lunes, julio 26, 2010

El gobierno de Venezuela debería negociar en lugar de manipular o chantajear.

La inocultable verdad de que el gobierno venezolano protege a los narco terroristas, y los considera sus aliados ideológicos y punta de lanza en lo militar, para su plan expansionista del proyecto comunista en Latinoamérica, no le deja a Venezuela otra opción que no sea la de negociar.
Acusar a Colombia y esperar que UNASUR la condene por haber desenmascarado al gobierno venezolano ante el mundo, por estar jugando sucio, con dos roles antagónicos al mismo tiempo, como lo son la subversión y la democracia, no prosperará, y lo más seguro, es que el gobierno venezolano salga políticamente más debilitado de esa próxima confrontación diplomática.
Provocar a Colombia para que se genere una guerra entre las dos naciones hermanas es una locura. En primer lugar, militarmente, Colombia tiene todas las de ganar, aún cuando la apoyen Bolivia, Ecuador y Nicaragua, únicos países latinoamericanos que se atreverían a hacerlo, por lo irracional de sus gobernantes, quienes se parecen mucho a Chávez en lo de actuar emotiva e irracionalmente. En segundo lugar, esa guerra daría pié a que EE.UU tenga una excusa perfecta para participar en ella e invadir a Venezuela, lo que sería muy triste y lamentable que sucediese.
La solución de intentar seguir jugando a las dos posiciones ambiguas, con el presidente colombiano Juan Manuel Santos, y esperar a que éste haga las paces con el gobierno venezolano, sin que el mismo defina su rol condenatorio a las narco terroristas y cumpla con su responsabilidad de combatirlas en territorio venezolano, tampoco prosperaría. La ruptura de relaciones se mantendría indefinida, con los enormes daños colaterales económicos a ambas naciones, donde Venezuela tiene más que perder, debido a la gran merma que ha sufrido el aparato productivo venezolano en éstos últimos 11 años.
Chantajear a los EEUU., amenazándolo con retirarle el suministro de petróleo, es una gran irresponsabilidad, dada la gran importancia que esta nación le da al tema energético, que por lo que entendemos, es un problema de estado para ese poderoso y desarrollado país.
Un asunto que el presidente venezolano debería aprender de una vez por todos, es la evitar hacer uso del petróleo para fines políticos. El petróleo es muy inflamable, y por él, se han desatado guerras y derrocamientos de gobiernos, que se decían muy fuertes y nacionalistas, y quienes no sabían administrar su uso y distribución. Tal como lo dije en un escrito anterior, pudiera llegar el día, en que el petróleo – por su vital importancia – pueda sea considerado como un patrimonio universal, y los esquemas actuales de su manejo y distribución pudieran cambiar.
Aún cuando negociar no es precisamente una virtud o fortaleza personal del presidente Hugo Chávez ni de su gobierno, sin duda alguna, que es la única opción que le queda, para mantener la gobernabilidad en el país y evitar males mayores para el Venezuela. Mentir, manipular y chantajear, pareciera ser que ya no le dan tan buenos resultados a Hugo Chávez, como antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario