El nuevo
gobierno para Venezuela, que sustituya “pronto” al régimen dictatorial actual,
debe y tiene que ser totalmente distinto a éste, en lo: político, social,
económico y moral. El país está totalmente arruinado y devastado, debido a la
funesta gestión e ideología política arcaica del liderazgo que ha administrado al
país durante 16 los últimos años. Esto es algo que debería saber y haber
aprendido hasta la saciedad de este desastre, el sector político opositor que
pretende reemplazarlo.
Las preguntas
que nos hacemos la mayoría de los venezolanos demócratas pensantes, pudieran ser
las siguientes: ¿Cómo pretende el sector opositor tomar el poder en Venezuela?
¿Hasta cuándo soportará la MUD tanto abuso de poder, opresión, tiranía,
irrespeto a los derechos humanos, negación enfermiza de las crisis y de la
verdad? ¿Es qué acaso vamos a seguir repitiendo como los loros que a una
dictadura como la actual la vamos a sacar del poder solo por la vía electoral?
¿Se puede segur permitiendo al régimen dictatorial la violación permanente e
impune a la constitución y solo responder que la salida electoral seguirá
siendo nuestro norte? ¿No les parece que se ha esperado demasiado tiempo para
buscar salidas diferentes y drásticas a la vía electoral?
Cuando me
informo por los medios de comunicación que se atreven valientemente a informar
las verdades de la situación actual del país, observo con alarma, que aún
existan dirigentes de la MUD, empeñados en pretender copiar los perfiles
políticos, sociales, éticos y morales de
los actuales dirigentes del régimen.
Si la
dirigencia izquierdista populista del país, puso LA GRAN TORTA en Venezuela y
en toda Latinoamérica, debido a sus erróneas políticas públicas, económicas, sociales
e internacionales; ¿cómo es posible que se pretenda pensar en líderes políticos de la MUD con un
perfil parecido al del liderazgo chavista, dizque para poder dialogar, negociar
y/o llevarse bien con el régimen, quien jamás ha respetado a las minorías
políticas?
La próxima
futura imagen y perfil de la gerencia gubernamental, o liderazgo estatal debe
ser totalmente diferente al de la dirigencia del chavismo. Es decir, el
liderazgo populista, irreverente, estrafalario, mentiroso, manipulador,
inculto, vulgar, adulador, corrupto, fanático, ignorante, improvisador e
irresponsable, debe ser desterrado para siempre de Venezuela. Lo anterior es
válido para contribuir a formar al nuevo venezolano.
Es inaceptable
que el régimen actual pretenda igualarnos intelectual y culturalmente por
debajo, que preferir intentar igualarnos por arriba, solo por la apetencia de
votos chavistas. Elegir a Chuo Torrealba como secretario general de la MUD para
captar votos chavistas, cuando lo que se pretende es formar a otro tipo de
venezolano superior al chavista actual es una visión errónea. Es como hacerle
un favor al régimen y otorgarle un certificado de calidad, reconociéndole sus
logros por el buen trabajo realizado en el chavismo.
El sector
opositor no tiene necesidad de ir a buscar al chavismo a los barrios para
ofrecerle programas y proyectos que a lo mejor ni entiende. El primer
compromiso y prioridad de la MUD es con los sectores opositores de la clase
media algunos de los cuales, difieren de los métodos y procedimientos de lucha
de la MUD. Ese sector opositor está en los abstencionistas, en los ni es; y
espera ser tomado en cuenta. El chavismo duro jamás se identificará con un
gobierno opositor, por más acercamiento que se produzca hacia estos y hasta
tanto el sector opositor no les demuestre con hechos concretos que sabe
administrar al país mejor que el chavismo. Lo lógico es convencerlos con
hechos, no seducirlos con maniobras y mentiras.
¿Cómo le explica
usted a un chavista que la idea es la de retomar el sistema económico de libre
mercado (capitalismo) más humanista; cuando tiene insertada profundamente en su
cerebro una matriz de opinión que les obliga a rechazar al capitalismo y a
aceptar al estatismo como sistema natural de gobierno?
