He tenido la oportunidad de oír varias
veces, entrevistas que le han hecho en diferentes países, fechas y lugares a la
analista política, hispano-cubana Roció Monasterio, quién tiene una claridad
impresionante sobre ideología política y su manera de explicar el porqué es
demócrata y defiende las libertades, los derechos humanos y la justicia.
La mayoría de los demócratas creemos
erróneamente, que la responsabilidad de defender las libertades es de otros, y prácticamente
se lo dejan todo a los líderes políticos y a otras organizaciones defensores de
los derechos civiles. A una pregunta que le hiciera el entrevistador de turno, sobre
cómo se defiende a la democracia, la respuesta de Roció Monasterio fue sencilla
e inmediata: “Las libertades se defienden todos los días”.
Esa inesperada respuesta, logró que viniera
a mi mente la situación dictatorial que tenemos en Venezuela, y me preguntase: ¿Qué
hubiese pasado, cuando Hugo Chávez en cadena nacional, declaró, que el gobierno
electo de Venezuela asumía la ideología marxista leninista, y los venezolanos
hubiésemos rechazado de inmediato esa locura anti constitucional, con energía y
claridad? Un presidente electo por los votos, por mayoría absoluta, en un país
democrático, se declara repentinamente marxista leninista, y no pasó nada; es
como para concluir con la expresión: ¡Por eso estamos como estamos, jodidos
hasta los tuétanos!
Desde ese mismo momento del año, viendo
que el pueblo ni se inmutó, decidí empezar a escribir, y aportar mi grano de
arena, para intentar despertar la conciencia de los venezolanos adormecidos e
ignorantes sobre las virtudes e importancia de la democracia, y de lo que ésta significa
para los pueblos que leen.
Increíble, pasamos súbitamente de un
gobierno electo democráticamente, a un gobierno socialista (comunista) sin
disparar un solo tiro, sin muertos ni heridos, con un facilismo impresionante,
para los entendimos de que se trataba. Muy pocas voces defensoras de la
democracia elevaron sus voces ni siquiera para protestar. A mí en particular me
pareció esa acción, como parte de una pesadilla que vivimos los venezolanos,
sin siquiera percatarnos de que se trataba todo eso.
Hasta llegué a pensar, que el pueblo
estaba informado de ese cambio, y que yo era el único que lo desconocía.
También pensé que quizás no se daban cuenta del significado de esa decisión del
proyecto oculto que tenía el chavismo, bajo la manga de la camisa, y por eso no
reaccionaban. Repentinamente, el triunfo electoral logrado por el chavismo en
libres elecciones, dentro de las reglas de juego de la democracia, se convirtió
en un proyecto revolucionario marxista leninista, o comunista. ¿Qué lerdo y tranquilo es el pueblo
venezolano para entender ciertas señales políticas?
Para Latinoamérica existen 3 tipos de
gobierno, totalmente diferentes, que bajo ninguna circunstancia se podrían
conciliar, ni vivir bajo el mismo techo. Si buscamos en el diccionario o en Internet,
encontramos que existen varios tipos de ideologías políticas que funcionan en
todo el mundo. Una lista larga de tipos de socialismos, otras variedades de
democracias, existen también autocracias, gobiernos monárquicos, dictaduras
militares, dictaduras nacionalistas, dictaduras raciales, dictaduras
religiosas, democracias legislativas, etc. En uno de los libros, que acabo de
leer; “El pasajero de Truman”, me informé que para los EE.UU. pareciera que es
preferible una dictadura militar, que una dictadura comunista. Quizás eso
explica en parte, por qué de la importancia esa despiadada guerra fría entre
democracia y comunismo que duró tantos años.
Las dictaduras militares tienen sus
tiempos como gobernantes, limitados a unos cuantos años, mientras que las
dictaduras comunistas pueden ser de por vida. El ejemplo de China está a la
vista. Un sistema de gobierno comunista desde hace siglos, y un sistema
económico capitalista, con algo de socialismo, como para complacer a un sector
del país. Las dictaduras militares son más individualistas que colectivas. Las
democracias se llevan mejor con las dictaduras militares que con las dictaduras
comunistas. Las dictaduras militares se sienten más a gusto con el sistema
económico capitalista que con el sistema económico socialista o estatista.
Aun cuando el marxismo leninismo, no se
ha instalado plenamente en Venezuela, está en vías de hacerlo, de permitirles
quedarse en el poder. Y lo han repetido hasta el cansancio; lo que quiere
decir, que, si se los permitimos; con Cuba habrá otra nación comunista en
Latinoamérica, que pasarían a ser la nro. 3, si consideramos a Nicaragua como
marxista leninista.
