domingo, junio 29, 2008

De dictaduras y democracias

Guillermo A. Zurga, 28 de junio de 2008.

La respuesta o argumento que dan los chavistas, cuando alguien califica a este gobierno de dictadura, es la de que eso es mentira porqué en Venezuela existe plena libertad de expresión y podemos hablar libremente y criticar al gobierno. Ese es, un argumento simplista, sombrío, pueril y muy alejado de la realidad.

Existen diversos tipos de gobiernos dictatoriales y totalitarios, que atentan contra la democracia, entre los cuales, en mi opinión, el que mas se asemeja al actual gobierno venezolano es la denominada dictadura constitucional. Según Wikipedia, (cito): La dictadura constitucional es la forma de gobierno en la que, aunque aparentemente se respeta la Constitución, en realidad el poder se concentra de manera absoluta en las manos de un dictador (y en ocasiones, en las manos de sus cómplices), controlando éste, directa o indirectamente, los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. El mecanismo mediante el cual se mantiene el aparente respeto a la Constitución se denomina fraude constitucional: un ejemplo es el fraude electoral. Fin de la cita.

Digo que la dictadura constitucional es la que mas se asemeja al tipo de gobierno venezolano a sabiendas de que tampoco la constitución es respetada por este, dado que la misma es violada reiteradamente por el presidente venezolano, sin que sea obligado a respetarla, por no existir separación e independencia de los poderes del estado venezolano. Es decir, la dictadura del gobierno de Chávez va más allá de la dictadura constitucional, y se coloca en un tipo de gobierno indefinido y casi único en el mundo, ya que en el mismo, aún se realizan algunas practicas democráticas “controladas”, para cubrir las apariencias, porqué no existe la independencia de los poderes del estado venezolano, que garanticen el equilibrio, la igualdad entre los ciudadanos y la aplicación de justicia ciega. Por lo tanto, es evidente, que este gobierno está más cercano a una dictadura que a una democracia.

Si respetar la constitución y las leyes, permitir la libertad de expresión, la existencia de la separación de los poderes, y la existencia de la pluralidad de ideas; son requerimientos para que exista una democracia plena, la alternabilidad en el poder es otro requisito básico que está siendo constantemente amenazado por este gobierno, siendo este uno de los puntos pendientes por reafirmar en la agenda política venezolana, dado el empeño del presidente en pretender elegirse presidente de por vida. Razón por la que la sociedad civil esta alerta, ante este intento fallido que hizo el presidente el 2-D de 2008, con la reforma constitucional, que afortunadamente fue derrotada electoralmente; y aún así, pretende imponerla.

No obstante, conocida su vocación totalitaria, no es de extrañar que, Hugo Chávez, intente hacer lo mismo que hizo su amigo el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, de escamotearle el triunfo al opositor Morgan Tsvangirai en las elecciones y declararse presidente inamovible de su país, al menos que sea Dios el que lo expulse del gobierno, según fueron sus palabras a la prensa internacional.

Gústeles o no a los chavistas, el gobierno del presidente Hugo Chávez, eso que llaman socialismo del siglo XXI, revolución bolivariana, o proceso; es de hecho una dictadura, porqué no existen las libertades, ni la justicia, ni los elementos suficientes, como para considerarlo un gobierno democrático ajustado a derecho. Si son demócratas, demuéstrenlo con hechos, y no manipulen ni ofendan al pueblo.

domingo, junio 22, 2008

Convivir con el enemigo en casa

Guillermo A. Zurga, domingo 22 de junio de 2008.

Según estimo, a ciertos partidos políticos que dicen ser de la oposición, pareciera ser que no les importa convivir con el enemigo en casa. Esa apreciación personal que estoy sometiendo a la consideración de la sociedad venezolana, es producto de las diferentes e incompresibles posiciones políticas dentro de la oposición, ante el desastre nacional que vivimos hoy día en Venezuela, con un gobierno que ha dado infinidad de pruebas de considerarse estar por encima de la constitución y de las leyes venezolanas y mundiales, y no pasa nada.

El empeño del presidente de seguir impulsando “ilegalmente” desde el gobierno, con dinero y recursos de los venezolanos, al socialismo del siglo XXI, ya rechazado el día 2-D por la sociedad venezolana en elecciones, es una de las muestras de que el presidente Chávez está descalificado para seguir gobernando.

