Para
sintetizar la actuación caótica del chavismo durante 16 años de gobierno en
Venezuela, eligiendo una palabra CLAVE, sin duda alguna, optaría por la palabra
LEALTAD, como tal. Evidentemente, desde un principio se demostró
fehacientemente con hechos, que el uso criminal de la lealtad en política sería
el estilo de gobernar del chavismo. Por ello, Hugo Chávez se rodeó de amigos de
farra, allegados, compañeros de armas, compañeros de conspiración, familias
allegadas, colaboradores varios, aduladores de oficio, etc.
Para
la mayoría de los venezolanos, esta señal quizás paso desapercibida, por la
euforia inicial por la popularidad que produjo el chavismo durante la época
electoral. Con esa política de lealtad absoluta, el chavismo se aseguraba
transgredir la constitución y las leyes en beneficio de su proyecto político,
al obtener la aprobación indulgente de sus líderes políticos y burócratas en
las actuaciones generales del gobierno, sus políticas públicas y decisiones que
tomase. Su proyecto político no debería tener resistencia, ni fisura alguna.
Inicialmente
hubo algo de resistencia para que el chavismo concretase cabalmente esta
política de LEALTAD absoluta en su gestión en todos los ámbitos del gobierno.
PDVSA, Las Fuerzas Armadas Nacionales, la CTV el Banco Central y universidades,
fueron los sectores de mayor resistencia encontrada para que el chavismo impusiese
con absoluta tranquilidad esta política. Le costó bastante, pero logró culminarla
exitosamente.
Se
dice que la crisis de Abril de 2002, cuando el presidente renunció, la provocó el
mismo Hugo Chávez Frías, para salir de los militares institucionalistas que le
molestaban en sus planes siniestros de apoderarse indefinidamente del estado
venezolano. Se cree que la crisis petrolera donde el personal leal a la
meritocracia se opuso tenazmente a que PDVSA fuese politizada, también fue provocada
por Hugo Chávez Frías.
Conocemos
los intentos del gobierno de doblegar a las universidades institucionalistas
del país, opuestas a que fuesen utilizadas por el gobierno chavista, para hacer
proselitismo político dentro de ellas. Hasta se utilizó la criminal práctica de
restringirles y/o negarles el presupuesto, y/o penetrarlas con delincuentes,
para crear el caos internamente en éstas. Tuvieron que crear universidades
bolivarianas para alimentar el ego del líder.
La
lealtad es una virtud muy utilizada por políticos inescrupulosos o dictadores,
para asegurarse gobernar sin estorbos cotidianos de funcionarios profesionales
que buscan resultados exitosos en su gestión, que vayan en beneficio del país,
que no siempre son los mismos resultados que desea el jefe del gobierno.
Esta
lealtad que ha impuesto el chavismo es diferente a la lealtad por principios,
por ética, por la calidad, por la excelencia, por el país. Esta lealtad del
chavismo es por la persona, por sus intereses partidistas, por sus
conveniencias, por su proyecto político. Esta lealtad chavista es delictiva y se
aplica en todo momento.
A
cambio de esta lealtad, te pagan muy bien, te dan incentivos extra ordinarios,
te permiten violar las leyes, te facilitan corromperte, te protegen de la
justicia y hasta aplauden tus exabruptos. Una vez que has utilizado estas
extraordinarias compensaciones, quedas atado a la causa del gobierno, la cual
conoces a la perfección que está totalmente descompuesta y putrefacta. Te das
cuenta que estás atrapado en una red que te tejieron. Por eso es tan difícil,
peligroso y costoso salirte y retractarse, por qué estas en deuda con ellos y la
justicia.
Las
escasas deserciones del chavismo se han producido por ese gran peso en la
conciencia de personas con alguna dignidad, que aún se creen responsables y
sensatas, y cayeron en esa trampa macabra. Sin embargo, llega el momento en que
el peso en la conciencia es tanto, que prefieren confesarse y pagar su deuda
con la justicia. Aún con las medidas de prohibición de salir del país, las
deserciones seguirán proliferando, dado que ese proyecto político creado por
Hugo Chávez, se ha desmoronado: por fallido, corrupto, inmoral y forajido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario