UNASUR: Simplemente, un club de países amigos de izquierda
La organización denominada Unión de Naciones Suramericanas, intenta organizar y formalizar su estructura organizacional y para ello ha denominado al ex presidente de Argentina Néstor Kirchner como su secretario general, sin antes definir con precisión su propósito, objetivos y filosofía de trabajo.
Los impulsores del movimiento han justificado la creación de esta organización, argumentando que la unión de naciones suramericanas es una necesidad para muchos propósitos nobles como son: los intercambios comerciales, la unificación de las monedas, las asistencias mutuas ante catástrofes, los intercambios culturales y científicos, la defensa de la región, entre otros. E incluso, muchos han intentado hacer un paralelismo – absurdo y fallido por supuesto - entre la Unión Europea y Unasur.
Personalmente observo, que Unasur es una organización que está siendo impulsada por unos pocos presidentes muy interesados en su creación y permanencia, como lo son: Brasil, Argentina y Venezuela. Los demás países tales como Uruguay, Paraguay, Bolivia y Ecuador, les siguen el ritmo a esos países líderes de Suramérica, a la espera de conocer los beneficios que obtendrán y las experiencias que ganarán. Países como Chile, Colombia y el Perú hasta ahora asisten y participan recelosos, y pareciera que estarían a punto de dejar esa organización tan pronto se convenzan de su inutilidad, sobre todo, en estos tiempos de tensiones internas, el menos propicio para crearla.
Una unificación supuestamente necesaria como lo es la de los países de Sur América, para debatir y trabajar juntos en temas fundamentales para nuestros pueblos, es en el fondo una buena idea y algún día tendrá que crearse. El problema mayor para hablar de unificación latinoamericana es precisamente, que nuestras naciones están hoy día más disparejas económica y socialmente, y peor aún, más desunidas y polarizadas ideológicamente que nunca; razones poderosas que lamentablemente, impiden una conformación sana y dinámica de ésta anhelada organización.
A los que pretenden comparar a la Unión Europea con Unasur, les recuerdo, que Europa tiene una educación, cultura, tecnología, éxitos y fracasos, ubicación geográfica, países vecinos, raíces e historia general muy diferente a las nuestras, razón por las que es algo así como comparar manzanas con cambures. Además, la Unión Europea nació básicamente como una necesidad regional para competir económicamente con polos económicos y tecnológicos dominantes como lo eran los EE.UU., Japón, la región Asiática, y China, quienes tienen crecimientos económicos vertiginosos y amenazaban con sacarlos del mercado mundial.
Al contrario de lo planteado por la Unión Europea, una de las justificaciones iníciales que ha sostenido Unasur, es la de preparar militarmente a Suramérica para repeler la amenaza bélica que significa los EE.UU... Por cierto, una nación también americana, nuestra aliada en la OEA, y a quién los radicales de izquierda pretenden sin argumentos sólidos, vetar y discriminar en Latinoamérica.
Un ejemplo evidente de esta presunción de que los EE.UU. podría invadir a algún país suramericano fueron las escenas vividas en varias de las reuniones de Unasur, donde el principal tema a debatir fue el de las 7 bases que Colombia puso a la orden de EE.UU., a ser utilizadas en la lucha contra las drogas y el terrorismo. Pero el presidente Chávez ha indicado que éstas pudieran ser utilizadas para invadir a Venezuela. Tan es así, que el odio que el presidente Hugo Chávez le tiene al presidente Uribe de Colombia se avivó, como consecuencia de ese acuerdo cívico militar Colombia – EE.UU.
Para el colmo, se escoge como secretario de tal organización a un personaje gris, pro comunista, con asuntos pendientes con la justicia argentina y la venezolana por los diferentes hechos de corrupción y manejo de influencias, para enriquecerse ilícitamente; denuncias éstas que están planteadas y presentes tanto en Venezuela como en Argentina y que como sabemos, son delitos sin fechas de vencimiento.
Unasur ha planteado en alguna de sus reuniones, la formación de un Banco del Sur, para auxiliar a los países más empobrecidos de la región, a quienes les cuesta conseguir créditos en condiciones ventajosas para estos países en los bancos mundiales existentes que dependen de las potencias desarrolladas. Tengo entendido que la región ya tiene ese tipo de bancos en el Fondo Interamericano de Desarrollo, para atender precisamente a esos países más necesitados de créditos preferenciales.
No obstante, dos preguntas saltan a la vista: ¿Qué países aportaran los fondos para ese Banco y en que porcentajes? ¿Quién garantizará que esos fondos no serán utilizados para proselitismos políticos y/o para financiar a las guerrillas de las FARC o del ELN? Que se sepa; Brasil, Argentina, Chile, Venezuela, Bolivia y Ecuador, no han calificado aún de terroristas, a las guerrillas establecidas en Colombia desde hace 50 años, y se resisten a hacerlo. Por el contrario, mantienen una posición ambigua respecto a este punto, y continúan “coqueando” con las mismas. Solo países como Colombia, Perú y ahora Paraguay se han atrevido a calificarlas de terroristas.
Otro aspecto fundamental o importante que debe ser considerado en una supuesta unión suramericana de naciones, es la del estado de las democracias en éstos países sureños, las cuales al parecer no están lo suficientemente estables y sólidas como para dar un paso tan importante en esa unión. Países como Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela atraviesan crisis financieras, políticas y sociales de grandes magnitudes que pudieran desencadenar en nuevas dictaduras o en movimientos populares de liberación, incontrolables por los gobiernos de estos países; hecho este que de ocurrir, sería la muerte segura de Unasur. Finalmente, la propuesta de Venezuela a Unasur de no reconocer como democrático al gobierno de Honduras, plantea un enfrentamiento innecesario y fratricida con la OEA y la U.E. quiénes han dado un paso adelante para reconocer a dicho gobierno como democrático y trabajar para ello, según expresiones de Miguel Insulza.
Por lo expuesto, pareciera ser que Unasur tiene un parecido más con un club de países amigos de la izquierda latinoamericana, auspiciado por el Foro de Sao Paulo, que con una organización seria y responsable que desea combatir la pobreza, mejorar la educación, y crecer económicamente para la felicidad de todas las poblaciones suramericanas. Fin.
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