martes, marzo 21, 2017

Quién defiende nuestra democracia?

He tenido la oportunidad de oír varias veces, entrevistas que le han hecho en diferentes países, fechas y lugares a la analista política, hispano-cubana Roció Monasterio, quién tiene una claridad impresionante sobre ideología política y su manera de explicar el porqué es demócrata y defiende las libertades, los derechos humanos y la justicia.
La mayoría de los demócratas creemos erróneamente, que la responsabilidad de defender las libertades es de otros, y prácticamente se lo dejan todo a los líderes políticos y a otras organizaciones defensores de los derechos civiles. A una pregunta que le hiciera el entrevistador de turno, sobre cómo se defiende a la democracia, la respuesta de Roció Monasterio fue sencilla e inmediata: “Las libertades se defienden todos los días”.
Esa inesperada respuesta, logró que viniera a mi mente la situación dictatorial que tenemos en Venezuela, y me preguntase: ¿Qué hubiese pasado, cuando Hugo Chávez en cadena nacional, declaró, que el gobierno electo de Venezuela asumía la ideología marxista leninista, y los venezolanos hubiésemos rechazado de inmediato esa locura anti constitucional, con energía y claridad? Un presidente electo por los votos, por mayoría absoluta, en un país democrático, se declara repentinamente marxista leninista, y no pasó nada; es como para concluir con la expresión: ¡Por eso estamos como estamos, jodidos hasta los tuétanos!
Desde ese mismo momento del año, viendo que el pueblo ni se inmutó, decidí empezar a escribir, y aportar mi grano de arena, para intentar despertar la conciencia de los venezolanos adormecidos e ignorantes sobre las virtudes e importancia de la democracia, y de lo que ésta significa para los pueblos que leen.
Increíble, pasamos súbitamente de un gobierno electo democráticamente, a un gobierno socialista (comunista) sin disparar un solo tiro, sin muertos ni heridos, con un facilismo impresionante, para los entendimos de que se trataba. Muy pocas voces defensoras de la democracia elevaron sus voces ni siquiera para protestar. A mí en particular me pareció esa acción, como parte de una pesadilla que vivimos los venezolanos, sin siquiera percatarnos de que se trataba todo eso.
Hasta llegué a pensar, que el pueblo estaba informado de ese cambio, y que yo era el único que lo desconocía. También pensé que quizás no se daban cuenta del significado de esa decisión del proyecto oculto que tenía el chavismo, bajo la manga de la camisa, y por eso no reaccionaban. Repentinamente, el triunfo electoral logrado por el chavismo en libres elecciones, dentro de las reglas de juego de la democracia, se convirtió en un proyecto revolucionario marxista leninista, o comunista.  ¿Qué lerdo y tranquilo es el pueblo venezolano para entender ciertas señales políticas?
Para Latinoamérica existen 3 tipos de gobierno, totalmente diferentes, que bajo ninguna circunstancia se podrían conciliar, ni vivir bajo el mismo techo. Si buscamos en el diccionario o en Internet, encontramos que existen varios tipos de ideologías políticas que funcionan en todo el mundo. Una lista larga de tipos de socialismos, otras variedades de democracias, existen también autocracias, gobiernos monárquicos, dictaduras militares, dictaduras nacionalistas, dictaduras raciales, dictaduras religiosas, democracias legislativas, etc. En uno de los libros, que acabo de leer; “El pasajero de Truman”, me informé que para los EE.UU. pareciera que es preferible una dictadura militar, que una dictadura comunista. Quizás eso explica en parte, por qué de la importancia esa despiadada guerra fría entre democracia y comunismo que duró tantos años.
Las dictaduras militares tienen sus tiempos como gobernantes, limitados a unos cuantos años, mientras que las dictaduras comunistas pueden ser de por vida. El ejemplo de China está a la vista. Un sistema de gobierno comunista desde hace siglos, y un sistema económico capitalista, con algo de socialismo, como para complacer a un sector del país. Las dictaduras militares son más individualistas que colectivas. Las democracias se llevan mejor con las dictaduras militares que con las dictaduras comunistas. Las dictaduras militares se sienten más a gusto con el sistema económico capitalista que con el sistema económico socialista o estatista.
Aun cuando el marxismo leninismo, no se ha instalado plenamente en Venezuela, está en vías de hacerlo, de permitirles quedarse en el poder. Y lo han repetido hasta el cansancio; lo que quiere decir, que, si se los permitimos; con Cuba habrá otra nación comunista en Latinoamérica, que pasarían a ser la nro. 3, si consideramos a Nicaragua como marxista leninista.
A la pregunta: ¿De quién es la responsabilidad de impedir que en Venezuela se instale un gobierno comunista o dictadura militar? Según la constitución de Venezuela, sería el pueblo quien lo haga. Como se sabe, las dictaduras militares ni las comunistas piden permiso al pueblo para instalarse en el poder como gobierno. Simplemente, lo hacen por la fuerza y por la manipulación, componendas y mentiras como es el caso de Venezuela.
