lunes, enero 14, 2013

Pensando en Venezuela


Se hace necesaria una reforma a la constitución de la República Bolivariana de Venezuela que solicite a los aspirantes a cargo de elección a la presidencia de la república  un certificado médico, que garantice que la salud de éstos es normal y pueden competir sin temor a que el que resulte electo presidente, se enferme de gravedad  o se muera antes de juramentarse, o al poco tiempo de hacerlo, o en el ejercicio temprano de su gestión.

Es necesario además, limitar el poder del presidente, para cambiar la estructura del Estado,  a objeto de que el gobierno de Venezuela sea menos presidencialista como lo ha sido hasta el presente y que su gestión, sea más colectiva y menos individualizada o personalizada. Es necesario que una nueva constitución garantice la autonomía e imparcialidad de los otros poderes del Estado (Justicia, Legislativo, Electoral y Moral). Igualmente que, la elección de los miembros de estos poderes se realice con menos injerencia e influencia del partido o partidos del gobierno, a objeto de los poderes hagan realmente de contra parte en el control y seguimiento a la gestión del Poder Ejecutivo, para un mejor equilibrio político en la nación.

Dado que con el actual gobierno, convertido en Estado, no se podría aspirar a tales modificaciones, vista la forma retorcida de éste de interpretar la constitución actual, y tomando en cuenta su sectarismo y vocación totalitaria, se sugiere que la misma se lleve a cabo una vez que este régimen salga del poder y que la situación institucional actualmente en caos, se normalice y se pueda confiar en las futuras decisiones del Estado venezolano, para realizar una reforma parcial de la misma, a objeto de adecuarla a las experiencias y realidades vividas últimamente y se reduzcan a un mínimo, los riesgos de mal interpretarla y/o aplicarla erróneamente.

La reforma se justifica plenamente, debido a los grandes daños políticos, morales, económicos y sociales que se está causando a la República, por el régimen actual, el cual esta fusionado con los demás poderes del Estado, para llevar a cabo su proyecto totalitario comunista, asesorado y guiado por el régimen de Cuba, con más de 50 años en el poder, y antiguo enemigo de la democracia venezolana, el cual una vez nos intentó invadir, y fue repelido por el institucional, valiente y leal ejército venezolano, que una vez tuvimos, y del cual nos sentíamos orgullosos en aquellos momentos.

Esta reflexión arriba indicada, se hace como una contribución personal honesta y sincera, a favor de la Venezuela violada, para prevenir que en el futuro, no tengamos  la necesidad de vernos protagonizando un escándalo con repercusiones internas e internacionales como el que ahora nos ocupa, por tener a un gobierno con una dirigencia desbocada, insensible, inapropiada, sectaria,  negligente, excluyente y muy mal preparada, como  para gobernar a un país como Venezuela.

Dado que no sabemos qué pasará en el país, en el futuro próximo inmediato, se me ocurre pensar, que la única forma de prevenir que se siga abusando de los venezolanos  y violando reiteradamente la constitución en la forma en que lo hacen actualmente, es la de sugerir reforzar a la Mesa de la Unidad Democrática,  haciendo un llamado a todos los otros factores democráticos opositores que han estado hasta ahora abstraídos, o en desacuerdo con las estrategias de la MUD, a que se incorporen a la lucha común en favor de la democracia.

La idea central, sería la de darle mayor poder, apoyo y mayor representatividad a la MUD, o a la organización que al final resulte creada, para encabezar la lucha a favor de la democracia, el progreso, las libertades y la justicia; en esta fase de la máxima radicalización del gobierno.

Es importante considerar a todas las diferentes corrientes e ideologías políticas partidistas,  independientes y profesionales en esta re estructuración  en la cual sea posible agrupar a partidos políticos, organizaciones no gubernamentales defensoras de los derechos humanos, sindicatos de trabajadores, colegios profesionales, academias científicas y demás defensores organizados de la democracia.  Es una necesidad obligatoria y madura, dar un paso al frente y acercarse a la MUD, o al revés, que la MUD invite a los referidos sectores, para dialogar, unirse e interactuar  juntos en una sola dirección de propósitos comunes.

De lograrse esta unidad ampliada, más coherente y representativa de toda la oposición democrática venezolana, estaríamos en mejores condiciones políticas, como para enfrentarnos al régimen y continuar protestando y presionando política y  jurídicamente al Estado,  a que respete y se apoye en  la constitución y las leyes, y para que cumpla correctamente su rol.  Todavía se estaría a tiempo de frenar los excesos del gobierno y reparar los daños constitucionales hechos a la República y considerarlos como colaterales e irrepetibles.

A los opositores que sigan pensando en la tercera vía, se les hace un llamado, para realicen la reflexión serena y necesaria,  que les lleve a reconocer y aceptar que tenemos a un adversario político en común al cual combatir. Ese adversario está bien organizado, tiene un importante apoyo popular, el alto mando militar y los poderes del Estado se han pronunciado abiertamente que lo defenderán, y además, es apuntado por otros gobiernos del mismo signo ideológico, u otras razones interesadas;  razón por la cual, la única vía y forma  sensata e inteligente de enfrentarlos y vencerlos  es mediante la conformación de un único gran bloque democrático, que les emplace.

Personalmente pienso que en estos momentos no hay otra salida pacífica viable, para obligar al gobierno a reflexionar y a respetar la Constitución. La rebelión nacional y el desconocimiento de la legitimidad de este gobierno, sería una medida extrema e indeseada por ahora. Pienso que no es el momento adecuado para aplicarla. Si la posición del gobierno se endurece y se radicaliza aún más, con lo cual esta situación incierta y angustiosa que vivimos se complicaría extremadamente,  se justificaría el uso de acciones más radicales de parte del sector opositor. Eso sí, trabajando unidos en un solo bloque compacto y homogéneo.

No nos queda otra salida lógica y sensata, distinta a la de seguir esperando por la suerte o recuperación del presidente reelecto Hugo Chávez Frías, quién ojala aparezca vivo y apto para gobernar, para que las tensiones y ánimos vuelvan a la calma y podamos continuar con nuestras actividades rutinarias.

Por las informaciones dispersas y herméticas que circulan, en mi opinión este último escenario es bastante improbable que se presente, no obstante, es pertinente que nos preparemos adecuadamente, nos organicemos y unamos monolítica y responsablemente, actuemos con ponderación  y madurez, y esperemos a ver qué  sucede. ¡Dios proteja a Venezuela!

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