jueves, enero 14, 2016

Las guerras declaradas y derrotas sufridas del chavismo

Al declararse marxista leninista, el chavismo le declaró unilateralmente la guerra a países, instituciones y factores políticos democráticos, sociales, culturales y económicos mundiales y locales, entre los cuales destacamos:

1) Al gobierno de los EE.UU.; 2) A la Unión Europea, UE; 3) Al capitalismo; 4) Al Neoliberalismo; 5) A la DEA; 6) A la Iglesia Católica; 7) A los partidos políticos opositores; 8) Al Banco Mundial, BM; 9) Al Banco Interamericano de desarrollo, BID; 10) A las universidades autónomas; 11) A Fedecámaras; 12) A la Confederación de Trabajadores de Venezuela, CTV; 13) A los medios de comunicación privados e independientes; 14) A Israel y al judaísmo, 15) A la PDVSA Azul; 16) A las FAN institucionalistas; 17) Al Banco Central de Venezuela, BCV; 18) A los ricos y a la burguesía, abarcando a gran parte a de la clase media; 19) A la alta burocracia de anteriores gobiernos, 20) A la independencia de los poderes del estado; 21) A la pobreza; 22) A la distribución de la riqueza; 23) A la descentralización; 24) Al analfabetismo; 25) Al desempleo; 26) A la supuesta guerra económica; 27) A la corrupción, 28) A los altos precios; 29) A los “bachaqueros”; etc.

Hoy, después de 17 años de gobierno, el balance en favor de gobierno por todas las guerras declaradas y ganadas; es absolutamente negativo, puesto que prácticamente las ha ido perdiendo casi todas. En algunas de esas guerras en las cuales tuvo éxitos relativos al principio; sobre todo en las áreas sociales; ha ido perdiendo terreno, lo cual se manifestó abiertamente en las recientes elecciones parlamentarias del 6 de Diciembre de 2015, al perder la AN.

Lo más dramático y lamentable de estas guerras declaradas y perdidas, está en el hecho real, de que el país se ha descapitalizado, endeudado y destruido física; económica, social y moralmente; al punto de causar un daño a la nación, calificado por los expertos como de irreversible, por la imposibilidad de volverla a su estado original. El daño está hecho, Venezuela tendrá que reconstruirse y reestructurarse con un nuevo y mejor gobierno democrático.

Más dramático y grave aún, es el hecho de que el gobierno considera que lo ha hecho bien, no rectifica, no pide disculpas, no cambia las políticas públicas, no da un viraje en la dirección correcta; lo cual se evidencia en la pésima calidad del gabinete recién nombrado para recomponer la economía del país.

Por el contrario, el gobierno insiste en seguir utilizando el mismo modelo económico socialista, con algunas variantes inútiles y populistas que de ponerse en práctica  pusieran enterrar aún más al país, precipitándolo a una terrible recesión económica de pronósticos reservados.

No es un secreto que al declararse marxista leninista e invitar al gobierno de Cuba a participar en nuestro país como cogobierno en diversos roles, al punto de proponer construir una sola nación  que se denominaría Cubazuela; el gobierno de Venezuela perdió la sindéresis y la perspectiva como gobierno democrático y soberano, al pensar y actuar en esa absurda posibilidad.

Es indudable que el gobierno chavista es admirador y seguidor de la “exitosa” legendaria revolución cubana. Lo triste y lamentable es, que los que elegimos a ese gobierno, jamás nos imaginamos que se atreviera a tanto. Sobre todo sabiendo de las entrevistas previas a las elecciones que le hiciesen algunos periodistas a Hugo Chávez, en las cuales ante las preguntas sobre su íntima amistad con Fidel Castro, negaba esa empatía ideológica por el comunismo.

El afortunado fracaso de las guerras declaradas por el chavismo, y por ende, de su revolución pacífica, como la denominaron estos, ha sido un costoso aprendizaje, para los venezolanos, que los historiadores, analistas y sociólogos tendrán que analizar y divulgar a las futuras generaciones para no cometer ese terrible error otra vez.

Declararle la guerra económica a naciones democráticas amigas, para complacer y congraciarse con el tirano cubano, va más allá de traicionar a la patria. Declararle la guerra al sistema económico de libre mercado, siendo Venezuela un país mono productor de petróleo, que necesita diversificar su economía y aupar el crecimiento económico del país; es más que una irracionalidad. Es ignorancia supina en las artes de las ciencias económicas.

