lunes, julio 21, 2014

¿Qué buscan China, Rusia y sus compinches en Latinoamérica?

Todo país tiene todo el derecho a globalizarse como la mayoría de los países desarrollados y en crecimiento, dado que es el medio más expedito para participar en oportunidades de negocios para el beneficio de sus pueblos. Esa podría ser una respuesta correcta a la pregunta del escrito.

Cuba, Rusia, China, Corea del Norte, Irán, Siria; así como los demás países, enemigos ideológicos del capitalismo pero muy amigos al hacer negocios y enriquecerse mediante el uso de éste, tienen el derecho de buscar soluciones a sus problemas económicos y sociales – que los tienen en demasía – con países de cualquier región del mundo que esté de acuerdo y negocie con ellos.

A lo que no tienen derecho estos países con gobiernos comunistas, extremistas y/o totalitarios, es el de utilizar las diferencias ideológicas entre comunismo y democracia o entre religiones; para azuzar, perseguir, crear o alimentar conflictos políticos y bélicos en Latinoamérica a solicitud de los inadaptados izquierdistas extremos de la región, bajo la influencia ideología del marxismo leninismo o del terrorismo musulmán, u otro tipo de ideología ultra nacionalista o totalitaria.

Sin embargo, la pregunta se hace dada la frescura de la crisis política desarrollada en Ucrania, donde el protagonismo de Rusia ha sido tan determinante que nos hizo revivir por unos días los tiempos de la dictadura comunista en Europa Oriental. Otros acontecimientos como los de Siria, Irán y Egipto, Libia y Venezuela, donde Rusia y China han marcado  diferencia en sus posiciones políticas respecto a EE.UU y los países occidentales; invitan a pensar que la guerra fría entre la democracia y el comunismo al parecer está lejos de haber desaparecido. ¿Será que se inicia otra fase de ésta guerra fría?

Precisamente, los países bolivarianos del bloque del Alba (Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela), juntamente a Argentina y Brasil, parecieran estar particularmente interesados en acercarse a Rusia y a sus compinches, no solo para conversar sobre economía y negocios; sino que podrían estar interesados en pactos políticos, sociales y/o militares, dada la inminente guerra fría declarada por éstos  países latinoamericanos a los EE.UU. Con una diferencia vital, esta vez los referidos países   latinoamericanos podrían estar del lado de Rusia, China y Corea del Norte.

La  reciente oferta de Rusia a Bolivia de ofrecerse para apoyarlos en el anunciado plan nuclear de ésta nación, la invitación de la presidente de Argentina Cristina de Kirchner a Vladimir Putin, donde posiblemente hablen sobre el petróleo y las Malvinas, y la reciente nueva línea de crédito abierto a Venezuela; no son hechos aislados. Parecieran ser parte de una conspiración contra los EE.UU. y sus aliados.

Aun cuando algunos se ríen con cierto desdén cuando oyen hablar a otros de guerra fría entre comunismo y democracia, en mi opinión, mientras existan naciones con sistemas de gobierno tan incompatibles, siempre habrá guerra fría. Cuando la caída del muro de Berlín, Rusia declaró al mundo la disolución de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). No se disolvió al fracasado comunismo de Stalin, porque aún sienten nostalgia por él, se lo congeló por un tiempo hasta nuevas oportunidades para revivirlo.

Presidentes como Cristina de Kirchner, Evo Morales, Daniel Ortega, Rafael Correa, Raúl Castro, y Nicolás Maduro son ideales para prestarse a acompañar a China y Rusia en cualquier proyecto o aventura que perjudique y/o moleste a los EE.UU. y/o a sus aliados europeos, por solo el placer de contradecir y enfrentar a las naciones democráticas occidentales a las que tanto adversan.

Finalizada la 2ª guerra mundial, Europa y el mundo desarrollado dieron la espalda al comunismo. Esto debido a las aspiraciones de la URSS de obtener botines de la posguerra. Estas posiciones y los recientes acontecimientos totalitarios mostrados por Rusia ante la crisis política  de Ucrania; son razones suficientes para aislar a Rusia del mundo democrático. Ese aislamiento ruso, aunado a las medidas económicas impuestas por los EE.UU. a los líderes de ese gobierno, pudieran motivar al presidente Putin a vengarse de los EE.UU. alborotando a la región latinoamericana como solo los dirigentes comunistas saben hacerlo.

