Estafar abiertamente
a los comerciantes para cumplir con su acostumbrada jornada, días previos a una
jornada electoral, de “regalar” artefactos eléctricos y domésticos a los
partidarios del chavismo para que continúen apoyando a ese grotesco proyecto
socialista populista del siglo XXI, es la nueva modalidad que el régimen de
Venezuela acaba de poner en práctica, para continuar con la destrucción institucional,
política y moral del país.
Con la excusa
de que comerciantes (algunos casualmente simpatizantes del régimen) están
abusando escandalosamente con la fijación de precios a artículos no regulados,
el presidente de la república, Nicolás Maduro instruyó al ejército y aupó a los
simpatizantes del chavismo para que saquearan a la empresa DAKA y rematasen a
precios muy por debajo de los existentes, todos los artículos existentes en los
anaqueles de dicho negocio. Las imágenes aparecidas son grotescas y aberrantes,
dignas de una nación bananera del tercer mundo.
Como es sabido,
el régimen venezolano viene practicando desde hace varios años, la costumbre de
“regalar” artefactos electrodomésticos a un sector muy especifico de la
población, unos días antes de la realización de una disputa electoral.
Se ignora
cuánto se gasta en estos eventos, pero se supone que son cifras
multimillonarias que provienen de fondos específicos que tiene el régimen destinado
a estos actos totalmente ilícitos, que se producen ante la vista gorda de los
demás organismos del Estado venezolano. Son tan descarados los “camaradas”, que
a estos gastos los califican y clasifican como de inversión social.
Ante la
situación económica caótica que vive Venezuela por la reducción drástica de los
ingresos, la merma en la disponibilidad de dólares, el aumento gigantesco de
las deudas y el colapso del aparato productivo, como consecuencia de la forma
irresponsable como el régimen ha conducido la economía y las políticas
públicas, han obligado a éste a utilizar otra forma de subsidiar a estos
sectores populares, para lo cual han decidido que éstos gastos los subsidien
los comerciantes “tramposos” para cumplir su compromiso de ofrecer dádivas
generosas a lo “Robin Hood”, para la compra de votos. El presidente continúa
anunciando medidas drásticas de intervención a otras empresas y las está
obligando a que ganen lo que el régimen piense que es “justo” ganar.
Todo indica que
la propiedad privada estaría en vías de desaparición y las libertades a punto
de ser suspendidas, tal como es costumbre en las naciones que practican el
sistema político comunista. Realmente la situación es de mucha incertidumbre y
de malestar generalizado alimentado con toda clase de rumores y expectativas
sobre los escenarios políticos factibles de ocurrir.
Las próximas
semanas previas a las elecciones municipales serán de gran tensión para el
venezolano dada la forma violenta e ilícita como el régimen pretende resolver
los problemas económicos y sociales. Ahora, con la ley habilitante aprobada a
lo “macho” y según palabras de N. Maduro “no lo para nadie”, las posibilidades
de que se produzcan mayores abusos del régimen son enormes. Esperemos,
analicemos y veremos cómo sobrevivir. ¡Peor situación, imposible!