Aprobar, supuestamente sin leerla, y derogarla a muy pocos días de haberla decretado, a una ley de inteligencia y contra inteligencia, que atentaba con las libertades fundamentales del pueblo de tener derecho a la privacidad y al respeto, entre otras arbitrariedades, es también una muestra de que el presidente no tiene sindéresis, sensatez, moral, sensibilidad ni escrúpulos, lo cual también debería descalificarlo para seguir gobernando a Venezuela.

Que el ministro comunista del trabajo llame delincuentes a los dignos profesionales y trabajadores venezolanos de PDVSA que se sumaron al paro de diciembre del 2002 para reclamar sus derechos ciudadanos y defender la democracia, es un acto de vileza y debe ser motivo de extrema preocupación para los partidos políticos venezolanos de la oposición, quienes ni siquiera se han percatado de tal monstruosidad por parte de ese mediocre personaje y ministro.

La actitud cómplice y pasiva del gobierno ante los ataques de que esta siendo objeto la empresa Coca Cola desde hace meses, por parte de partidarios del chavismo, porqué a Iris Varela entre otros comunistas que odian todo lo que sea originario de EE.UU., se les ha ocurrido que tienen una causa justa, no obstante habérseles demostrado jurídicamente lo contrario, es otra muestra de que este gobierno es terrorista e ilegitimo, no ajustado a derecho.

El empeño del chavismo de conspirar para destruir al aparato productivo del estado venezolano en manos del sector privado, y sustituirlo por comerciantes de oscuro perfil e intensiones, que solo saben inclinar la cerviz ante el presidente por los favores concedidos, para sustituirlo por un mercadeo de puertos de importación masiva, lo cual atenta contra toda ley y principio universal, es también un acto ilegal y una muestra de que el presidente está fuera de sus cabales.

El sistema de justicia venezolano no atiende los reclamos del sector de la oposición, porqué estos reclamos son dañinos para el gobierno, y siendo ellos chavistas a toda prueba, no pueden cometer la torpeza de traicionar al presidente. Esta premisa está generalizada en los otros poderes políticos del estado venezolano, razón por la que no existe estado de derecho en Venezuela, razón mas que suficiente para considerar a este gobierno de ilegal y totalitario.

Tratar de burros, entre otros epítetos ofensivos, a los militares venezolanos por el ministro de la defensa por defender la constitución y no sumarse sumisamente al chavismo, es otra muestra de barbarie y torpeza por parte del gobierno que denota irrespeto a la constitución y a las leyes y muestras de ilegalidad de este gobierno.

Apoyar al terrorismo, y confesar ante la nación y el mundo, que los policías de la recién creada policía nacional deben ser chavistas, subversivos, guerrilleros y pertenecer al partido del gobierno PSUV es otra muestra de ilegalidad y razón mas que suficiente para que este gobierno sea considerado ilegal y deslegitimado.

Utilizar a la procuraduría “rufiana” de la república para impedirle a ciudadanos venezolanos participar en las próximas elecciones regionales, mediante una lista de inhabilitación, sin que existan juicios ni condenas legales para ellos, es otra muestra mas del abuso del poder de este régimen que lo pone al margen de la ley.

Podríamos estar acá escribiendo sobre numerosas causas de abuso de autoridad, totalitarismo, negligencias, corrupción, violación de la constitución y de las leyes venezolanas por parte de este gobierno autocrático, en un entorno donde los únicos que protestan son los mismos chavistas, ante la vista gorda de la oposición, asunto éste que nos hace pensar, que a los venezolanos decentes de este País, como que nos están acostumbrando a convivir con el enemigo en casa.

Ver y oír por TV a un líder joven de un partido político de la oposición aceptar, y peor aún decir, algo así como lo siguiente: que para ganar las elecciones, los partidos políticos de la oposición se ocuparían fundamentalmente de participar y luchar por los problemas cotidianos de seguridad, salud, educación, servicios, vivienda; y que la ciudadanía o sociedad civil en general, se ocupe de luchar contra la perdida de los derechos ciudadanos y civiles, así como de la parte política de la perdida de la democracia y de la justicia. Dios mío, que barbaridad.