Para evitar gobiernos comunistas o de ideologías semejantes opuestas a la democracia, se requiere, en primer lugar, dejarlo sentado bien claro en la constitución de las repúblicas que desean vivir en democracia, tal es el caso de Latinoamérica; puesto que escogieron ser miembros de La Organización de Estados Americanos, OEA, que, al ser miembros de ese organismo, el cual se compromete a defender la democracia en cada uno de las repúblicas que pertenecen a este organismo.
Esa carta democrática, que se ha solicitado a la OEA, para el gobierno de Venezuela, de la que tanto se ha hablado, ha debido ser enviada a Venezuela, luego que el presidente electo y en ejercicio pleno del poder de presidente, Hugo Chávez, declaró públicamente en cadena de radio y televisión, que desde momento en que declaro ser marxista leninista al igual que su gobierno. Si no lo hicieron de inmediato por dudas; al menos, ha debido citarse al gobierno venezolano que aclarase que se quiso decir con tamaña declaración. 
Dentro de la constitución de Venezuela, al igual que la constitución de los otros países latinoamericanos existen otros mecanismos, de control del gobierno, para evitar que se salga del orden constitucional, tales como: el poder judicial o Tribunal Supremo de Justica, el control político o Asamblea Legislativa Nacional, el Poder Moral, y finalmente las Fuerzas Armadas Nacionales, con derecho constitucional a actuar cuando se violen artículos de la constitución.
Adicionalmente, cuando los controles normales ante una violación grave de la constitución, no actúan, cualquier ciudadano puede llamar la atención de ese hecho dirigiéndose a los organismos de control para solicitarles que actúen en consecuencia. Con tantos controles del poder ejecutivo, y que ninguno se haya atrevido a llamarle la atención al Presidente por haber incurrido en violación a las leyes de la república, no tiene nada de extraño ni de misterioso, puesto que ese gobierno fue estructurado así a conciencia, a objeto de que el PODER EJECUTIVO no tuviese ningún obstáculo interno para seguir adelante con la revolución bolivariana, tal como le gusta al chavismo que la llamen.
En nuestra constitución y/o leyes al parecer somos indolentes, idiotas o ilusos. Permitimos que partidos radicales participen de la fiesta democrática, porque somos demócratas por convicción, a sabiendas de que algunos partidos políticos no llenan los requisitos de ser partidos democráticos, y aun así los aceptamos en el juego democrático, cuando no deberíamos permitirlo. En una época Rómulo Betancourt ilegalizó al partido comunista y posteriormente, les levantaron la ilegalización, lo cual sigo sin entender.
Todos, o la gran mayoría de los venezolanos conocemos el drama de Venezuela, después de la independencia de los gobiernos españoles, a tal punto que algunos políticos y pensadores serios y bien documentados, se pregunten si la guerra de independencia se ha debido retrasar algo para dar tiempo a prepararse para gobernar bien a una naciente república autónoma y libre.
A 200 años de la guerra de la independencia, de esos primeros años, 160 años los gobernantes han sido militares. Solo hemos tenido gobernantes civiles democráticos unos 40 años, algunos ellos a finales del siglo pasado. En algún momento se pensó que el chavismo, podría haber hecho la diferencia, y esta oportunidad nos frustró aún más, habiendo realizado el peor y más totalitario, mediocre y corrupto gobierno en mucho tiempo (18 años), por no decir, el peor gobierno de nuestra historia. Con una gran diferencia. El gobierno con mayor disponibilidad presupuestaria de la historia. Peor aún, La cúpula de La Fuerza Armada Nacional actual le apoya y lo defiende lo que complica aún más la situación. ¿Quién se iba a imaginar, que la cúpula de las FAN en Venezuela, algunas estarían apoyando a una dictadura comunista?
Venezuela se ha quedado sin dinero, sin reservas en oro, y las pocas reservas que quedan se extinguen rápidamente. El aparato productivo da pena ajena, y lo poco que se produce hay que complementarlo con compras externas en dólares, por cierto, en período de desaparición. Las cifras económicas están fuera de lo normal y los indicadores económicos andan negativos y por las nubes. La esperanza de un aumento en los precios del petróleo, se desvanecen. PDVSA, la empresa petrolera que fuese hace un tiempo la tercera mejor del mundo, está prácticamente destruida sin posibilidad de recuperarla con este gobierno. El presidente Maduro anda a la deriva, y sin posibilidad de ubicar personal ejecutivo competente que le ayude a resolver, la infinidad de los problemas actuales. No se necesita ser un experto para calificar a nuestro problema de tragedia nacional.

LA SOLUCIÓN:
Existe un consenso y convicción nacional, de que, para salir de la situación actual, tenemos imperativamente que salir del actual gobierno. Ante la premisa de que hay que hacerlo “ahora”, porque se espera que mientras más tardemos en hacerlo, más complicada se hace la situación, y se pierden ventanas de oportunidades para resolver los álgidos problemas que tenemos por delante. Se trató de cambiar al gobierno, mediante un referéndum revocatorio al presidente Maduro, y este lo saboteo y ese referéndum se hizo irrealizable por ley. Invitó a un Diálogo y también lo saboteó igualmente, negándose a dejar en libertad a los presos políticos, como pre requisito de la oposición. Cambiaron la fecha de las elecciones para gobernadores, a realizar en de diciembre de este año para fines del primer trimestre del 2017, y a la fecha no se sabe cuándo se realizarán éstas. Iguales suertes tuvieron las elecciones de alcaldes y municipales, pospuestas para el primer semestre del año 2017, luego de la de gobernadores y no sabe para cuándo serían éstas.
Repentinamente, el CNE (parte del gobierno) creo una especie urgente de actualización, revalidación o registro de la militancia de los partidos políticos existentes, con extrañas intensiones, actividad ésta en actual progreso. Existe una relativa calma política que no sabemos adónde nos llevará. Por un lado, se especula que no habrá elecciones, puesto que se aduce que el gobierno está en franca desventaja y minoría no se arriesgaría a perder el gobierno por la vía electoral.
Ante esta posibilidad de que no haya elecciones, y el gobierno se tenga que declarar en estado de dictadura, se habla de retomar la salida vía desobediencia civil según artículos 333 y 350 de la constitución, para aplicarlos al gobierno e intentar lograr su salida, por esa vía legal y extrema de las protestas y el repudio, para sacar al gobierno del poder.
El capítulo del dialogo, al parecer, se considera cerrado. No obstante, se supo de una noticia que informaba de la iniciativa del presidente JM Santos, quién se ofrecía para servir de acompañante en éstas, junto a los otros dos expresidentes, incorporados a este dialogo des hace cierto tiempo.
Se desconoce si la carta democrática de la OEA, solicitada por el secretario general de esta organización, será aceptada por la mayoría de los miembros de ésta, y si será aplicada o no. Y por supuesto, de aplicarse, habría que esperar por las reacciones del gobierno de Venezuela sobre su impacto en el gobierno chavista que preside Nicolás Maduro. Ese es un acontecimiento que pudiera obligar al gobierno venezolano a aceptar una intermediación que permita una salida diplomática y consensuada al problema actual de Venezuela.
 