A la pregunta: ¿De quién es la
responsabilidad de impedir que en Venezuela se instale un gobierno comunista o
dictadura militar? Según la constitución de Venezuela, sería el pueblo quien lo
haga. Como se sabe, las dictaduras militares ni las comunistas piden permiso al
pueblo para instalarse en el poder como gobierno. Simplemente, lo hacen por la
fuerza y por la manipulación, componendas y mentiras como es el caso de
Venezuela.
Para evitar gobiernos comunistas o de
ideologías semejantes opuestas a la democracia, se requiere, en primer lugar,
dejarlo sentado bien claro en la constitución de las repúblicas que desean
vivir en democracia, tal es el caso de Latinoamérica; puesto que escogieron ser
miembros de La Organización de Estados Americanos, OEA, que, al ser miembros de
ese organismo, el cual se compromete a defender la democracia en cada uno de
las repúblicas que pertenecen a este organismo.
Esa carta democrática, que se ha
solicitado a la OEA, para el gobierno de Venezuela, de la que tanto se ha
hablado, ha debido ser enviada a Venezuela, luego que el presidente electo y en
ejercicio pleno del poder de presidente, Hugo Chávez, declaró públicamente en
cadena de radio y televisión, que desde momento en que declaro ser marxista
leninista al igual que su gobierno. Si no lo hicieron de inmediato por dudas;
al menos, ha debido citarse al gobierno venezolano que aclarase que se quiso decir
con tamaña declaración.
Dentro de la constitución de Venezuela,
al igual que la constitución de los otros países latinoamericanos existen otros
mecanismos, de control del gobierno, para evitar que se salga del orden
constitucional, tales como: el poder judicial o Tribunal Supremo de Justica, el
control político o Asamblea Legislativa Nacional, el Poder Moral, y finalmente
las Fuerzas Armadas Nacionales, con derecho constitucional a actuar cuando se
violen artículos de la constitución.
Adicionalmente, cuando los controles
normales ante una violación grave de la constitución, no actúan, cualquier
ciudadano puede llamar la atención de ese hecho dirigiéndose a los organismos
de control para solicitarles que actúen en consecuencia. Con tantos controles
del poder ejecutivo, y que ninguno se haya atrevido a llamarle la atención al
Presidente por haber incurrido en violación a las leyes de la república, no
tiene nada de extraño ni de misterioso, puesto que ese gobierno fue
estructurado así a conciencia, a objeto de que el PODER EJECUTIVO no tuviese ningún obstáculo interno para seguir
adelante con la revolución bolivariana, tal como le gusta al chavismo que la
llamen.
En nuestra constitución y/o leyes al
parecer somos indolentes, idiotas o ilusos. Permitimos que partidos radicales
participen de la fiesta democrática, porque somos demócratas por convicción, a
sabiendas de que algunos partidos políticos no llenan los requisitos de ser
partidos democráticos, y aun así los aceptamos en el juego democrático, cuando
no deberíamos permitirlo. En una época Rómulo Betancourt ilegalizó al partido
comunista y posteriormente, les levantaron la ilegalización, lo cual sigo sin
entender.
Todos, o la gran mayoría de los
venezolanos conocemos el drama de Venezuela, después de la independencia de los
gobiernos españoles, a tal punto que algunos políticos y pensadores serios y
bien documentados, se pregunten si la guerra de independencia se ha debido
retrasar algo para dar tiempo a prepararse para gobernar bien a una naciente república
autónoma y libre.
A 200 años de la guerra de la
independencia, de esos primeros años, 160 años los gobernantes han sido
militares. Solo hemos tenido gobernantes civiles democráticos unos 40 años,
algunos ellos a finales del siglo pasado. En algún momento se pensó que el
chavismo, podría haber hecho la diferencia, y esta oportunidad nos frustró aún
más, habiendo realizado el peor y más totalitario, mediocre y corrupto gobierno
en mucho tiempo (18 años), por no decir, el peor gobierno de nuestra historia.
Con una gran diferencia. El gobierno con mayor disponibilidad presupuestaria de
la historia. Peor aún, La cúpula de La Fuerza Armada Nacional actual le apoya y
lo defiende lo que complica aún más la situación. ¿Quién se iba a imaginar, que
la cúpula de las FAN en Venezuela, algunas estarían apoyando a una dictadura
comunista?