Los pueblos de Latinoamérica tienen el derecho a desarrollarse y crecer económicamente. Para ello, necesitan vivir en paz y tener estabilidad política con gobiernos democráticos, que les garanticen lograr estos viejos anhelos. Alianzas maléficas forzadas, no contribuyen a esa paz.

En democracia existen diferencias ideológicas entre partidos políticos de izquierda, centro y derecha. No obstante estas diferencias ideológicas, tales partidos políticos se encuentren enmarcadas dentro de reglas de juegos comunes e inviolables, como lo son la defensa de los principios democráticos. La ideología política de los partidos comunistas del mundo, se basa en el conocido marxismo leninismo, el cual rechaza y combate los principios democráticos. Esta realidad, dificulta en extremo la convivencia con el comunismo.

Es posible que algunos de los lectores estén en desacuerdo con esta señal de alarma que lanzo al aire, lo cual vengo haciendo desde hace varios años. Sin embargo, ante el inminente acercamiento y coqueteo político de países socialistas de la región latinoamericana con Rusia, China, Irán, Siria, Hamas, Corea del Norte y Cuba; es difícil para cualquier latinoamericano demócrata,  permanecer callado o abstenerme de comentar algo que pudiera significar preocupante y negativo para Latinoamérica; como lo son, su paz regional, sus economías y sus sistemas políticos democráticos.

Combatir a los EE.UU. y al capitalismo como si se tratara de un enemigo al cual hay que destruir, es en mi opinión un craso error, por no señalarlo como una gran idiotez.  Los EE.UU. necesitan tanto de Latinoamérica, como esta necesita de los EE.UU. El hecho de que gobiernos norteamericanos anteriores no hayan tratado esta relación con el debido respeto e interés, no significa que debamos declararle la guerra fría a una nación tan exitosa, trabajadora, emprendedora y defensora de las democracias en el mundo, como los EE.UU.

Lo queramos o no, somos vecinos de esa nación y geográficamente pertenecemos al mismo continente, lo cual debemos entenderlo como una gran ventaja. Aunque cultural y étnicamente tengamos diferencias importantes, el destino ha logrado que tengamos algunas que otras interdependencias que nos unen. Si no hemos sabido dialogar o exigirle a los EE.UU. un trato más justo y de igual a igual, nunca será demasiado tarde para hacerlo.

Ni China, ni Rusia, ni ninguno de sus países adláteres están en capacidad de resolver nuestros problemas económicos, tecnológicos educacionales y sociales, si eso es lo que buscan los promotores del socialismo y marxismo leninismo en Latinoamérica. Tampoco están en capacidad de ayudarnos a industrializarnos ni a desarrollarnos hasta la modernización. Quizás resuelvan los problemas económicos urgentes de algunos países como Argentina y Venezuela, por la falta de liquidez, ya que están en quiebra económica, y no precisamente por culpa de los EE.UU.

2 comentarios:

  1. Excelente artículo, Guillermo. Muy lindo tu blog.
    Retratas la realidad existente entre China, Rusia y demás países comunistas con los rojos rojitos latinoamericanos. ¿Coqueteo entre ellos? Yo creo que van tan en serio como que piensan en un matrimonio. Yo lo he llamado "transculturación" de estos regímenes dictatoriales. En cuanto a "Guerra Fría", ya la tenemos en nuestro país: Democracia vs Comunismo. Ya la sufrimos desde hace 16 años. Esa amenaza roja se extiende por el mundo arañando como una garra a quienes se dejen atrapar.
    Muchos abrazos,

    Myriam

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  2. Excelente artículo, Guillermo. Muy lindo tu blog.
    Retratas la realidad existente entre China, Rusia y demás países comunistas con los rojos rojitos latinoamericanos. ¿Coqueteo entre ellos? Yo creo que van tan en serio como que piensan en un matrimonio. Yo lo he llamado "transculturación" de estos regímenes dictatoriales. En cuanto a "Guerra Fría", ya la tenemos en nuestro país: Democracia vs Comunismo. Ya la sufrimos desde hace 16 años. Esa amenaza roja se extiende por el mundo arañando como una garra a quienes se dejen atrapar.
    Muchos abrazos,

    Myriam

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