CONCLUSIONES:
Si a la caída de Marcos Pérez Jiménez, el 23 de enero de 1957, alguien me hubiera planteado la posibilidad de este gran salto al vacío y al atraso que hemos dado en Venezuela, no lo hubiese visualizado ni interpretado, aun cuando la guerra fría seguía en su fervor y aún Fidel Castro no se había convertido en comunista, pero estaba cerca de hacerlo. La alegría que demostró ese día el pueblo venezolano, aun fresco en mi memoria, no me hubieran permitido pensar en algo negativo para el futuro de Venezuela. Ese día, solo olfateaba brisas de libertad, unidad, justicia, progreso y crecimiento económico, para todo el país.
De acá en adelante, pensé, nadie podrá arrebatarnos el derecho a vivir en democracia. Y justicia. Nuestra oscura experiencia con los pasados gobiernos y dictaduras militares quedaron en el pasado.  Sin embargo, estuve equivocado en mis apreciaciones iniciales. Al mismo inicio del gobierno de Rómulo Betancourt, empezaron las conspiraciones de militares aun descontentos, aunadas a neo comunistas apoyadas por Fidel Castro quién deseaba desaparecer al imperialismo y capitalismo, para imponer el comunismo en Latinoamérica. Fidel Castro tuvo el atrevimiento de intentar invadirnos por las playas de Barlovento, y hasta envió guerrilleros a las montañas de Venezuela, que fracasaron ante un militar venezolano entonces, claro con su deber con la constitución y la democracia.
En esos años entendí, que no sería fácil defender la democracia, que ésta debería robustecerse aún más. Lamentablemente, nuestros políticos empezaron a distraerse, confiarse y debilitarse, en lugar de vigorizar sus convicciones democráticas, que estaban siendo debilitados por militares conspiradores como Hugo Chávez, quien según entiendo, inicio su conspiración pro comunista desde la escuela militar misma.
Acción Democrática, el gran partido nacional no supo manejar la rebeldía de los jóvenes que reclamaban mayor participación en las decisiones políticas. Betancourt cometió el error, de impedir la candidatura de Prieto Figueroa a la presidencia de Venezuela, por miedo que no se sabe a qué. Como es posible, que los dirigentes de AD, se hayan descuidado al nivel que lo hicieron, y permitir dividirse en MIR, ARS, MAS y URD, dejando salir a líderes jóvenes brillantes y valiosos que veían el futuro con mayor visión que los lideres ancianos, más allá de sus anteojos. Igual paso con Copei, quien no supo valorar a la dirigencia joven y talentosa que crecía, y en lugar de aprovechar sus liderazgos y talentos, los condeno y convirtió en sus enemigos personales, por su afán en ser el centro de atención y en lograr otra presidencia. Por cierto, muchos de esos jóvenes líderes salidos de las bases de AD y de Copei se frustraron y quedaron a la deriva dando tumbos, políticamente hablando.

EL POST CHAVISMO:
Debemos salir cuando antes del chavismo para dedicarnos de lleno al post chavismo. El atraso de Venezuela ha sido gigantesco. Hemos retrocedido a mediados del siglo XX y estamos en el siglo XXI, al cual debemos alcanzar. Venezuela no se puede dar el lujo de quedarse de brazos caídos, sobre todo si habrá que trabajar en dos frentes. Vencer la crisis económica, social y moral actual, y por otro lado avanzar hacia el futuro con rapidez y precisión. Reconstruir las instituciones del país y modernizarlas para alcanzar metas y objetivos económicos aceleradamente. Una nueva constitución, algunas leyes, Fedecamaras, PDVSA, Banco Central, el sindicalismo, las FAN, etc. Son algunas de éstas.
Al menos estamos claros, que debemos dejar el rentismo a un lado y pensar en un republica moderna, productiva, altamente industrializada y diversificada, con una economía sustentable, en una democracia blindada contra los aventureros y en favor del pueblo en general, optimistas, innovadores, progresistas y pro activos. Debemos fortalecer las clases políticas, militares, profesionales y liderazgos. Recordemos permanentemente a uno de los proverbios iconos del libertador Simón Bolívar “Moral y luces son nuestras principales necesidades”.  Debemos dotar al nuevo venezolano de mejores valores, herramientas, oportunidades, fortalezas y temple que le permitan crecer, soñar y lograr sus sueños, sin estar pendiente de la inseguridad, de la comida, y de los servicios básicos. Llegará la hora en que los policías y militares nos cuiden y nos protejan en lugar de atracarnos y molestarnos por nimiedades.

En lugar de ser víctima del gobierno, el empresariado y comerciante será un ciudadano a ser tratado con todo respeto y consideración. Será un aliado, en lugar de un perseguido y acosado del gobierno. El gobierno será modernizado en todos los niveles, a manera de simplificar los trámites tradicionales, a objeto de agilizar los procedimientos de solicitud y entrega de permisos, documentos personales, de identificación, etc. La burocracia deberá reducirse sustancialmente para prestar un mejor y óptimo servicio a la ciudadanía. Esa es la Venezuela que desea la mayoría de los venezolanos. El nuevo gobierno no tendrá excusas para no dar igualdad en el tratamiento a los ciudadanos, todos serán servidos por igual independientemente del partido político al que pertenecen, de ser este el caso. Por supuesto, no habrá manera de justificar las colas, puestos que este será uno de los puntos preferenciales en mejorar, las colas para comprar alimentos. Esto porque no será necesario hacerlo.  El gobierno garantizaría producir lo que se necesita y más, puesto que el sistema económico a utilizar será el de libre mercado, con todas sus virtudes y fortalezas. Así veo yo a la nueva Venezuela, la del post chavismo, la ansiada nación democrática de todos.

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