Venezuela se ha quedado sin dinero, sin
reservas en oro, y las pocas reservas que quedan se extinguen rápidamente. El
aparato productivo da pena ajena, y lo poco que se produce hay que
complementarlo con compras externas en dólares, por cierto, en período de
desaparición. Las cifras económicas están fuera de lo normal y los indicadores
económicos andan negativos y por las nubes. La esperanza de un aumento en los
precios del petróleo, se desvanecen. PDVSA, la empresa petrolera que fuese hace
un tiempo la tercera mejor del mundo, está prácticamente destruida sin
posibilidad de recuperarla con este gobierno. El presidente Maduro anda a la
deriva, y sin posibilidad de ubicar personal ejecutivo competente que le ayude
a resolver, la infinidad de los problemas actuales. No se necesita ser un
experto para calificar a nuestro problema de tragedia nacional.
LA SOLUCIÓN:
Existe un consenso y convicción
nacional, de que, para salir de la situación actual, tenemos imperativamente
que salir del actual gobierno. Ante la premisa de que hay que hacerlo “ahora”,
porque se espera que mientras más tardemos en hacerlo, más complicada se hace
la situación, y se pierden ventanas de oportunidades para resolver los álgidos
problemas que tenemos por delante. Se trató de cambiar al gobierno, mediante un
referéndum revocatorio al presidente Maduro, y este lo saboteo y ese referéndum
se hizo irrealizable por ley. Invitó a un Diálogo y también lo saboteó
igualmente, negándose a dejar en libertad a los presos políticos, como pre
requisito de la oposición. Cambiaron la fecha de las elecciones para
gobernadores, a realizar en de diciembre de este año para fines del primer
trimestre del 2017, y a la fecha no se sabe cuándo se realizarán éstas. Iguales
suertes tuvieron las elecciones de alcaldes y municipales, pospuestas para el
primer semestre del año 2017, luego de la de gobernadores y no sabe para cuándo
serían éstas.
Repentinamente, el CNE (parte del
gobierno) creo una especie urgente de actualización, revalidación o registro de
la militancia de los partidos políticos existentes, con extrañas intensiones,
actividad ésta en actual progreso. Existe una relativa calma política que no
sabemos adónde nos llevará. Por un lado, se especula que no habrá elecciones,
puesto que se aduce que el gobierno está en franca desventaja y minoría no se
arriesgaría a perder el gobierno por la vía electoral.
Ante esta posibilidad de que no haya
elecciones, y el gobierno se tenga que declarar en estado de dictadura, se
habla de retomar la salida vía desobediencia civil según artículos 333 y 350 de
la constitución, para aplicarlos al gobierno e intentar lograr su salida, por
esa vía legal y extrema de las protestas y el repudio, para sacar al gobierno
del poder.
El capítulo del dialogo, al parecer, se
considera cerrado. No obstante, se supo de una noticia que informaba de la
iniciativa del presidente JM Santos, quién se ofrecía para servir de acompañante
en éstas, junto a los otros dos expresidentes, incorporados a este dialogo des
hace cierto tiempo.
Se desconoce si la carta democrática de
la OEA, solicitada por el secretario general de esta organización, será
aceptada por la mayoría de los miembros de ésta, y si será aplicada o no. Y por
supuesto, de aplicarse, habría que esperar por las reacciones del gobierno de
Venezuela sobre su impacto en el gobierno chavista que preside Nicolás Maduro.
Ese es un acontecimiento que pudiera obligar al gobierno venezolano a aceptar
una intermediación que permita una salida diplomática y consensuada al problema
actual de Venezuela.
CONCLUSIONES:
Si a la caída de Marcos Pérez Jiménez,
el 23 de enero de 1957, alguien me hubiera planteado la posibilidad de este gran
salto al vacío y al atraso que hemos dado en Venezuela, no lo hubiese
visualizado ni interpretado, aun cuando la guerra fría seguía en su fervor y
aún Fidel Castro no se había convertido en comunista, pero estaba cerca de
hacerlo. La alegría que demostró ese día el pueblo venezolano, aun fresco en mi
memoria, no me hubieran permitido pensar en algo negativo para el futuro de
Venezuela. Ese día, solo olfateaba brisas de libertad, unidad, justicia,
progreso y crecimiento económico, para todo el país.
De acá en adelante, pensé, nadie podrá
arrebatarnos el derecho a vivir en democracia. Y justicia. Nuestra oscura
experiencia con los pasados gobiernos y dictaduras militares quedaron en el
pasado. Sin embargo, estuve equivocado
en mis apreciaciones iniciales. Al mismo inicio del gobierno de Rómulo
Betancourt, empezaron las conspiraciones de militares aun descontentos, aunadas
a neo comunistas apoyadas por Fidel Castro quién deseaba desaparecer al
imperialismo y capitalismo, para imponer el comunismo en Latinoamérica. Fidel
Castro tuvo el atrevimiento de intentar invadirnos por las playas de
Barlovento, y hasta envió guerrilleros a las montañas de Venezuela, que
fracasaron ante un militar venezolano entonces, claro con su deber con la
constitución y la democracia.
