miércoles, noviembre 19, 2014

Brasil, víctima de sus políticas

La dictadura de Cuba, inspirada en el marxismo leninismo, nació para hacerle las cosas bien difíciles a los EE.UU. En mi opinión, Cuba ha sido el país más pequeño que ha causado el mayor daño político a la nación norteamericana, en más 50 años, desde que esa nación se declaró marxista leninista y aliada de la extinta URSS y de la actual Rusia.

El envío de tropas cubanas al África (1975-2002), para contribuir con la instalación del comunismo en Angola, durante la guerra fría, a pesar de las penurias económicas y dificultades políticas que venía confrontando Cuba, son ejemplo evidente del fanatismo extremo de esa dictadura y del odio exacerbado que han sentido desde entonces hacia las democracias.

Otro ejemplo del peligro y costo que ha significado Cuba para los EE.UU. fue la temeraria irresponsabilidad del gobierno dictatorial de Cuba de permitir en su territorio la instalación de bases para el lanzamiento de misiles con cargas nucleares apuntando al territorio norteamericano, hecho este conocido como la crisis de los 13 días durante octubre de1962, tiempo durante el cual casi se produce una guerra nuclear entre los EE.UU., y Rusia. La guerra se evitó milagrosamente, gracias a las concesiones políticas y militares que tuvo que ofrecer EE.UU. a Rusia como precio para eliminar tales bases en Cuba.

Como asunto que confirma la conducta demencial de Fidel Castro, y demuestra el poco respeto por su pueblo, según correspondencia habida entre Nikita Kruscheff (Jrushchov) y Fidel Castro, este ultimo dio su visto bueno, para que el primero no cediese ante la presión norteamericana y continuase con la instalación definitiva de las bases, aún a sabiendas de que el primer país en ser borrado del mapa mundial sería la Isla de Cuba. http://www.cubanet.org/htdocs/ref/dis/10140201.htm

Lo que sucede actualmente en gran parte de Latinoamérica y la pretendida aspiración de imponer al socialismo o marxismo leninismo en esta región, no es casualidad ni un accidente político aislado. Es parte de un proyecto y aspiración del megalómano Fidel Castro (apoyado y asistido por Rusia), de convertir a toda Latinoamérica en enemiga de los EE.UU., empezando por pretender reemplazar a los gobiernos democráticos por gobiernos totalitarios, atacar al sistema económico capitalista e intentar destruirlo, aún cuando toda la región latinoamericana se arruinase, tal como sucede con Argentina y Venezuela y el enorme desequilibrio fiscal en ambas naciones, con Brasil en la sala de espera de no reaccionar a tiempo.

El viaje  de Fidel Castro en 1959 a Venezuela, tenía como propósito vital convencer al recién electo presidente Rómulo Betancourt defensor continental de la democracia, para que Venezuela contribuyese política, moral y financieramente con su proyecto continental. La negativa  contundente de Rómulo Betancourt lo enojó y suspendió su visita al país, para convertirse en enemigo acérrimo de éste y de la democracia de Venezuela. El fracaso y muerte del Che Guevara en Bolivia, entre muchos otros fracasos, no amilanó a los Castro en insistir intentando imponer su proyecto socialista por otras vías. 

El asedio por los Castro a las democracias latinoamericanas, se ha hecho en diferentes formas y maneras. A saber:

En Colombia viene intentándose desde hace 50 años por medio del narco terrorismo de las Farc y el ELN. Ahora después de medio siglo de lucha armada, muertes y secuestros, intentan abrir en Colombia un frente político con las gestiones de paz a las que se prestó el presidente JM. Santos, e intentar sumar Colombia al club del socialismo por la vía electoral tal como sucedió con Venezuela y otras naciones.

En Chile se intentó en los años 70 por la vía electoral con Salvador Allende como presidente, vía esta que fue impedida en 1973 por los militares con ayuda de los EE.UU. y el establecimiento de una férrea dictadura de derecha que se extendió por unos 20 años.

En Bolivia lo intentaron mediante las guerrillas dirigidas por el Che Guevara, la cual fracasó, con la captura y muerte de éste en 1967. En Nicaragua y Centro América se intentó por medio de las guerrillas del frente Farabundo Martí, las cuales fueron derrotadas por los Contra, financiados y apoyados por los EE.UU.

