Mucho se ha hablado
y escrito sobre como debe resolverse la gravísima situación política, económica
y moral en venezolana. La gran mayoría de los factores políticos que opinan
sobre el tema, creen que dado que este es un problema interno, debe resolverse
internamente entre los venezolanos. Desde ese punto de vista al parecer ese
razonamiento pareciera ser correcto y lógico. No obstante existen aspectos de
este problema que son sub estimados y dejados a un lado, cuando se argumenta de
esa manera. Nos olvidemos de la presencia permanente, injerencia e intereses
políticos y económicos de Cuba en Venezuela; que resulta ser un evidente y gran
obstáculo para una solución negociada o pactada solo entre venezolanos.
En primer lugar, el
marxismo leninismo que ha estado intentando el gobierno venezolano introducir
en la nación, no es una iniciativa de Hugo Chávez ni de Nicolás Maduro ni de
ninguno de los lideres prominentes del chavismo; puesto que esta es una vieja iniciativa y sueño del difunto Fidel Castro y su revolución desde los años
60 del siglo XX., que no han podido concretar. Existen documentos y versiones
de lideres políticos aun vivos que lo comprueban y demuestran. A Cuba no le
interesa que el conflicto venezolano lo resolvamos solo los venezolanos, porque
seguramente, se quedarían sin ayuda económica desde Venezuela y pondría en
peligro la propia estabilidad política del gobierno de Cuba.
Es mas, no solo el
gobierno de Cuba, enemigo político de los EE.UU., está apoyando al gobierno
totalitario de Nicolás Maduro. También lo apoyan los gobiernos de Rusia, China
Corea del Norte, Siria, Irán, y demás gobiernos enemigos políticos de los
EE.UU. Recordemos que Venezuela le declaró la guerra al capitalismo y al
imperialismo norteamericano. Esta dura y trágica verdad, debe llamarnos a la
reflexión a los venezolanos y latinoamericanos en general para que abramos los
ojos, y reflexionemos sobre como protegernos de esa invasión marxista leninista
que se ha apoderado de parte del territorio americano. Por supuesto, los
EE.UU., deben estar al tanto de estas amenazas políticas y económicas para la
democracia mundial.
Es mas, EE.UU., no
tendría ni por que justificar ante el mundo, una intervención en Venezuela,
puesto que el gobierno de Venezuela ha violado leyes internacionales fomentando
el narco trafico en nuestro propio país, en detrimento de millones de personas en
el mundo civilizado a las que se está afectando en su salud, por el consumo
masivo de drogas que se les envía desde América Latina y Asia, como parte de la lucha política
mundial, con el propósito de debilitar física y moralmente a sus enemigos
políticos, los pueblos europeos y norteamericanos. Hoy día el narcotráfico ha
sufrido una gran transformación. Se usa normalmente para hacer fortunas y
políticamente para causar daño a los enemigos del radicalismo político. El gobierno de Cuba viene usando esas
estrategias desde hace 6 décadas.
Nuestro problema
dejo de ser solo interno en lo político y en lo comercial. Es un problema
global que atañe a Europa y América. Además de los factores mencionados, es
bueno recordar que el estado islámico, ha declarado la guerra a los países
desarrollados de Europa y de América. Como sabemos, el gobierno de Venezuela,
ha tenido o tiene lazos con terroristas mundiales a quienes incluso se les ha
proveído de pasaportes y cédulas de identidad venezolanas.
Recordemos que el
presidente Barak Obama califico al gobierno de Venezuela como un peligro para
la seguridad de los EE.UU. Es difícil precisar porque lo dijo, pero muy
posiblemente habrá analizado los aspectos acá referidos, a los cuales
aparentemente, no se les ha puesto tanta atención. Al menos tengo esa
impresión.
Como venezolano,
prefiero por una solución pacifica entre solo venezolanos. No obstante, lo veo
difícil que se logre. Sin embargo
continuó rezando y contribuyendo para que lo logremos como pueblo unido
sólidamente. De lograrse, pasaríamos a la historia como un pueblo que logró
(sin armas) salir de una engorrosa y tremenda situación nacional; y de paso
contribuir con las naciones civilizadas en eliminar - o al menos atenuar - las
amenazas que se cernían sobre éstas.
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