Las cartas en el juego de póquer
que vive Venezuela, están echadas. Todos sabemos que cartas tenemos en nuestras
manos. Es tiempo de saber utilizarlas para ganar el partido, sin necesidad de
trampas ni argucias. Solo jugando bien
lo ganaremos. La dictadura venezolana ya esta descubierta, expuesta y
crudamente conocida a nivel mundial. Hasta los propios gobiernos compinches y
alcahuetes que la apoyan, se han dado cuenta de lo difícil y riesgoso que sería
el seguirla apoyándola, so pena de caer en desgracia ante el mundo.
Hemos llegado a descubrir la
verdad de esta malvada, perversa, inconcebible y funesta horrible revolución
socialista, que se dice ser del pueblo y
para el pueblo. Paradójicamente, el pueblo venezolano es quién más sufre esta
perversa revolución marxista leninista. Por más ayuda que logran darle al
pueblo pobre, esta se esfuma mágicamente antes de que les llegue al bolsillo,
por causa de una inflación que no les permite satisfacer sus primeras
necesidades, y está siempre en déficit ante esta monstruosa crisis económica
que nos agobia a las mayorías.
Solo los enchufados y los boliburgueses que viven de la dictadura se salvan de vivir esta horrenda realidad.
Ellos tienen dólares, viajan frecuentemente, disfrutan en grande, ríen con
altisonantes carcajadas, desconocen despectivamente las necesidades de las
mayorías, siguen enriqueciéndose con los dineros públicos, e invierten para
asegurar su futuro y el de sus familias. Los enchufados, continúan endeudando
irresponsablemente al país como si eso fuese un juego, puesto que es lo único
que pueden hacer. Jugar alegremente con una nación.
No tienen ni idea sobre lo que sensatamente
se necesita hacer, para sacar al país de la crisis. Y si la tienen se niegan a
practicarla, dado que eso sería el fracaso y fin del socialismo y de su revolución.
Aceptar, que éste ha fracasado en Venezuela y en el mundo, jamás lo
reconocerán, porque ellos están dispuestos a morir matando. El pueblo
argentino acaba de dar una seria advertencia
al kirchnerismo, uno de sus principales aliados en esta aventura política.
Ante tanta ilegitimidad,
corrupción, ventajismo, desigualdad, ilegalidad, odio, crimen
organizado, lenguajes chapuceros y vergonzosos, incompetencia, desidia, falta
de soluciones, impunidad, etc., no es posible seguir callando y permitiendo que
sigan avanzando en la violación a la patria y a sus ciudadanos. No debemos
seguir callados y fosilizados.
Callar por miedo, por timidez,
por conveniencia, por parálisis, por cobardía, por dudas, o por cualquier otra
razón que se pueda argüir, no nos exonera de la responsabilidad de ser
culpables por omisión, por haber contribuido con esta dictadura a fomentar y lograr el desastre político, social y económico, así
como la descomposición moral a la que
hemos llegado en Venezuela. Es hora de opinar abiertamente, resistir
estoicamente, actuar valientemente y protestar decididamente, a todas estas
provocaciones consuetudinarias de la dictadura Castro comunista, en contra de
la oposición, en este nuevo periodo presidencial.
Por amor a Venezuela, a la
patria, a nosotros mismos, a nuestras familias y hasta por vergüenza propia;
debemos hacer algo al respecto. No importa lo peligroso ni arriesgado, ni
improvisadas que sean las soluciones que concibamos e implantemos para
responder a esta dictadura. Es peor, triste y lamentable seguir callados ante
tanta barbarie y destrucción. Ya somos mayoría política y ciudadana. ¡Fuera la
dictadura castro comunista de Venezuela!
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