Pareciera ser,
que solo el zar del petróleo en Venezuela, Rafael Ramírez, y un grupo íntimo de
la presidencia del régimen, conocen las verdaderas razones para vender Citgo. Es
muy extraño y difícil de entender, que una empresa estratégica y rentable que genera
divisas (con tanta falta que hacen), y que además es alimentada con parte del
crudo pesado venezolano, difícil de colocar en el mercado internacional (a
buenos precios), sea vendida. Necesariamente, debe existir una justificación
importante e irrefutable para proceder a venderla.
Algunos
analistas y conocedores del negocio petrolero, se han adelantado a opinar que la
venta se debe a una precaución del régimen de Venezuela, en el caso de que éste
sea obligado, por las leyes internacionales, a indemnizar a algunas empresas
petroleras tras-nacionales, por acciones espasmódicas de varias expropiaciones hechas
en territorio venezolano en perjuicio de éstas. Se dice que las sentencias
sobre estos casos están por darse.
Otra versión explica
que, quizás se deba a que el régimen estaría tocando fondo en sus finanzas y la
disponibilidad de efectivo sea cada vez más crítica, urgente y necesaria; lo
que aunado a las dificultades de seguirse endeudando obligan a salir de activos
costa afuera, no tan vitales para el país, que además PDVSA no está en
capacidad plena de administrar con excelencia.
Algunas otras
opiniones especulan, que esta venta es producto del arreglo entre China y
Venezuela, según la cual el último préstamo concedido a Venezuela, obliga a
ésta a entregarle más crudo pesado a China en el corto plazo, y una de las
escasas vías para cumplir con ello, sería dejar de enviar crudo a Citgo, para
cumplir con las exigencias de China.
Finalmente, dado
el misterio y hermetismo sobre el caso, se pudiera plantear que, el verdadero
propósito de Venezuela es el de venderle
Citgo a China, para que ésta tenga un frente económico, comercial y/o político (punta
de lanza), en el mismo corazón de América. Dudo que las leyes y el gobierno
norteamericano permitan esta operación. Sin embargo, existen mecanismos
internacionales viables para realizarla a través de empresas amigas de China y de
los EE.UU. ¿Quién sabe?.... ¡Todo es posible en el mundo de los grandes
negocios!
Una cosa si es
cierta. Tal como lo han manifestado algunos distinguidos expertos petroleros y
economistas, al menos que exista una poderosísima razón, la cual aún no se
vislumbra por ningún lado, vender o
salir de Citgo es una verdadera torpeza económica, tanto del punto de
vista petrolero, como del punto de vista económico. Peor aún, si las razones
son políticas, para lograr mayor alejamiento ideológico de EE.UU. y mayor
acercamiento a China. De ser así, la medida debe ser consultada en un
referéndum transparente al pueblo de Venezuela, que de realizarse, dudo resulte
en una victoria para el régimen.
La opinión
pública nacional e internacional espera con relativa impaciencia el resultado
de este anuncio. Por ahora se ha informado que no se han presentado ofertas
(cosa extraña), pero seguramente ya se presentarán, de manera tal que, las
dudas e interrogantes respecto al tema
sean aclaradas. Es de esperarse que impere la sensatez, y no se le eche más
leña al fuego, para la tranquilidad de toda Venezuela. Dios salve y proteja a
Venezuela y a su pueblo.
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