En esos años entendí, que no sería fácil
defender la democracia, que ésta debería robustecerse aún más. Lamentablemente,
nuestros políticos empezaron a distraerse, confiarse y debilitarse, en lugar de
vigorizar sus convicciones democráticas, que estaban siendo debilitados por militares
conspiradores como Hugo Chávez, quien según entiendo, inicio su conspiración
pro comunista desde la escuela militar misma.
Acción Democrática, el gran partido
nacional no supo manejar la rebeldía de los jóvenes que reclamaban mayor
participación en las decisiones políticas. Betancourt cometió el error, de
impedir la candidatura de Prieto Figueroa a la presidencia de Venezuela, por
miedo que no se sabe a qué. Como es posible, que los dirigentes de AD, se hayan
descuidado al nivel que lo hicieron, y permitir dividirse en MIR, ARS, MAS y URD,
dejando salir a líderes jóvenes brillantes y valiosos que veían el futuro con
mayor visión que los lideres ancianos, más allá de sus anteojos. Igual paso con
Copei, quien no supo valorar a la dirigencia joven y talentosa que crecía, y en
lugar de aprovechar sus liderazgos y talentos, los condeno y convirtió en sus
enemigos personales, por su afán en ser el centro de atención y en lograr otra
presidencia. Por cierto, muchos de esos jóvenes líderes salidos de las bases de
AD y de Copei se frustraron y quedaron a la deriva dando tumbos, políticamente hablando.
EL POST CHAVISMO:
Debemos salir cuando antes del chavismo
para dedicarnos de lleno al post chavismo. El atraso de Venezuela ha sido
gigantesco. Hemos retrocedido a mediados del siglo XX y estamos en el siglo
XXI, al cual debemos alcanzar. Venezuela no se puede dar el lujo de quedarse de
brazos caídos, sobre todo si habrá que trabajar en dos frentes. Vencer la
crisis económica, social y moral actual, y por otro lado avanzar hacia el
futuro con rapidez y precisión. Reconstruir las instituciones del país y
modernizarlas para alcanzar metas y objetivos económicos aceleradamente. Una
nueva constitución, algunas leyes, Fedecamaras, PDVSA, Banco Central, el
sindicalismo, las FAN, etc. Son algunas de éstas.
Al menos estamos claros, que debemos
dejar el rentismo a un lado y pensar en un republica moderna, productiva,
altamente industrializada y diversificada, con una economía sustentable, en una
democracia blindada contra los aventureros y en favor del pueblo en general,
optimistas, innovadores, progresistas y pro activos. Debemos fortalecer las
clases políticas, militares, profesionales y liderazgos. Recordemos
permanentemente a uno de los proverbios iconos del libertador Simón Bolívar
“Moral y luces son nuestras principales necesidades”. Debemos dotar al nuevo venezolano de mejores
valores, herramientas, oportunidades, fortalezas y temple que le permitan
crecer, soñar y lograr sus sueños, sin estar pendiente de la inseguridad, de la
comida, y de los servicios básicos. Llegará la hora en que los policías y
militares nos cuiden y nos protejan en lugar de atracarnos y molestarnos por
nimiedades.
En lugar de ser víctima del gobierno, el
empresariado y comerciante será un ciudadano a ser tratado con todo respeto y
consideración. Será un aliado, en lugar de un perseguido y acosado del
gobierno. El gobierno será modernizado en todos los niveles, a manera de
simplificar los trámites tradicionales, a objeto de agilizar los procedimientos
de solicitud y entrega de permisos, documentos personales, de identificación,
etc. La burocracia deberá reducirse sustancialmente para prestar un mejor y
óptimo servicio a la ciudadanía. Esa es la Venezuela que desea la mayoría de
los venezolanos. El nuevo gobierno no tendrá excusas para no dar igualdad en el
tratamiento a los ciudadanos, todos serán servidos por igual independientemente
del partido político al que pertenecen, de ser este el caso. Por supuesto, no
habrá manera de justificar las colas, puestos que este será uno de los puntos preferenciales
en mejorar, las colas para comprar alimentos. Esto porque no será necesario
hacerlo. El gobierno garantizaría
producir lo que se necesita y más, puesto que el sistema económico a utilizar
será el de libre mercado, con todas sus virtudes y fortalezas. Así veo yo a la
nueva Venezuela, la del post chavismo, la ansiada nación democrática de todos.