En Venezuela lo intentaron varias veces, durante el gobierno de Rómulo Betancourt (1959-1964), con intentonas de golpes de Estado fallidos. Al fracasar en todos ellos, intentaron la invasión cubana fallida por las playas de Machurucuto, en Mayo de 1967, para introducir en el país mercenarios cubanos, con el propósito de entrenar a guerrilleros venezolanos en montañas de los andes que pretendían derrocar al gobierno democrático de Raúl Leoni. La segunda vez, por la vía del golpe de Estado fallido del 4 de febrero de 1992 ejecutado por Hugo Chávez Frías, quién luego lo logró por la vía electoral en 1998. Después de haber sido electo democráticamente, Hugo Chávez, en un cobarde e inverosímil engaño a la nación; se declaró marxista leninista y parte de una revolución denominada bolivariana que posteriormente aglutinó a los gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Nicaragua y Uruguay.

EL FORO DE SAO PAULO. Cito SIC Wikipedia: En el momento de su fundación en 1990, el único miembro que ejercía el poder ejecutivo en un país soberano era el Partido Comunista de Cuba. Veinte años después la mayoría de sus miembros accederían mediante las urnas a ejercer el gobierno en distintos países o formarían parte de coaliciones oficialistas, otros llegarían a ser primera fuerza de oposición. La elección por medios democráticos de Hugo Chávez en 1998 en Venezuela representó la llegada al poder del primer gobierno de izquierda en muchas décadas en Latinoamérica y el primer gobierno de un partido miembro del Foro de Sao Paulo (el entonces MVR futuro PSUV) después de Cuba . Le siguió el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva del Partido de los Trabajadores en 2002 en Brasil, luego Tabaré Vázquez del Frente Amplio en Uruguay en 2004, Evo Morales por el Movimiento al Socialismo en Bolivia en 2005Michelle Bachelet del Partido Socialista de Chile en 2006Rafael Correa por Alianza PAIS en Ecuador en 2006Daniel Ortega por el Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua en 2006Fernando Lugo por la Alianza Patriótica para el Cambio (hoy Frente Guazú) a la cual pertenecen varios miembros del Foro de Sao Paulo en Paraguay en 2008José Mujica por el Frente Amplio en Uruguay en 2009Mauricio Funes del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional de El Salvador en 2009Dilma Rousseff por el Partido de los Trabajadores de Brasil en 2010Ollanta Humala por el Partido Nacionalista de Perú en 2011Nicolás Maduro del Partido Socialista Unido de Venezuela en 2013, Michelle Bachelet del Partido Socialista de Chile de nuevo en 2014 y Salvador Sánchez Cerén del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional en 2014. También hubo miembros del Foro de Sao Paulo que han formado parte de las coaliciones gubernamentales que respaldaron la candidatura y eventual gobierno tanto de Néstor Kirchner como de su sucesora y esposa Cristina Fernández en Argentina, como el caso del Partido Comunista de Argentina Congreso Extraordinario.
También puede destacarse que los partidos dominicanos Partido de la Liberación Dominicana y Partido Revolucionario Dominicano ambos son miembros del Foro y han tenido varios gobiernos en República Dominicana. En México el Partido de la Revolución Democrática es la principal fuerza de oposición y ostenta varias gubernaturas y la jefatura en Ciudad de México y en Costa Rica el Partido Frente Amplio fue el tercer partido más votado en las últimas elecciones nacionales.

La asociación con Hugo Chávez y su sucesor, Nicolás Maduro y al “chavismo” por la pertenencia al Foro ha reverberado en las campañas electorales de diversos países latinoamericanos. Candidatos rivales a menudo acusan a candidatos de partidos miembros del Foro de ser “chavistas” y/o estar ligados a los intereses de Venezuela o querer plantear un gobierno similar al venezolano. Esto sucedió por ejemplo a Ollanta Humala en Perú, Andrés Manuel López Obrador en México, José María Villalta en Costa Rica y Salvador Sánchez Cerén en El Salvador, en algunos casos como los de López y Villalta, pudiendo haber sido una de las causas para que perdieran las elecciones. Fin de la cita.

Lo que no logró Fidel Castro diplomáticamente en 1959 durante su visita a Venezuela, ni por la fuerza de las armas con la invasión que intento en 1967, ni con las FARC y el ELN en Colombia donde han muerto cientos de miles de colombianos, ni en Bolivia con el Che Guevara; lo logró sin hacer un solo disparo, gracias a la entrega vil y traidora por Hugo Chávez Frías, de la República de Venezuela a la causa del socialismo (léase comunismo) que tanto ambicionaba el egocéntrico y megalómano de Cuba, para Latinoamérica. De allí en adelante todo ha sido fácil para la dictadura marxista leninista de Cuba.
Con el dinero venezolano, se evitó el colapso económico de Cuba, se compraron conciencias de personajes que actuarían en favor de la revolución bolivariana, se financiaron campañas electorales de candidatos del Foro de Sao Paulo, se invirtió fuertemente en campaña mundial de divulgación de la revolución, se construyó una inmensa red de comunicaciones a favor del marxismo leninismo, se compraron armas para rearmar a las FARC colombianas, se ayudo financieramente a gobiernos con necesidades, tales como: Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, y Nicaragua, entre muchos otros gobiernos.
Una vez que Luiz Inácio Lula da Silva fue electo presidente en 2002, se intensificó el comercio entre Venezuela y Brasil, el cual era insignificante. Empezó a sentirse la presencia, participación y supremacía de Brasil en la revolución socialista y hasta se habló de construir entre ambos gobiernos una refinería a ser ubicada en Brasil, con financiamiento de Venezuela.

El imprevisto crecimiento económico de Brasil durante los dos periodos presidenciales de Luiz Inácio Lula da Silva, al parecer, debido al crecimiento del comercio con Latinoamérica, pero cerrándose al comercio mundial, en especial con los países europeos y con los EE.UU. en particular. En el gobierno de Dilma Rousseff, se empezó evidenciar el decrecimiento económico, y el fracaso de sus políticas internacionales, cada vez más limitadas y excluyentes a la globalización.

El decrecimiento económico en Brasil, la corrupción, sus políticas de inversión  y sociales fallidas en energía y vialidad, aunadas a las limitaciones proteccionistas impuestas a Mercosur de impedirle negociar libremente con quién lo desease y convenga, so pena de ser sancionado por el organismo; estarían obligando al gobierno de Brasil a un cambio sustancial en sus políticas económicas e internacionales.

El hecho de que Dilma Rousseff no haya podido ganar las elecciones presidenciales en la primera vuelta muestra al gobierno del Brasil  en una posición comprometedora, con la posibilidad de perder las elecciones en la segunda vuelta. De ser así, el nuevo presidente de Brasil, tendrá que cambiar el modelo económico socialista al sistema económico de libre mercado (o mantenerse navegando entre ambos modelos), para retomar la vía del crecimiento económico en ese país.

De darse tal posibilidad, esta representaría una catástrofe para el proyecto socialista promovido por la dictadura cubana, el cual el gobierno democrático del Brasil decidió espontáneamente apoyar e impulsar en su rol de país líder suramericano.

Esta posibilidad casi inminente de que Dilma Rousseff pierda las elecciones en Brasil, tiene angustiados a los líderes de los países que pertenecen a este proyecto político socialista, cuyo propósito primario está orientado a: combatir al capitalismo, impulsar las relaciones políticas y económicas con dictaduras y países de doctrina política marxista leninista, de aupar el  antinorteamericanismo y el anti occidentalismo, etc.

La política exterior de Brasil a finales del siglo XX, impulsada por ex presidentes que antecedieron a Inácio Lula Da Silva, al ubicarse esta política entre el primer y tercer mundo, fue parcialmente exitosa, puesto que ciertas  contradicciones, aunadas a la ambigüedad política del modelo económico adoptado “autoritario capitalista” le impidió acelerar el desarrollo de su propia economía. http://www.nuso.org/upload/articulos/550_1.pdf

A llegar el izquierdismo marxista leninista al gobierno de Brasil, conducido por Luiz Inácio Lula da Silva, el cambio en la política internacional no se hizo esperar, empezando por el alejamiento de Brasil de los EE.UU. y del ALCA, aunado al fortalecimiento y ampliación de Mercosur. Al mismo tiempo, Brasil se acerca  política y económicamente a Rusia y China, entre otros gobiernos que adversan políticamente a los EE.UU. Es decir, Brasil decide incorporarse plenamente en el proyecto cubano socialista contra el capitalismo, que tanto había soñado lograr Fidel Castro.


