Desde el mismo inicio del
gobierno de Hugo Chávez, en Venezuela se viene hablando y aceptando que existe
una polarización ideológica entre la ciudadanía del país. Quizás al principio
de este gobierno, cuando se hablaba de democracia y de valores democráticos se hubiese
podido aceptar esa engañosa apreciación de que vivíamos en un país polarizado.
Han pasado 15 largos años desde
entonces y en Venezuela se sigue hablando de polarización, la cual se me ha
ocurrido calificarla de engañosa, porque para mí no existe tal polarización. Mi
principal argumento para negar tal polarización, es el de que para que exista
polarización ideológica en un país, este debe vivir en plena y real democracia.
En países maduros y desarrollados
como los de EE.UU., Inglaterra, Francia, Italia, España, etc., por solo nombrar
algunos, se puede hablar de polarización, que a lo largo de su vida electoral, se turnan
los gobiernos dependiendo de la eficacia de estos en el poder. La actividad
política de éstos, se desarrolla entre conservadores y liberales, entre
izquierdas y derechas, o entre demócratas y republicanos. Estos son países que
viven eternamente polarizados ideológicamente, pero viven en plena democracia,
lo cual establece una diferencia bien clara respecto a la situación de
Venezuela.
Cuando se habla de polarización
política en un país democrático, existe una decisión sincera y desinteresada
por parte de la ciudadanía para preferir alguna de las dos tendencias. Por lo
general, la decisión se toma por el convencimiento pleno de esta persona sobre cual considera ésta es
el mejor programa de gobierno que ofrecen ambas tendencias.
Usted jamás verá en estos países
mencionados arriba que los partidos políticos regalen artefactos domésticos a
los votantes para comprarles la conciencia y voten por su preferencia. Jamás se
verá a gobiernos en ejercicio pedirle a sus empleados públicos que voten por el
gobierno so pena de despedirlos. Jamás se verá a un gobierno despedir a un
empleado porque sospecha que voto por el otro candidato.
Decir que Venezuela está dividida
entre comunistas y/o socialistas y demócratas siempre ha sido incierto y
engañoso. Antes de que Hugo Chávez se declarara marxista leninista y abrazar la
causa del socialismo, que el caso de Venezuela es un simple comunismo el que
pretenden imponer, el venezolano prefería la democracia al comunismo o marxismo leninismo en un 80%.
Lamentablemente, la misma
ignorancia del pueblo, aunada a sus inmensas y numerosas necesidades, tiene la
costumbre y preferencia de votar por quién les ofrezca más. En el caso actual, han preferido votar por el
gobierno, dada la cantidad de dádivas que recibe a través de programas de ayuda diseñados y dirigidos
claramente a los más necesitados, lo cual ha establecido una especie de
dependencia paternalista del gobierno. Esta persona no está votando por una
ideología comunista, está votando para alimentar, vestir y educar a su familia.
Tiene temor a que los próximos gobiernos cambien estas líneas de políticas
públicas por otras desconocidas que les excluya y les nieguen esos beneficios
logrados con el chavismo.
Es engañoso hablar de
polarización en la actual Venezuela, cuando los poderes del Estado tales como
la Asamblea Nacional, el CNE, la Fiscalía, el TSJ, la Defensoría del Pueblo, y la Contraloría estén secuestrados por el
Poder Ejecutivo y sigan al pie de la letra las directrices emanadas de éste.
Es incorrecto hablar de
polarización entre el gobierno y la oposición, cuando el sector gubernamental
viola la constitución de la república y el otro lo respeta y acata. Es
incorrecto hablar de polarización,
cuando la justicia venezolana acusa y condena a un diputado para sacarlo de la
Asamblea Nacional y convocar a su suplente, para que éste supuestamente, vote
por la ley habilitante que solicitó Nicolás Maduro. Es incorrecto hablar de
polarización, cuando el presidente de la Asamblea Nacional exhorta a la
militancia chavista a tomar aquellas empresas que se nieguen a trabajar con
pérdidas, y/o incumplan con exigencias caprichosas del gobierno.
Podrán existir polarizaciones
ideológicas entre izquierdas y derechas, entre republicanos y demócratas, entre
conservadores y liberales en países democráticos. Es lo que por lo general las costumbres
y tendencias indican.
Jamás se podrá observar
polarización ideológica entre comunismo y democracia. El comunismo fue
políticamente derrotado nivel mundial a finales del siglo pasado. Por sus altas
deficiencias e inviabilidad económica de perdurar sosteniblemente en el tiempo
es de esperarse que nunca jamás se vuelva a convertir en una amenaza para el
mundo civilizado y democrático.
Tal es el caso de la engañosa
polarización que se pretende disfrazar en Venezuela, entre democracia y
comunismo. Desde hace varios años el
gobierno se declaró marxista leninista e intento y aún lo sigue intentando en
cambiar la constitución democrática de Venezuela, para convertir a Venezuela en
un satélite comunista del gobierno de Cuba. Hasta ahora su proyecto
revolucionario comunista les ha funcionado a medias.
Para mantenerse en el poder, han
coartado derechos y libertades, han militarizado a Venezuela, se han adueñado
de instituciones como el Banco Central y PDVSA para mantener un flujo económico
suficiente de dinero que les permita comprar conciencias internas y externas
para implantar su tan ansiado comunismo. En tales condiciones de secuestro, es
imposible hablar de polarización.
Sin embardo, cometieron dos
grandes torpezas que les está costando mantenerse en el poder por mas tiempo.
La primera, haber destruido el aparato productivo de Venezuela, preparando el
terreno para la nacionalización de todas las industrias del país. El segundo,
haber destruido la gallina de los huevos de oro conocida como PDVSA, sin la
cual es imposible financiar tal proyecto.
A partir de allí, lo demás
desastres han venido como consecuencia directa de estos dos grandes errores.
Las indetenibles devaluaciones, los endeudamientos desbocados, la inexorable
inflación, el alto costo de la vida, la falta de dólares y el deficiente
control cambiario, siguen avanzando inexorablemente. Por lo anteriormente
expuesto hablar de polarización es engañoso.
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