lunes, octubre 28, 2013

La costosa y estéril publicidad de PDVSA

Siendo PDVSA una empresa estatal definida como socialista, popular, roja rojita, cuyo dueño, es la República de Venezuela y su administrador es el gobierno actual en el poder; este último declarado furibundo enemigo del capitalismo, o sistema económico de libre mercado; sigo sin entender el porqué PDVSA se gasta una enorme cifra anual en publicidad, cuya contabilidad se hace difícil de realizar. ¿Para qué? ¿Con qué fines se hace? ¿Qué se persigue? ¿A quién va dirigida?  ¿Qué beneficios ofrece a la empresa tal publicidad?

Un ilustrativo ejemplo de esta anomalía es el patrocinio de PDVSA a Pastor Maldonado, con un pago anual de 29 millones de libras esterlinas a “Williams”, por el padrinaje de esta empresa automovilista al referido piloto, quién por cierto lleva 2 años continuos de desastrosa participación en fórmula I. Esto excluye los viáticos y gastos generales por un monto de 20 millones de dólares anuales que PDVSA le financia al piloto.
 
Así como el caso anterior, se pueden mostrar cientos de ejemplos de publicidad de PDVSA a favor de deportistas, cineastas, músicos, artistas, políticos, medios de comunicación, entre muchos otros afortunados vividores a quienes PDVSA patrocina para vender su imagen de empresa socialista a la que le importa un bledo el propio pueblo venezolano. Sin embargo, la publicidad explicita sobre sus experticias, logros, avances, rendimientos económicos y fortalezas administrativas u operacionales, brillan por su ausencia por falta de méritos.

No tiene sentido publicitar tanto, para informar sobre las bondades y fortalezas que según la publicidad son atribuibles a la PDVSA actual. Los venezolanos tenemos un claro criterio sobre lo que significa PDVSA. Esta empresa tiene el monopolio de la venta de aceites, gasolinas, y otros productos del petróleo que se comercializan en el mercado interno, por lo tanto, PDVSA no tiene con quién competir nacionalmente, si ese fuese el caso. Si la intensión es la de atraer la atención de la ciudadanía para que se interese más en PDVSA, y solicite  empleo dentro de su organización, tampoco tendría sentido, puesto que no existe una cantidad importante de  vacantes que justifique este altísimo costo. Además, PDVSA es excluyente y solo emplea a rojos rojitos.

A nivel internacional, la inversión es más costosa y estéril, ya que los mercados están bastante estudiados, planificados y controlados como para pensar que con publicidad los clientes puedan cambiar de suplidores de petróleo y/o de sus productos derivados, por efectos publicitarios.

Llamar la atención sobre PDVSA a objeto atraer capitales para futuros desarrollos petroleros, la publicidad es aún más estéril, puesto que la red de información que tienen los inversionistas a nivel mundial, para mover sus capitales a las regiones del mundo, les permite conocer con bastante precisión, el estado financiero, administrativo y operacional en que se encuentra PDVSA.

Quizás, la única publicidad que pudiera justificar PDVSA a nivel internacional, sería la de promocionar a la CItgo en los EE.UU., puesto que es la dueña de esta empresa, la cual compite con otras empresas internacionales en ese país para la venta y distribución de sus productos derivados del petróleo. No obstante, en tal caso la publicidad sería orientada hacia Citgo, no hacia PDVSA.

Una empresa como PDVSA debe dedicar sus inversiones y gastos en: mejorar su organización, invertir en proyectos de inversión económicamente rentables, lograr la excelencia en la selección y formación de su  personal, dotarse de las mejores tecnologías de punta en investigación y desarrollo de operaciones, en cultivar y optimizar sus fortalezas; y por más importante aún, debe ser muy eficaz en la calidad de sus decisiones. La mejor publicidad que una empresa pueda desarrollar, es la de lograr la excelencia en su administración y gestión para óptimos resultados.

En estos 14 años en que PDVSA ha sido administrada por el gobierno socialista del siglo XXI, los resultados han sido más que catastróficos. En primer lugar, PDVSA ha sido erróneamente utilizada como emblema político de la revolución bolivariana, se ha prestado para financiar la compra de conciencias a nivel mundial, para apalancar un apoyo político que permitiese transformar a Venezuela en una nación socialista, aun en contra de la voluntad de la mayoría de sus habitantes.

Utilizando a PDVSA, como caja chica del mismo, se ha intentado vender al venezolano y al resto del mundo, un proyecto político socialista como bueno y conveniente para Venezuela, cuando éste ha fracasado estruendosamente en otras latitudes del mundo. Ese proyecto político denominado “socialismo del siglo XXI”, ha resultado en un enorme fiasco político, económico y social, para Venezuela.

La imagen de PDVSA ante el mundo es hoy día de desolación, de fracaso, de endeudamiento atroz sin resultados petroleros a la vista, de improvisación, de retroceso en su capacidad de gestión, de mediocridad  generalizada, de falta de credibilidad, de morosidad inusitada en sus pagos, de desconcierto en la toma de decisiones, de dispersión de sus esfuerzos, de ausencia total de cultura y valores que en el pasado fueron orgullo de la empresa. Pareciera que PDVSA ha perdido el norte de lo que una vez fue la razón de su existencia.

Si lo que desea con esos gastos multimillonarios de PDVSA en publicidad es “levantar” la imagen de la empresa, el esfuerzo será estéril. No se puede levantar el nivel de competencia de una empresa con mera publicidad. Sobre todo, si su deterioro  es de todos conocido.

Es indignante ver por televisión nacional y extranjera, esas impresionantes y costosas cuñas pagadas por PDVSA en dólares sobre diferentes actividades y motivos de la vida nacional, mientras por otro lado, vemos al engorroso proceso de entrega de divisas destinadas para la compra de alimentos y artículos de primera necesidad que el país necesita y dejo de producir, razón por la  que hoy día los tenemos que importar en su casi totalidad. Me pregunto: ¿A quién beneficia en realidad, esa costosa y estéril publicidad de PDVSA?.


Para finalizar, una frase famosa alusiva al tema “publicidad“: “Si los anunciantes se gastaran la misma cantidad de dinero en mejorar sus productos de lo que se gastan en anunciarlos, ni siquiera necesitarían anunciarlos”. Will Rogers.

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