¿Cómo le explica usted a un chavista que la idea es la de revertir las políticas estatistas
del gobierno de asumir las responsabilidades y competencias que corresponden
históricamente al sector empresarial?
¿Cómo se le
explica al chavista que la idea es la de privatizar las empresas del estado
quebradas que dan pérdidas económicas, para aliviar así al Estado de éstas y
optimizar el uso de los dineros públicos?
¿Cómo explica
usted a un chavista que la idea es la de
reducir los subsidios, para lograr el equilibrio fiscal, mejorar el valor del
bolívar, desarrollar la economía del país y reducir la inflación; para generar más
empleos, mejorar los sueldos y beneficios y el venezolano tenga mayor poder
adquisitivo y mejor calidad de vida?
¡Ese es el
cambio que habrá que ofrecerle al chavismo y al venezolano en general!
Enseñarle a pescar, para que tenga mayores y mejores oportunidades de empleo y
mayor crecimiento profesional, personal y familiar. Siendo Chuo Torrealba un
educador y comunicador con gran sensibilidad social, me atrevo a afirmar que
estaría de acuerdo con estas líneas, premisas y principios.
El chavista
que se cambió de preferencias y ahora está con el sector opositor lo hizo por
razonamientos propios. Igual sucederá con los que aún tienen dudas y estén
indecisos. Si el chavismo duro quiere calificar al próximo gobierno de
derechista, de conservador, de imperialista, de allegado a los EE.UU., etc.,
que lo haga; aún cuando no tendría la fuerza moral para hacerlo. Por más
derechista que pueda parecerle al pueblo venezolano el próximo gobierno, se le
debe transmitir la certeza de que éste sería un gobierno pulcro, serio,
responsable, honesto y profesional, que
reivindicará al país y a su población, llevándola a los más altos niveles de
reconocimiento mundial. Tenemos el deber moral de devolverle al pueblo, el
orgullo y dignidad de ser venezolano. En nada deberíamos parecernos al
liderazgo mediocre y dañino del régimen saliente.
En estos últimos
56 años de gobiernos electos por el pueblo, luego de la dictadura de Marcos
Pérez Jiménez, hemos vivido una gran diversidad e infinidad de experiencias,
incluyendo triunfos y fracasos, de las que esperamos haber aprendido a
diferenciar entre lo correcto y lo incorrecto, entre lo bueno y lo malo, entre
la verdad y la mentira. Los venezolanos debemos rechazar de plano en el futuro,
cualquier otra experiencia negativa de
gobiernos totalitarios, así como con gobiernos mediocres y negligentes.
Hemos perdido
mucho tiempo en nuestra historia republicana, con: guerras internas
innecesarias, políticas públicas fallidas, nacionalismos exacerbados, ambiciones
de poder exageradas, jerarquización
incorrecta de acciones gubernamentales, selección inadecuada de funcionarios
gubernamentales, impunidad en crímenes, deshonestidad y corrupción, abusos de
poder, etc. ¡Pienso que es hora de hacer algo urgente al respecto!
Chuo Torrealba
fue electo secretario general de la MUD por unanimidad, razón por la que se
espera mucho de él. Sin embargo, insisto en que la prioridad debe ser la
unificación absoluta de los factores opositores, por una unidad consolidada a prueba
de grietas y fisuras. No niego que visitar a los barrios chavistas e
interactuar con éstos, para conocer sus inquietudes y necesidades sería
beneficioso, pero ello, no es lo fundamental.
Debemos pensar
en un venezolano superior al chavista, para hacer esa gran Venezuela que tanto
hemos soñado. Es importante que se dé un giro en la forma de lucha política y
social de la MUD, haciéndola más: incluyente, valiente, audaz, dinámica, moderna,
representativa, lógica, realista y viable. Necesitamos un PRONTO cambio de
gobierno y un NUEVO y superior liderazgo político. La historia de Venezuela
debe ser cambiada para bien del país, no para endiosar a civiles aventureros
y/o a militares inescrupulosos, protegidos por gobiernos de naciones alcahuetes
e indignos.