Ante esta situación de absoluta indefensión en que nos encontramos, se me ocurre pensar en que de seguir las cosas así, y de ganar la oposición la mitad de las gobernaciones y alcaldías en Venezuela, pudiéramos vivir una otra etapa inédita del chavismo, donde Hugo Chávez, gracias a su carisma y encanto personal que algunos le atribuyen, con los infinitos recursos económicos de los que dispone y utiliza a discreción, así como de su gran capacidad de manipulación y falta de moral y de escrúpulos; ante una oposición siempre dócil y dispuesta a negociar y/o a pactar; se convierta en el jefe de la oposición y del chavismo, y se lance sin ninguna resistencia, como candidato presidencial en el 2012 para las próximas elecciones. ¿Qué importarían la democracia, la libertad y la justicia si chavistas y oposición están felices y contentos? ¿Recuerdan a Francisco Arias Cárdenas?

Si el amigo lector piensa que exagero, le invito a que me explique, como es posible que a estas alturas, Chávez aún mantenga un altísimo porcentaje de popularidad, la oposición y el chavismo tengan igualdad de fuerzas, y todavía exista tanto “ingenuo” y/o “vivo” indeciso; ante este desastre nacional. Si como dicen los chavista que protestan a diario, los problemas los ocasionan los líderes chavistas al frente de los diferentes ministerios y despachos oficiales, exonerando a Hugo Chávez de culpa; quién por cierto, se ha confesado como responsable del fracaso de la revolución, argumentando que ésta no se ha consolidado aún, está invadida de traidores y requiere ser profundizada para lograr los objetivos que persigue.

domingo, junio 01, 2008

El PSUV: Nacido para perder

Guillermo A. Zurga, jueves 29 de mayo de 2008

Todo parece indicar, que el partido político socialista unido de Venezuela – PSUV, ha sido un “parto” político contra natura y se encamina – antes de nacer completamente – a ser un partido político perdedor. El sentido de grandeza, de permanencia y de éxito que el gobierno le ha querido imprimir al PSUV, basado en los petrodólares y por la ventaja misma de ser gobierno, se quedará en un sueño de grandeza que no podrá hacerse realidad. Las razones para tal aseveración, son las siguientes:

  • En el proceso de la fundación del partido del gobierno, PSUV, se empieza por violar una premisa electoral elemental de una democracia, como lo es la de asumir o pretender hacernos creer, que el votante de un proyecto político, es un militante per sé de ese partido político que apoya circunstancialmente al gobierno. Quizás en ello se basaron equivocadamente los chavistas para aspirar una inscripción global en el PSUV, cercana a los 7 millones de afiliados, cifra esta similar a la obtenida como resultado de la reelección del presidente en diciembre de 2006.
  • No existen ni han existido partidos políticos exitosos fundados por gobierno alguno en el poder, para continuar en el poder. Los partidos políticos se fundan antes, para lograr el poder. Ni siquiera el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores de Adolf Hitler se fundó siendo éste, el poderoso Fuher y omnipotente “dueño” de la Alemania fascista de esos tiempos.
  • Todo partido político tiene una ideología clara y específica que “vender” entre los habitantes que pudieran inscribirse en él. En el caso del PSUV, que supuestamente tiene la ideología al “Socialismo del Siglo XXI”, es conocido que este “socialismo” no tiene una doctrina clara ni específica, ni explicación teórico practica convincente alguna, que aclare de que se trata. Es mas, ideológicamente, la militancia del chavismo está tan confundida, que algunos analistas confunden al gobierno de Hugo Chávez, como una especie de gobierno capitalista de estado, como un fascismo, o como comunista. Muy pocas personas le ven como un verdadero gobierno socialista.
  • Por lo general, para el “bautizo” de un nuevo partido político, se utiliza un clímax o punto de mayor popularidad o necesidad para lanzarse al ruedo político, que este gobierno no tiene ni tenía, en el momento en que se anunció su creación. Es decir, por lo general, se va de menos a más, hasta lograr lo que logran los partidos políticos “normales”. Se empieza con poca gente y se crece, hasta su tamaño máximo. Este partido político empezó con expectativas gigantescas de 7 millones de afiliados y creo que hoy, no llegan a los 3 millones, en un universo de 15 millones de votantes.
  • En Venezuela, incluyendo a los partidos de la oposición, existen varios partidos políticos populares de izquierda que se dicen son igualmente socialistas, y prácticamente tienen la misma ideología del PSUV, con supuestas diferencias en el tipo de liderazgo, en la organización u otras intrascendentes; razón por la que algunos se preguntan: ¿Porqué no puedo militar en un partido político de mi preferencia y seguir apoyando o no al gobierno?
  • La inscripción en un partido político por parte de un ciudadano, es y debe ser una decisión personal soberana, que alguien toma, democrática y libremente sin presiones, ni condiciones. Lo hace por verdadera convicción y responsabilidad. En el caso del PSUV, esto no es así, dado que la mayoría de sus miembros son empleados o allegados a la administración publica, y pareciera que solo existen las siguientes justificaciones que les motivan a inscribirse en el PSUV:
  • La primera es el miedo a perder el cargo o privilegio. La segunda es por lealtad al líder, que si bien es cierto tiene seguidores, es no menos cierto que esa sería una decisión basada solo en la emotividad, y no en la sensatez. La tercera es el miedo a la persecución y/o a represiones. La cuarta, es por razones ideológicas, que como acoté anteriormente, el chavismo no las tiene clara. La quinta es por la viveza criolla de algunos, de hacer carrera política en un partido que ya tiene el poder, lo cual es simplemente oportunismo.
  • Ninguna de estas justificaciones está normalmente presente en la creación de un partido político democrático. Unos muy pocos se han inscrito en el PSUV, por verdadera vocación ideológica. La mayoría lo ha hecho por conveniencia, negocio y/o por el poder, lo cual sin duda, es un ventajismo y representa una gran debilidad, que ya se estaría evidenciando.
  • Un partido político democrático y popular, como supuestamente sería el PSUV, no debe sentir ningún temor de escoger a sus representantes para su organización interna, y/o como representantes a elecciones nacionales o regionales, por votación directa por la base. Eso no será posible en el PSUV por el carácter totalitario y unipersonal de manejar los asuntos políticos del país de parte del presidente Hugo Chávez, quién ha demostrado hasta la saciedad que no es un demócrata convencido, sino que utiliza a la democracia para sus fines.
  • El 2-D de 2007 le fue rechazada a Hugo Chávez su propuesta de cambio de la constitución, para convertir a Venezuela en una república socialista y centralista, con permanencia indefinida de él como presidente de Venezuela. Se dice que un número importante seguidores del chavismo también la desaprobó. No obstante, el presidente insiste en seguir impulsándola por otras vías; lo cual nos obliga a hacernos la siguiente pregunta: ¿Cuánta gente del chavismo está dispuesta a sacrificar su libertad y su futuro por un presidente que no les oye, ni les escucha; ni respeta constitución, opiniones ni leyes?
  • El gobierno ha dilapidado algo más de 700 millardos de dólares, sin haber resuelto ni medianamente los problemas de pobreza, educación, seguridad ciudadana, de vivienda, de servicios básicos, ni de corrupción. Además, se ha endeudado dos o tres veces más. Estas enormes fallas nos inducen a hacernos la siguiente pregunta: ¿Debe un pueblo apoyar a un gobierno que ha fracasado abiertamente en su gestión administrativa después de 9 años?
  • El liderazgo del PSUV es mediocre, conformado mayoritariamente por militares y militaristas allegados al líder, cuyo mayor merito ha sido el de haber acompañado a Hugo Chávez en un golpe de estado frustrado. Con algunas excepciones, no tienen el carisma, la preparación, ni el argumento como para aglutinar mayorías en defensa de ese partido político, evidentemente, nacido para perder.
  • La computadora de alias Raúl Reyes, ha dado información que compromete seriamente al presidente Hugo Chávez y a su gobierno de tener vínculos cercanos con el narco terrorismo colombiano, lo que pudiera desembocar en colocar a Venezuela al margen de la ley internacional, como una nación terrorista; lo cual nos induce a hacernos la siguiente pregunta: ¿Cuántos de los chavistas defenderían al presidente de estas acusaciones, las cuales al parecer están bien sustentadas? ¿Cuántos de ellos se inscribirían en el PSUV?
  • Hugo Chávez Frías, quién es el creador, presidente y jefe indiscutido del PSUV, por sus propias torpezas personales y errores políticos y administrativos reiterativos ha caído en una espiral de derrotas y descrédito, seguidas de un aislamiento político regional e internacional, que presagian momentos cada vez más difíciles para el y su proyecto político, razón por la que es de esperarse, que el PSUV en lugar de crecer se reduzca; y en lugar de victorias, tenga derrotas electorales; y finalmente muera por inanición antes de desarrollarse completamente.

