Las Amenazas y sus consecuencias.

Acabamos de oír las contradictorias declaraciones del canciller venezolano, respondiendo irresponsablemente - a nombre del pueblo venezolano -  a las recientes declaraciones de Donald Trump, quien informó estar decidido a  aplicar medidas económicas al gobierno de Venezuela; de continuar éste con el proceso de realizar una constituyente espuria, con la idea de transformar a Venezuela en un Estado Marxista Leninista, con las supuestas pretensiones de que el actual gobierno se perpetué en el poder. 

Todos recordamos con frescura, las amenazas del difunto ex presidente venezolano (de esa época) Hugo Chávez Frías, y su deseo de cortarles la cabeza y freírla en aceite a los adecos y copeyanos. Posteriormente en el ejercicio de sus funciones, de amenazar a los EE.UU., de cortarles el suministro de petróleo, si ese gobierno seguía inmiscuyéndose en nuestros asuntos internos. Todos recordamos al presidente Hugo Chávez Frías en la sede de las Naciones Unidas, ofendiendo y mofándose del presidente Bush, haciendo chistes ofensivos de mal gusto de éste durante su discurso.

Todos recordamos, cuando en uno de sus discursos, al poco tiempo de ganar las elecciones presidenciales de Venezuela el presidente Chávez le declaro la guerra al gobierno de los EE.UU.  Y de paso, al sistema económico de libre mercado, conocido como "sistema capitalista". Es decir, este último gobierno venezolano no tiene moral, ni razón, ni lógica como para decir la cantidad de sandeces que expresó este mediocre canciller. Por el contrario, el gobierno de los EE.UU. Ha sido demasiado cauto y permisivo con los gobiernos chavista, a sabiendas de sus debilidades y permisividad en favor de las narco guerrillas colombianas, del narcotráfico, de corrupción y del terrorismo  internacional. ¿Con que autoridad moral, política, y racional, puede un funcionario de la dictadura venezolana, expresar la cantidad de las sandeces que dijo en contra de un gobierno amigo respetado y querido en todo el mundo civilizado?

El pueblo de Venezuela es particularmente democrático, por convencimiento, por conveniencia, por razones lógica, por razones socio políticas y  geográficas, y finalmente; por razones generales de convencimiento que le han señalado durante la historia que ese, es el mejor y mas conveniente sistema de gobierno para nuestra región, y en particular para nuestro país. Esa ridícula y absurda declaración del canciller venezolano,  se convirtió en basura; cuando la justifica en defensa de la ideología del marxismo leninismo para nuestro país, a nombre del pueblo de Venezuela. Eso es una gran mentira.

El pueblo venezolano, desaprueba esas desacertadas declaraciones por estar luchando hoy día en favor de la democracia, la cual este gobierno quiere confiscarnos mediante una burda e írrita asamblea constituyente para imponer por la fuerza de las armas al marxismo leninismo, en el seno de nuestro país.  Esa asamblea constituyente no ha sido consultada al pueblo, ni lo harán, porque el pueblo se acaba pronunciar en favor de la democracia. 

Si el canciller  hubiese sido valiente como al parecer lo pretende ser; hubiese hecho tales declaraciones abiertamente a nombre de la cancillería o del gobierno de Venezuela que represente. Pero como es un personaje gris como su jefe, y usa esas argumentaciones populistas para intentar buscar apoyo mundial, a costa del pueblo de Venezuela; el cual ya esta comprometido con la democracia para su país.

Los venezolanos opositores a la dictadura que impera en Venezuela, desconocemos el tipo de sanciones económicas a las que se refirió el presidente Trump. Pero el solo hecho de su demostrada voluntad para proteger nuestra democracia, nos obliga a apoyarlo en todo lo que pueda contribuir para ayudarnos a salir de esta grave situación.  Estamos consciente de que esta lucha en contra de la dictadura es asunto interno. No obstante, a la dictadura actual le apoyan los quinta columnas de Cuba y de otros países con gobiernos radicales y dictatoriales, que intentan ahogarnos en un mar de totalitarismo, marxismo, militarismo y  autoritarismo, al cual seguiremos rechazando hasta el final de nuestras vidas.