Contrastados estos dos modelos económicos (capitalista – versus mixto o fuertemente estatista), y visto el descalabro hacia donde apunta la economía actual del Brasil, no es de extrañar que la sociedad brasileña clame por un regreso al anterior modelo económico capitalista; incluidas mejoras necesarias para garantizar su funcionamiento y aplicaciones plenas.

De cambiar Brasil sus políticas internacionales obligado por su futuro económico incierto, es probable que estos cambios también se produzcan en Argentina y Venezuela posteriormente en sus respectivas próximas elecciones presidenciales (2015 y 2019). De concretarse esto, ello representaría el desmembramiento de un proyecto socialista nacido en Cuba,  el cual jamás ha tenido las más mínima posibilidad de éxito, visto su estrepitoso fracaso a nivel Mundial por inviable.

El hecho de que hoy Brasil sea víctima de sus propias políticas, debería servir de reflexión para latinoamericana, y obligarla a repensar nuestras tendencias reiterativas de pretender incriminar a los EE.UU., a Occidente, y a las democracias participativas; por nuestras miserias y problemas, en lugar de analizar nuestras políticas y actuaciones y reconocer nuestros   errores. No tiene sentido enemistarse caprichosamente, por odio, rencor, envidia o complejos absurdos, con un país americano, líder mundial en: libertades, progreso, modernidad, educación, ciencia y tecnología, etc...

El sistema económico de libre mercado, ha demostrado ser un sistema económico exitoso y confiable, como para pretender cambiarlo por un sistema económico socialista fracasado, que hasta la China comunista se convenció de ésta cruda realidad, razón por la que cambió su modelo económico y se sumo al uso del sistema económico capitalista, con sólidos resultados.

Es cierto que las naciones tienen el derecho a escoger el modelo económico que les sea más beneficioso, dentro de la constitución y leyes de esas naciones. Pero ese viraje violento de 180º que pretende dar la extrema izquierda de, Latinoamérica de plegarse al proyecto político socialista marxista leninista (estimulado por Cuba) y todo lo que él representa en materia de: restricción de las libertades civiles y económicas en general, las limitaciones de la libertad de expresión, la violación de los derechos humanos en particular, del control de los demás poderes del estado por el poder ejecutivo; es una arbitrariedad, un sinsentido e irresponsabilidad de tal ideología, que dicen representar a las mayorías y desear lo mejor para éstas; cuando en verdad las empobrecen más, ya que solo les interesa el poder político y lo que éste representa.

Brasil, un país rico y privilegiado en bellezas y riquezas naturales, tan grande territorialmente como los EE.UU, con una población algo menor; no ha podido encontrar la brújula del éxito económico que le corresponde lograr, quizás por las tantas ambigüedades y contrastes políticos que le impiden definirse como nación auténtica de un país americano, que pareciera negarse a serlo. Un país con un enorme territorio por desarrollar, que se niega a hacerlo por la falta de voluntad, y visión que limitan el emprendimiento. Un país que se empeña en proteger a una dictadura  brutal y tirana como la de Cuba, entre otras, que impide al pueblo cubano disfrutar de las libertades que les corresponde como seres humanos, por el solo hecho de llevarle la contraria a la política de EE.UU.

Suramérica, con Brasil como líder, comete un grave error al negarse a ser un amigo sincero y leal de los EE.UU., por intentar proteger a una dictadura  longeva que se niega a darle la libertad a su pueblo y les permita elegir espontáneamente a sus gobernantes, para intentar crecer y desarrollarse como nación auténtica, libre y soberana. Brasil con esta actitud, de aliarse al marxismo leninismo, no castiga ni daña al pueblo norteamericano. Castiga y daña al pueblo cubano que resiste desde hace algo más de 50 años a esa dictadura comunista que les robó su pasado, su presente y su futuro.

Los latinoamericanos en general, deberíamos sentirnos orgullosos de tener como vecino a la nación más exitosa en la historia moderna del mundo. La que es vista por muchas naciones como esperanza, para su futuro. Donde los sueños se hacen realidad. La que defiende la democracia, las libertades y la justicia. La que inspira a emprendedores del mundo. La que ha contribuido más con la humanidad en ayuda; económica, social, educacional, deportiva, salud, militar, etc.

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