Pretender hacer una revolución socialista/comunista pacífica, contraria a nuestros deseos, ideología, cultura e idiosincrasia; y pedirle al venezolano que se haga el muertito mientras se implanta, es como creer que el venezolano es un tarado mental sin ningún tipo de iniciativa ni interés ni amor por su país, lo cual es sub estimar la inteligencia y el temple del venezolano.

Con todo el poder político, militar, social y económico que logró el chavismo en los inicios de su revolución pacífica o socialismo del siglo XXI, si bien es cierto que las fuerzas políticas opositoras al chavismo han hecho un decoroso papel protagónico que nos ha ayudado a lograr un triunfo político determinante para expulsarlos del poder, los verdaderos héroes de esta fundamental victoria han sido los venezolanos en general; tanto opositores como independiente y chavistas sensatos y arrepentidos; quienes han llegado al convencimiento de que el chavismo ha estado equivocado y continua equivocado en la clase de país que desea el venezolano.

Declararle la guerra a factores superiores que han demostrado con resultados  tangibles su éxito en el tiempo, además de una necedad, es un desconocimiento craso de la historia y de los principios básicos de la guerra.

Si vas a declararle la guerra a alguna nación, o a algún organismo internacional o a instituciones importantes de tu país, asegúrate de aplicar correctamente los siguientes 10 principios básicos de la guerra, propuestos por el famoso guerrero chino Sun Tsu.

El fracaso del proyecto socialista y revolucionario para Venezuela y parte de Latinoamérica, no es casual. Analizando los referidos principios, he llegado a la conclusión, de que ha sido algo así como nadar contra la corriente, de parte del chavismo y liderazgos políticos de otras naciones. A saber:

PRINCIPIO 1: Aprender a combatir. El chavismo jamás estuvo bien preparado para asumir el poder en Venezuela: mucho menos para declararle la guerra a naciones e instituciones poderosas nacionales e internacionales.

PRINCIPIO 2: Muestra el camino. La autodisciplina, la decisión, el logro, la responsabilidad, el conocimiento, la cooperación con los subordinados y el ejemplo; brillaron por su ausencia en la dirigencia del chavismo. En su lucha contra la democracia y el “statu quo” establecido, prevaleció la improvisación el desorden, la anarquía, el enriquecimiento, las luchas internas por el poder y la corrupción.

PRINCIPIO 3: Hazlo bien. Los ganadores son los que hacen lo correcto en el momento correcto. El chavismo adoleció, adolece y continúa adoleciendo de este principio de hacer las cosas bien, sin violar la constitución y las leyes.

Principio 4: Conoce los hechos. A pesar de tener el monopolio de la información, el chavismo sub estimo la información y hechos de sus declarados enemigos, concentrándose en utilizar la información de sus fuentes internas sumamente ideologizadas y distorsionadas.
PRINCIPIO 5: Espera lo peor. El chavismo tiene muchos puntos débiles en su organización, los cuales por muchas razones no ha podido reforzar ni mejorar. Tampoco está preparado para sorpresas, razón por la que solo utiliza la improvisación, negación, mentiras y represión cuando es sorprendido.

PRINCIPIO 6: Aproveche el momento. Las decisiones del chavismo son lentas y parcas debido a que requieren de consultas internas de los diferentes factores del chavismo y foráneas del gobierno de Cuba y otros, para poder ejecutarlas.

PRINCIPIO 7: Quema las naves.  El hecho de tener diferencias básicas entre el liderazgo del chavismo, con variados y diferentes intereses entre éstos, es la razón por las que pedirles uniformidad de criterios donde la motivación y el compromiso son variados, les imposibilita a tener un liderazgo uniforme y sólido. Tal situación de falta de liderazgo ha empeorado con la muerte del caudillo Hugo Chávez, único con ascendencia en convocarlos y auparlos.

PRINCIPIO 8: Hazlo mejor cada vez. En materia de innovación pareciera que el chavismo tiene problemas de creatividad, puesto que son muchas las iniciativas que han empezado y se han quedado en el camino. Muchas obras populares iniciadas sin terminar por mala planificación y falta de previsión presupuestaria. Son numerosos los proyectos de construcción, donde solo se ve la primera piedra, y donde se han perdido miles de millones de dólares.

