sábado, mayo 15, 2010

Venezuela: ¿Primera potencia petrolera mundial?

Las continuas declaraciones “alegres” del presidente venezolano Hugo Chávez y de sus más cercanos colaboradores, en lugar de generar aprobación, seguridad y/o beneplácito, a los venezolanos sensatos, por el contrario, nos dan mucha angustia, pena ajena, tristeza, frustración y rabia, por considerarlas una burla a los venezolanos y a las demás personas pensantes del mundo.
Recientemente con una de esas “alegres” declaraciones, del presidente y allegados, se pretendió hacernos creer que Venezuela se convertirá a finales del 2010, en la primera potencia petrolera mundial. ¡Por Dios! Según entiendo, una cosa es una nación pobre y subdesarrollada con bastante petróleo en el subsuelo, y otra cosa es considerarse una potencia petrolera mundial, por el solo hecho de tener ese petróleo.
En todo caso, dadas las grandes e incuestionables reservas probadas de petróleo que posee Venezuela, que la ubican entre los países con mayores reservas en el mundo, pudiera considerarse que Venezuela es una POTENCIA EN RESERVAS DE PETRÓLEO, lo cual no puede decirse que lo sea en producción de petróleo, ya que está lejos de serlo. Dada la merma declinante y sostenida en este renglón. Venezuela solo produce unos 3 millones diarios de petróleo, incluyendo los denominados barriles equivalentes de líquidos del gas y otros.
Potencia es un término que se utiliza para denotar fuerza y/o grandeza en algunos aspectos de las actividades o disciplinas de la vida. Por Ej.: USA, China, Japón, Reino Unido, Francia, Alemania, entre muchas otras naciones pudieran considerarse potencias económicas y tecnológicas. Brasil, Argentina, Francia, Chile, Alemania, Francia, Inglaterra, España, Holanda, etc., pudieran considerarse potencias en el juego del futbol. USA., Rusia, China, Francia, Inglaterra, Japón etc., pudieran considerarse potencias aeronáuticas.
Para considerarse una potencia mundial en algún renglón, es importante que ese país o nación sean destacados y autosuficientes en dicho renglón. También es necesario, por razones lógicas, que sean los demás países quienes lo califiquen de potencia, para lo cual se necesitan cifras y demostraciones estadísticas y de hechos concretos que validen esa calificación de potencia.
Para ser una potencia mundial petrolera, se requiere dominar con la fuerza-hombre propia, las diferentes actividades que se ejecutan en esa materia. Por supuesto, también se requiere tener el conocimiento y las experticias de las tecnologías de punta que se utilizan en dicha actividad. Potencias petroleras mundiales pudieran ser: USA, Rusia, Inglaterra, Francia, Holanda, China, etc.
Venezuela fue en sus buenos tiempos una potencia productora y exportadora de petróleo, tal como lo son ahora países como: Arabia Saudita, Irán y los Emiratos Árabes Unidos. Venezuela pudiera convertirse de nuevo en una potencia productora y exportadora de petróleo, dadas las grandes reservas probadas de petróleo que posee de crudo pesado y extra pesado. Sin embargo, pretender ser la primera potencia petrolera mundial es más que un sueño, una alucinación.
Alcanzar la meta de producir 6 millones de barriles de producción de petróleo por día, señalada por el gobierno, sobre todo si este crudo es mayormente pesado y extra pesado, requiere de: a) seguridad jurídica que motive y genere confianza a los inversionistas a invertir en Venezuela, b) titánicos esfuerzos y trabajo permanente, c) tiempo necesario y suficiente para planificar y desarrollar los planes, d) inversiones oportunas y bien dirigidas, e) suficiente personal administrativo y técnico adecuadamente preparado y motivado, f) políticas de desarrollo de personal, permanentes y coherentes, g) uso de tecnologías de punta.
Tal como personalmente veo la situación de PDVSA, estas condiciones no están vigentes en Venezuela, ni lo estarán en corto plazo y mediano. Muy sencillo. El personal propio de PDVSA en todos sus niveles y especialidades, no está lo suficientemente entrenado ni preparado como para emprender un proyecto de desarrollo tan ambicioso.
El negocio petrolero es muy complejo y variado, y requiere del concurso de muchas disciplinas. Convergen profesiones y técnicas y administrativas de todo tipo. Ingenieros, administradores, economistas, especialistas en mercadeo, especialistas en recursos humanos, contabilistas, auditores, contadores, laboratorios, médicos, seguridad, ambiente, etc. Las ingenierías son variadas y comprenden entre otras: civil, vial, industrial, mecánica, electricidad, instrumentación, geología, geofísica, geodesia, ambiente, seguridad, química, petróleo y gas, etc.
Entrenar y preparar personal para trabajar en la industria petrolera requiere de una férrea y minuciosa planificación, de inversiones sostenidas y permanentes, de un proceso de selección de personal abierto y óptimo, de una filosofía de trabajo rutinaria y continua. Las grandes empresas petroleras exitosas invierten en promedio algo así como entre 5% y 10% de sus ingresos brutos en entrenamiento e investigación, lo cal explica su supremacía en tecnológica y productividad.
No creo que el gobierno actual de Venezuela entienda, a al menos acepte estos principios administrativos básicos, como para aspirar a desarrollar proyectos como el descrito. Un gobierno que ha destruido la “meritocracia” en PDVSA, para sustituirla por la lealtad al líder de la revolución bolivariana, y obliga a sus empleados a rendirle pleitesía a éste, no estará jamás en capacidad de emprender con éxito y lograr la rentabilidad aceptable de proyectos de inversión de capital.
Otro rasgo negativo de la industria petrolera nacional, que impediría que ésta se convierta en una potencia mundial petrolera, tal como lo ha exteriorizado públicamente el gobierno, sin duda alguna, es el grado alarmante de corrupción que existe en PDVSA, con tantas negociaciones directas y pago de comisiones respectivas, sin pasar por los procesos correctos y legales de licitación.
El sistema de licitaciones que tenía PDVSA antes de ser asaltada y tomada a la fuerza por el gobierno, era un sistema muy moderno y probado, que permitía la selección transparente de un servicio en particular o de una empresa para la realización de proyectos de inversión. La mayoría de estas selecciones están ahora a la libre actuación de los directores y gerentes, quienes actúan a discreción, con los resultados que todos oímos a diario de corrupción desbocada. Usted amigo lector, juzgue por sí solo, si estamos en vía de convertirnos en la 1ra. potencia petrolera. Fin.

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