CONSIDERACIONES FINALES

De acuerdo con los sondeos de opinión y encuestas recientes, todo parece indicar que a pesar de su gran tamaño (inducido), en noviembre de 2008, el PSUV obtendría una derrota política importante, donde perderían muchas gobernaciones y alcaldías, pintando de nuevo al país con un arco iris en colores e ideologías. Se producirá una recomposición política del país de tal magnitud, que obligaría al chavismo a rectificar, moderarse e intentar negociar, para no caer.

De no rectificar el gobierno central, por razones obvias, la situación política venezolana empeorará y la ingobernabilidad se acentuará, hasta las próximas elecciones parlamentarias en 2009/2010, donde sin dudas, se produciría una segunda derrota crítica y determinante para el gobierno, en la cual perderían la mayoría de la Asamblea Nacional. Vista la importancia de la misma, con la ayuda de la cual se produce el control de las demás ramas del poder del estado venezolano, por el poder ejecutivo, para garantizar su hegemonía en el País, violando constantemente las leyes y la constitución que evitan el juicio político que debería hacerse al presidente por diferentes motivos legítimos.

De darse las elecciones parlamentarias, lo cual personalmente dudo que suceda, con Hugo Chávez como presidente, esta segunda derrota que sufriría el partido político del gobierno PSUV, podría ser tan catastrófica y suficiente como para llamar a nuevas elecciones presidenciales, antes del 2012, vista la ilegitimidad que tendría Hugo Chávez como presidente de Venezuela, por el poco apoyo político que le quedaría, por lo que sería el fin del proyecto político del socialismo del siglo XX, el fin político de su líder máximo, y razón, por la que fuera del gobierno, el PSUV habría nacido para perder, hasta que llegue el día de su extinción total, o reacomodo como “partido político democrático”; si es que aprendiesen la lección.

El Rol de PDVSA

Guillermo A. Zurga, 11 de mayo de 2008.

Pocos meses antes de que ocurriera el asalto, secuestro y toma de PDVSA en 2003, por los partidos políticos del gobierno, trabajaba como asesor en Maturín, y me llegó una encuesta por internet para que expresase mi opinión personal sobre el rol, funciones y responsabilidades que debería tener ésta vital empresa del estado venezolano. La encuesta en referencia, fue enviada por la alta gerencia de PDVSA y su manejo y evaluación estaba a cargo de una comisión de directores.

Desconozco si esa iniciativa la originó el gobierno anterior, el actual; o fue iniciativa propia de la Junta Directiva de PDVSA de entonces. También desconozco, a cuantas personas les fue enviada y a que niveles cubría. Recuerdo que el cuestionario era largo y permitía profundizar en la opinión personal. El caso es que me interesé y animé a ofrecer mi opinión, dada la oportunidad única que se me presentaba respecto a un tema tan importante que hasta ese momento lo consideraba, de la absoluta competencia del sector político del País.

Consistente siempre con lo que pienso, digo y hago, en una de las preguntas donde se planteaba la politización o no de la empresa fui enfático al inclinarme por la no injerencia política y partidista en el manejo de la empresa petrolera, por parte del gobierno. Consideraba entonces, que esa participación política en la actividad petrolera del país, estaba bastante bien establecida en las leyes, y correspondía al poder ejecutivo a cargo del Presidente de la república quién la debería ejercer a través del Ministerio de Energía y Minas, quién daba los LINEAMIENTOS Y PREMISAS fundamentales para las políticas, estrategias y actividades a desarrollar por PDVSA.

Por lo tanto, para ejercer esa función de dirección, seguimiento y control por parte del MEM, y de las otras organizaciones del estado con competencias sobre la actividad petrolera, correspondía al ejecutivo y al estado venezolano en general, en proveer al MEM y a éstas otras organizaciones, de una estructura y organización adecuadas, con infraestructura, herramientas y personal altamente calificado, educado, adiestrado y suficiente en cantidad, como para garantizar el cumplimiento optimo de esas responsabilidades. Si en algún momento, el MEM u otras organizaciones fueron incapaces o negligentes en ejercer correctamente su rol, funciones y responsabilidades, esta deficiencia no puede ni debe ser imputada a la caja negra en que se había convertido PDVSA, según sus enemigos socialistas de siempre.

Respecto a las preguntas relacionadas a las funciones que debería tener PDVSA, contenidas en el cuestionario, no tuve ni tengo la menor duda al opinar, que estas deben ser básicamente las de: explorar, perforar, producir, procesar, refinar, almacenar, transportar y comercializar los hidrocarburos y derivados que se descubran y extraigan del subsuelo venezolano.

La función política, publicitaria u otras a favor del gobierno así como la competencia social y caritativa que le ha sido impuesta a la fuerza por este gobierno a PDVSA, son atribuciones y responsabilidades que deberían tener otras organizaciones del estado venezolano. De haber continuado así, y de no haber arrojado a la calle a los miles de valiosos empleados de PDVSA, por la huelga petrolera, PDVSA aún tendría las fortalezas y capacidad gerencial, administrativa, económica y técnica como para mantener a la industria petrolera funcionando con un óptimo nivel de excelencia.

De hecho, antes del asalto y toma de PDVSA, ésta venia haciendo una callada labor solidaria y comunitaria a través de sus departamentos de recursos humanos, médico y de relaciones publicas, sin haber tenido que sacrificar su excelencia y capacidad operativa como empresa de energía, tal como sucede en los actuales momentos, por haberla politizado al extremo.

De haberse continuado en PDVSA con la política de selección, entrenamiento, desarrollo de personal y de ascensos por “meritocrácia” y ésta se hubiese dedicado a sus funciones estrictamente administrativas y técnicas, durante estos 9 años de gobierno chavista, no obstante todo lo nefasto y mediocre que ha sido este gobierno, en otras disciplinas, áreas y organizaciones; PDVSA pudiese estar hoy día produciendo mucho mas petróleo de lo que produce actualmente. Considerando los altísimos precios del petróleo y sus derivados, los ingresos a la nación fuesen muy superiores a los actuales. ¿Qué otra contribución social mejor que esa puede ser atribuida a PDVSA?

El gobierno actual ha cometido y sigue cometiendo un terrible error político y moral, al utilizar al petróleo como instrumento cerrado de negociación, de compra de conciencias y de chantaje económico para imponer un pensamiento o ideología política a países pobres o en vía de desarrollo; y/o al utilizarlo para chantajear a países desarrollados como EE.UU., que necesitan de la energía proveniente de esta importante fuente, que como sabemos es agotable. Precisamente, por ser los hidrocarburos recursos naturales agotables, su importancia y valor crecen cada día más; lo que implica que pudiera llegar el momento, en que esta fuente de energía sea declarada por la humanidad entera como patrimonio universal, y en consecuencia su manejo por las respectivas naciones que los poseen debe ser mas transparente, equilibrado, sensato y abierto.

Atar PDVSA a una doctrina política totalitaria en particular, como la socialista, es una aberración, y una política errónea, que tarde o temprano, está destinada a un inexorable fracaso. Una empresa de la magnitud e importancia de PDVSA, con actividades administrativas y procesos operacionales tan amplios, variados y complejos, requiere ser administrada con excelencia por personal altamente calificado, adiestrado y entrenado, a objeto de que su productividad y competitividad sean las óptimas.

PDVSA, debe además, estar actualizada con la tecnología de punta mas innovadora y eficiente que exista en el mercado mundial. Desestimar la tecnología petrolera occidental, e intentar sustituirla por la oriental, tal como lo está logrando en gran parte hacer este gobierno es una gran necedad, torpeza e inconveniente para Venezuela, por más anti imperialista que se sea.

Ha sido una gran irresponsabilidad de este gobierno, el haberle asignado a PDVSA roles y funciones en lo político y en lo social que nunca ha debido tener. Hacer proselitismo político y demagogia nacionalista engañosa con la primera empresa del País le está resultando altamente negativo y costoso a la nación. Ya algunos analistas petroleros y economistas – aún desconociendo el estado de las finanzas internas y deuda de PDVSA, el daño a los yacimientos y el deterioro de la planta física de la industria - vaticinan que PDVSA es irrecuperable; y que en el mejor de los casos, se tardaría unos cuantos años en lograr su saneamiento económico, y el restablecimiento de la capacidad idónea de ejecución administrativa y operacional.