PRINCIPIO 9: Empujad todos juntos. El solo hecho de haberle declarado la guerra a múltiples factores internos y externos, con una organización política y militar no adecuada, la cual siempre ha estado por debajo de sus ambiciones reales, demuestra que han estado imposibilitados de empujar a todos sus elementos juntos dada la debilidad de sus organizaciones y la formación de sus líderes, donde la rotación de estos es extrema para poder cubrir huecos que siempre se van formando.

PRINCIPIO 10: Que no adivinen tus intenciones. Si de algo adolece el chavismo es precisamente de la falta de sensatez, prudencia y confidencialidad. En su afán de adoctrinar a todo el país en el socialismo y dar propaganda a su proyecto político; es precisamente el factor que los hace más vulnerables de lo que aparentan ser. Con tal despliegue de información abierta en cadenas permanentes de radio y televisión, es posible prever sus próximas acciones.

CONCLUSIÓNES:
Desde el mismo momento en que el chavismo declaró la guerra a todos estos factores descritos arriba, se sabía que era imposible que tuviera éxito en estas diversas guerras. Sin embargo, dada la gran ventaja inicial de su popularidad, disponibilidad económica y factor sorpresa, era de esperarse que estas guerras fueran largas, costosas y frustrantes en muchos de los casos.

Derrotar al chavismo, ha sido un asunto de tiempo, paciencia, tenacidad y creatividad. Para contrarrestar las ventajas iniciales del chavismo en sus guerras declaradas, exigía un largo proceso por parte de la oposición para la recuperación de la Venezuela democrática, lo cual está en vías de lograrse.

Que Venezuela se haya convertido en un Narco Estado, no es de extrañar. Sobre todo, si consideramos, que una de las primeras medidas del gobierno, fue la de asegurarse de la salida del país del personal de la embajada de los EE.UU. (políticos, militares y personal de la DEA), para tener el terreno abonado para sus proyectos delictivos a desarrollar.

El temor a la embajada de EE.UU. no era el de que ésta apoyase o no un movimiento conspirativo para tumbar al gobierno. Era el de asegurarse de la ausencia de éstos, mientras desarrollaba su negocio de narcotráfico y de colaboración con los grupos de terroristas y narcotraficantes de la región, para pretender acorralar y vencer al gobierno norteamericano.

Extender su proyecto socialista a toda la región de latino américa, lo cual lograron a medias, nos indica que se ilusionaron con la idea de arrodillar a los EE.UU. y pretender destruir su economía; mientras abrían las puertas de par en par a naciones como China, Rusia, Irán Corea del Norte, Siria, Libia, Bielorrusia, Vietnam del Norte, Palestina, extremistas musulmanes, etc.; todos éstos países y factores, enemigos históricos de los EE.UU. y de las democracias en general.

Países socialistas y totalitarios, donde el populismo y el rentismo son sus grandes fortalezas, tales como: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Nicaragua, Uruguay y Venezuela; tuvieron un auge pasajero mientras Venezuela tuvo un enorme poder adquisitivo gracias al altísimo precio del petróleo; que permitió incluso, un financiamiento sin precedente en la región, que incidió en el triunfo electoral del socialismo en muchos de estos países gracias a la contribución financiera de Venezuela. La salida del ALCA, o Área de Libre Comercio de las Américas, del bloque socialista latinoamericano indicado arriba; fue una jugada del socialismo tendente a solidarizarse con Cuba, e intentar debilitar la economía de los EE.UU. Afortunadamente, los EE.UU. superaron ese intento, y continúan siendo hoy día, el país más desarrollado y económicamente más poderoso del mundo. 

Los errores políticos y económicos cometidos por Hugo Chávez, Luiz Inácio Lula da Silva, Dilma Rousseff, Cristina de Kirchner y Nicolás Maduro; aunados a la corrupción, han facilitado que sus guerras contra el capitalismo y las democracias, estén fracasando. Han facilitado altamente que las aguas tomen su nivel normal, y los aires de la democracia libre y justa empiecen  soplar en la dirección correcta. Si bien es cierto que aún en Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Nicaragua y Venezuela el socialismo aún se mantiene vigente, solo es cuestión de algún tiempo más, para que éste termine de fenecer y dé paso a la democracia verdadera que toda América ambiciona. 

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