficiándose política y económicamente  del mismo.

Pensar que el kirchnerismo a través de la figura de Scioli, pueda ganar fraudulentamente  la presidencia en Argentina y continuar con sus políticas destructivas de la democracia y de sus instituciones, me parece inconcebible y extraño.  Esto, debido a que con tantos escándalos políticos, de corrupción de abuso de poder, de enriquecimiento ilícito, de falta de institucionalidad, de alianzas internacionales macabras, que ha habido en los gobiernos kirchneristas, suena extraño que el pueblo argentino continúe dándole apoyo a un proyecto político sin brújula y sin sentido  que ha hecho tanto daño a la Argentina y a su democracia. ¡Qué tristeza que esto pudiera suceder!

El registro electoral argentino, donde un 80% de la población estaría habilitada para votar, genera la siguiente pregunta: ¿Esta la sociedad argentina consciente del fraude que esto significa? ¿A estas alturas de las elecciones, a realizarse el próximo fin de semana, se podrá pedir una revisión de tal registro? ¿Cómo es posible que se haya llegado a esta situación de inmoralidad sin que la oposición política argentina lo haya percibido y/o denunciado?

En Venezuela sabemos que el CNE hace trampas, que favorece al partido de gobierno en las elecciones. Lamentablemente, en nuestro país hemos llegado a aceptar pasivamente, que los poderes del estado sean controlados por el poder ejecutivo, lo que es igual a decir que el Estado venezolano es el poder ejecutivo, quién además tiene el apoyo incondicional de la Fuerzas Armadas.

Es decir, en Venezuela el sector político opositor no tiene instituciones a las cuales acudir en caso que sus derechos y libertades sean violados. Solo tenemos a las instancias internacionales a las cuales el gobierno no atiende, y de paso,  las irrespeta y se burla de ellas. Tengo entendido que en Argentina eso no sucede en todas las instituciones del país. Que aún se puede apelar a algunas instancias, por ser éstas independientes del poder ejecutivo.


Al menos que las instituciones internacionales que trabajan en favor de las democracias, como la OEA, intervengan y sancionen a las naciones que se salen del marco legal durante los actos electorales, la situación en Latinoamérica, seguirá resquebrajándose, para dar paso a gobiernos forajidos que actúan sin escrúpulos, sin vergüenza y sin control.

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