Cuando Hugo Chávez enfermó y
empezó el declive vertiginoso de su proyecto socialista del siglo XXI, escribí
un artículo que titulé “Morir matando”,
inspirado en la hipótesis de que aún cuando estaba muriendo, el presidente Hugo
Chávez prefería terminar de hundir a Venezuela en la miseria antes de
considerar rectificar sus políticas públicas fracasadas hasta ese entonces y
cambiar radicalmente de rumbo para
evitar el naufragio de la nación, al océano de la desesperanza.
Al nombrar a Nicolás Maduro como
su sucesor, quién el 14 de abril de 2013 resulto llegar a la presidencia, tal
como hubiese sucedido en un régimen monárquico; analizados los eventos antes y
posteriores a su “coronación”, escribí el 2º artículo sobre el tema “Morir matando II”; puesto que interpreté,
que Nicolás Maduro tampoco pensaba rectificar ni cambiar en un ápice el rumbo
del proyecto original de Hugo Chávez, basado en la doctrina política del
marxismo leninismo.
Las arremetidas iniciales y
posteriores de Maduro, aunadas a los arreglos con la empresa Polar y su dueño
Lorenzo Mendoza, entre otros, para sacar al país de la crisis; en mi opinión
fue una jugada de distracción para un gobierno que continúa boqueando por falta aire fresco, debido a continúa sumido en una muerte terminal lenta, que no
termina de advertir ni piensa en rectificar.
Los recientes eventos
protagonizados por Nicolás Maduro para pretender resolver la corrupción y crisis
económica de Venezuela, con soluciones tales como: a) solicitar una Ley
Habilitante, b) ordenar a la población el saqueo de comercios como castigo a
sus propietarios por tener sobre precios en los artículos, c) pretender obligar
a los comerciantes a vender a “precios Justos” según el criterio del régimen, d)
multiplicar los puntos de vigilancia en los comercios para garantizar
”justicia” en los precios, e) importar
directamente a través de Mercal los artefactos electrodomésticos para
garantizar en el país el abastecimiento de éstos, f) instaurar por decreto, en
complicidad con la descarriada Asamblea Nacional, EL PLAN DE LA PATRIA 2013/2019, según el cual Hugo
Chávez pensaba profundizar en el socialismo del siglo XXI.
Aun, con las señales económicas evidentes
que se viven en Venezuela, el liderazgo del régimen insiste tozudamente en ignorar
el rotundo fracaso de las políticas macro económicas que el régimen viene aplicando
en la nación, a sabiendas de que iban a un inminente fracaso.
Si a eso sumamos que la
producción de petróleo ha mermado en un millón o más de barriles por día, los
precios del petróleo tienden a la baja, los formidables descubrimientos de
petróleo en otros países que podrían saturar al mercado mundial, la falta de
proyectos en Venezuela y la inviabilidad económica de realizarlos, la descontrolada
deuda de Venezuela, la dependencia cada
vez mas mayor de la población del gobierno y la iniciativa privada está cada
vez más acorralada; tendremos que concluir, que un tsunami económico gigantesco
amenaza a Venezuela.
Aún ante esta trágica situación, el
régimen continúa oídos sordos, jugando al absurdo socialismo y al derrotado comunismo,
razón para pensar que es irresponsable y suicida, y prefiere MORIR MATANDO, que virar de rumbo 180
grados en la conducción del país y evitar así el indeseable naufragio que nos
puede llevar a todos al fondo de un océano oscuro y desesperanzador.
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