Una
de las formas que utiliza el régimen para eludir sus responsabilidades ante la
nación y el mundo, ante el fracaso de tantas políticas públicas y acciones en
las que participa, que como sabemos han llevado a Venezuela y encabezar los
indicadores económicos y sociales más negativos en materia de: inflación,
salubridad, competitividad, escasez, des abastecimiento, productividad,
desempleo, homicidios, inseguridad, violaciones a los derechos humanos,
corrupción, credibilidad y confianza ante sus acreedores; es el de atribuirle a la oposición, a quienes
califica en forma despectiva como miembros de la derecha política; unas
supuestas guerras, a las cuales les asigna un nombre específico según sea el
caso.
Según
el régimen, LA GUERRA ECONÓMICA, estaría dirigida por Fedecámaras, la MUD, los
caricaturistas, y los EE.UU. LA GUERRA DE LA SALUD, estaría dirigida por los
médicos, medios y la MUD. LA GUERRA MEDIÁTICA estaría dirigida por Globo
Visión, El Nacional y El Universal. LA GUERRA DE LA CORRUPCIÓN estaría dirigida
por los miembros del sector opositor representados en la Asamblea Nacional. LA
GUERRA DE LA DELINCUENCIA estaría dirigida por las asociaciones civiles no
gubernamentales de los derechos humanos.
LA GUERRA CONTRA PDVSA estaría dirigida por Gente del Petróleo y toda persona
sensata que escriba sobre el desastre en ésta. La guerra del alto costo de la
vida, estaría dirigida por sindicatos, inversionistas, comerciantes y
buhoneros. La guerra contra los dólares estaría dirigida por los inversionistas
especuladores allegados a la MUD.
Es
decir, quién toma las decisiones sobre: políticas públicas, macro economía,
materia de seguridad, desarrollos petroleros, salud pública, servicios
públicos, comunicaciones, manejo del tesoro nacional, contrataciones
nacionales, planificación de presupuestos, compras de comidas en el exterior,
endeudamientos de la nación, educación nacional, materia carcelaria, políticas
cambiarias, nombramientos de vice
presidentes, ministros, vice ministros y presidentes de empresas e
instituciones del estado, así como decisiones trascendentales que afectan a la
toda la población venezolana; como lo hace en exclusividad este régimen; jamás
es culpable de nada erróneo que pueda suceder en el país.
Este
régimen, el cual ha gobernado por 16 años sin un contralor de la república que
al menos le llame la atención de
vez en cuando algo turbio este
sucediendo, quien tiene bajo su control a todos los demás poderes del estado
arrodillados al poder ejecutivo, quién no entrega cuentas a nadie, quién maneja
el presupuesto de la nación sin participación o injerencia de las minorías
políticas, quién se endeuda como le da la gana y con quién quiere sin dar
explicaciones a nadie, quién aplica el control cambiario a su total discreción;
tiene la desfachatez y arrogancia de pretender negar toda posibilidad de culpa
en el desastre político, económico, social y moral en el cual toda Venezuela
está hoy día profundamente inmersa.
Por
el contrario, el régimen cree que han hecho un extraordinario gobierno. Para ellos,
los culpables de todo lo malo que ocurrido en Venezuela se ha debido a que los
opositores no los han dejado gobernar, como ellos hubiesen deseado hacerlo. Son
posiciones irresponsables e infantiles, como para morirse de risa y de tristeza.
Antes de continuar hablando de guerras inexistentes dizque auspiciadas por el
sector opositor con ayuda de los EE.UU., les sugiero concentrarse en sus
propias guerras las cuales han peleado y perdido cobardemente en su totalidad
debido a su propia negligencia e ineptitud, para administrar y gobernar a
Venezuela. Es oportuna la ocasión para que procedan a hacerse un mea culpa de
las atrocidades que han planificado y cometido, a nombre de su pérfida
revolución, a objeto de facilitarles el trabajo a los jueces que les juzgaran
por traición y daños irreparables a la patria, y tengan así la oportunidad de
lograr condenas menos severas de las que se merecen todos ustedes. Sean
valientes y asuman sus responsabilidades, las cuales las tienen en demasía, no
las nieguen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario