Hoy
los venezolanos – entre los que me encuentro – que amamos y respetamos a
nuestros hermanos colombianos, quienes tenemos la dicha de tener a colombianos entre nuestras familias,
quienes admiramos a los colombianos por su tesón y habilidades para trabajar,
quienes hemos disfrutado de su gentileza y hospitalidad cuando los visitamos,
quienes han contribuido con nuestro desarrollo económico, a quienes amamos
sinceramente a esa gran nación vecina; sentimos de todo corazón el brutal atropello de que han sido objetos colombianos
inocentes y sus familias, por funcionarios de nuestro gobierno por órdenes del
presidente Nicolás Maduro.
Coincido
plenamente con las declaraciones de funcionarios colombianos, de que para
combatir al contrabando no era necesario provocar y producir esas inhumanas,
brutales y grotescas acciones de
deportación masiva, ordenadas por nuestro gobierno.
Tampoco
estas acciones eran necesarias para combatir al narcotráfico, puesto que son
acciones que se han debido producir bilateralmente entre ambos gobiernos; sobre
todo, a sabiendas de los rumores existentes de militares y funcionarios
venezolanos de altísimo nivel
participando en actividades de narcotráfico.
Igualmente,
estas deportaciones masivas eran innecesarias, por la sospecha de paramilitares
colombianos actuando criminalmente dentro de Venezuela, cuando estas son
actividades exclusivas de inteligencia policial y militar quienes cuentan con
los elementos suficientes como para detectarlos y detenerlos, sin tener que
deportar a tantas familias inocentes, ni para armar ese grotesco show.
Por
todo ello les pido perdón a los colombianos, a nombre de los venezolanos,
quienes estoy seguro están horrorizados y sentidos por tamaña tragedia humana
ordenada por nuestro gobierno, contra nuestros vecinos históricos como lo son
los hermanos colombianos.
Debe
haber otras razones ocultas, para haber ordenado tan brutales acciones. Entre
las que se mencionan abiertamente, que al parecer se produjo un encontronazo violento
entre militares y civiles pertenecientes a dos carteles venezolanos del tráfico de drogas,
supuestamente dirigidos por miembros de altísimo rango del ejército y de la
guardia nacional de Venezuela. Si ello es cierto, entonces tenemos a un
gobierno cómplice con tales actividades, lo cual debe ser investigado a fondo.
Como venezolano lo exijo responsablemente, puesto que esto pone en peligro
nuestra integridad territorial, nuestros principios y nuestra soberanía, las
cuales están por encima de cualquier otro interés nacional.
Señor
Nicolás Maduro, esas acciones que usted ha ordenado irresponsablemente, seguramente
tendrán consecuencias negativas para nuestra nación, al frente de la cual usted
es el primer responsable. Si usted como deja entrever por televisión – es un
presidente valiente, guapo y apoyado – está obligado a abrir una investigación
profunda en el seno de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que le permita
confirmar lo que fuera de Venezuela es “vox populli”, respecto a que somos un
país con un gobierno forajido y narco traficante, lo cual a mi como venezolano
me duele y entristece. Luego de sus reflexiones – las cuales seguramente tendrá
- respecto a la gran torta que ha puesto ante el mundo civilizado, creo que
debería pedirles públicamente perdón al pueblo colombiano y a sus dirigentes.
Demuestre que es un ser humano, demuestre que posee valores, demuestre que ama
a Venezuela y a su pueblo. Eso es lo menos que puede hacer.
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