Viernes, 09 de octubre de 2015
Pretender
competir en popularidad, demagogia o populismo con el régimen gobernante
actual, a sabiendas de que este sistema de gobierno estatista y rentista por
excelencia fracasaría, ha fracasado y seguirá fracasando en los países donde se
intente establecerse. En un excelente
trabajo presentado por el Grupo Orinoco, denominado “De la Venezuela Rentista a
la Sustentable” se comprueba con cifras, hechos y realidades, el agotamiento del
actual modelo económico a punto de colapsar dramáticamente, de no hacerse algo urgente al respecto
en el próximo gobierno democrático que tendrá Venezuela.
Venezuela
no soporta más populismo. Está asfixiada, inerme, paralizada, incoherente, e incapaz de evolucionar
económicamente, para satisfacer las necesidades de una población que clama por
soluciones urgentes a sus gigantescos problemas de abastecimiento, calidad de
vida, producción de bienes y servicios, desarrollo industrial, desarrollo agro pecuario,
desarrollo industrial, desarrollo de infraestructura vial, atención en
salubridad, mejoras y crecimiento en infraestructura educacional, recuperación
urgente de PDVSA (única empresa que
mantiene al país) y pago de la inmensa deuda contraída con inmensa cantidad de acreedores
nacionales e internacionales. Solo es cuestión de tiempo para que la inmensa
burbuja económica bajo la cual vivimos, nos explote en la cara y convierta a
Venezuela en un país bananero. De seguir como vamos en materia económica y
social, retrocederíamos al siglo XIX o XX. Ya existen indicios evidentes de
eso. Al parecer, eso es lo que pretende lograr el régimen de gobierno actual.
Ante
la dramática situación que vivimos, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) debería
de una vez por todas, hablarle claro al país. Eso sí, sin prepotencia, sin
burlas, sin chistes malos, si ironías, sin mentiras piadosas y sin ambigüedades.
También debe deslindarse del gobierno respecto al dañino populismo, demagogia y
rentismo que ha agobiado al país por siglos. Debe dar muestras evidentes y
concretas de proponerle al país soluciones modernas, efectivas, coherentes,
republicanas, viables, para el desarrollo integral y diversificación industrial
de Venezuela, que permita instalarla en el siglo XXI.
Si
alguien en el sector opositor político de la MUD, tiene dudas respecto a
imponer el modelo económico de libre
mercado o capitalista como el sistema económico preponderante a adoptar, que
reflexione con calma y seriedad y
entienda de una vez por todas, que no hay otra forma o manera de de salir de
esta crisis diferente a la propuesta por el Grupo Orinoco de sacar a Venezuela
del rentismo y convertirla en una nación sustentable, económicamente diversificada.
Es
importante destacar, que “El Estado” no debe ni puede seguir haciendo de “papa
Noel” de los venezolanos, asumiendo roles que por sensatez y lógica requieren
de la participación masiva del sector privado. Es hora de que la sociedad civil
venezolana participe y contribuya unida y coherente al desarrollo del país. Es
hora que el gobierno trabaje y actué para todos los ciudadanos del país, sin discriminar
a otros venezolanos por sus ideologías
políticas. Es hora de que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), y la sociedad
civil en pleno, se jueguen el todo por el todo y actúen más diáfana mente y propongan
un proyecto republicano de país, totalmente diferente al que intenta imponer el
régimen actual, de corte socialista. Es hora de que la MUD oiga y atienda a los
expertos de la sociedad civil.
La
MUD necesita del apoyo de la mayoría de los venezolanos. La mayoría de los venezolanos
necesitamos el apoyo y competencia de la
MUD. No existen terceras ni cuartas vías para salir del trágico atolladero en
que nos encontramos. Es hora que la MUD demuestre con hechos y acciones, que
está allí, para contribuir a rescatar a Venezuela, no para hundirla más de lo
que se encuentra, ni para repetir los errores del pasado.
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