A nadie sorprende la
resolución de la CELAC de solicitarle a los EE.UU. levantarle el embargo
económico y financiero al gobierno comunista de Cuba. Pareciera obvio y lógico
que los países latinoamericanos de América, se solidaricen con la hermana
república de Cuba, por las tantas cosas que tenemos en común con ésta. Pero no
es así. Esta es una estrategia, cuya única intención pareciera ser la de lograr
enfrentar reciamente a demócratas y republicanos, con intensiones perversas
desconocidas.
Sin embargo, bajo esa aparente
solidaridad de Latinoamérica encarnada en la CELAC con Cuba, se esconde un
enorme cinismo y gran manipulación histórica de los gobiernos que la conforman,
que tenemos el deber moral de denunciar.
La CELAC no se creó para combatir la pobreza en la región. Tampoco se
creó para desarrollar económicamente a los países que la conforman. Tampoco de
creó para equilibrar las desigualdades sociales. Tampoco se creó para hacer el
bien de las naciones que la conforman. Se creó para enfrentar en conjunto a los
EE.UU., entre otros oscuros propósitos que conoceremos oportunamente.
Es irónico, que Cuba, la única
dictadura abierta y confesa de Latinoamérica, con más de 50 años en el poder,
utilice los organismos democráticos de América y del Mundo como lo son la
CELAC, Unasur, Alba, PetroCaribe y la ONU, para atacar, vilipendiar, presionar
y hostigar a los EE.UU., el país líder de las democracias del planeta.
La inspiración para la creación
de la CELAC es atribuida a Hugo Chávez Frías, un militar mediocre convertido en
un fraude político, de equivocados principios de lo que significan democracia,
justicia, libertad, ética y respeto a los pueblos. Fue el gran culpable de la
crisis sin precedente que vive hoy día Venezuela. En parte, también es culpable
junto a los Castro de Cuba, por el gran atraso y conflictos que vive la región.
La motivación principal de
Chávez, inspirador de la CELAC la movió su gran odio y desprecio por la
dirigencia política norteamericana y su pueblo. La movió su gran odio por el
sistema económico capitalista,que los EE.UU.,y la inmensa mayoría de los países
del mundo, utilizan en beneficio de su desarrollo económico que han logrado
como naciones desarrolladas y en vías de desarrollo.El socialismo no puede
ofrecer lo mismo.
Su motivación principal para
crear la CELAC, fue el de crear un grupo político monolítico que se enfrentase
a los EE.UU., y lo presionase para beneficio de las economías fracasadas de
algunos países de la región como lo es Cuba, cuyas miserias actuales son
producto de haber abandonado la causa de la democracia para unirse al oscuro y
fracasado comunismo, por cuyas causas tantas naciones se han arruinado.
Los EE.UU. no necesitan que se
le presione para tomar decisiones democráticas y justas. Es cierto que los
EE.UU., se han equivocado, pero han sido valientes y han reconocido sus
errores, cuando lo han considerado correcto hacerlo. Creo más en el gobierno de
los EE.UU. que en los gobiernos de Cuba, Rusia, China, Irán, Corea del Norte, Vietnam,
etc., cuyos propósitos de éstos son los de mantener el poder para oprimir a sus
respectivos pueblos, corromperse y chantajear a las naciones libres de
occidente. La pobreza, abusos, miserias sociales y limitaciones políticas y en
que viven los pueblos de los países comunistas así lo indican.
Si la CELAC es tan justa y tan
imparcial políticamente, por qué motivos no exhorta abiertamente al gobierno
cubano a permitir el funcionamiento de la democracia representativa en esa
nación. Lo que aduce Raúl Castro, al decir que no está dispuesto sacrificar los
principios de Cuba, a cambio del mejoramiento de las relaciones con los EE.UU.,
y el levantamiento del embargo norteamericano contra su gobierno; no son los
principios del pueblo cubano que tanto él preserva; son los principios
comunista los que no quiere sacrificar el régimen que representa Raúl Castro,
por el gran disfrute del poder que han tenido durante tanto tiempo.
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