El
juicio político que se le sigue a Leopoldo López en Venezuela, por llamar al
pueblo a protestar en las calles, es simplemente una pantomima, para cubrir las
apariencias e intentar demostrar inútilmente al mundo que en Venezuela la
justicia es independiente, ciega y soberana.
Esto,
debido a que el presidente de la república, Nicolás Maduro, cada vez que se
encadena por radio y televisión – lo
cual es una rutina frecuente – afirma que éste es culpable y permanecerá preso.
No deja oportunidad al Tribunal Supremo de Justicia para a se pronuncie
jurídicamente, según sean la veracidad de las acusaciones de la fiscalía y las
pruebas de la defensa (negadas a ésta) que demuestren que es culpable y merece
lo condenen, o es inocente y lo absuelvan.
El
supuesto crimen de Leopoldo López un joven político carismático, bien educado, valiente,
claro y decidido, ha sido el de haber interpretado cabalmente el sentir del
pueblo venezolano, que clama por qué se solucionen los múltiples problemas que
sufre la ciudadanía de Venezuela, que vive indefensa ante la pésima gestión de
los regímenes chavistas, con 16 años en el poder.
Pensará
el régimen, que encarcelando por largo tiempo a Leopoldo López, el cada vez más
amplio sector opositor; será silenciado, neutralizado y tranquilizado, lo cual
le permitiría al régimen, seguir abusando del poder y continuar destruyendo a
Venezuela. ¡Qué equivocados están!
Afortunadamente,
el pueblo venezolano despertó de esta larga pesadilla, y está consciente de lo
que está pasando en el país. El régimen ya no tiene el apoyo mayoritario que
tuvo durante los gobiernos de Hugo Chávez. El partido principal del gobierno
(PSUV) está en franca desbandada. Los
partidos minoritarios que le apoyan están divididos y pareciera que también
cuestionan la gestión inepta y corrupta del gobierno. El malestar en el sector
militar parece crecer, e intentan vanamente neutralizarlo. Líderes prominentes
están desertando y acusando al régimen de grandes actos de corrupción e
inmensos errores en sus políticas públicas.
El
encarcelamiento de Leopoldo López, cuyo liderazgo ha crecido como la espuma, en
lugar de enfriar las calles, lo que pudiera lograr es que surjan más líderes opositores
con mayor brío y determinación que lo reemplacen, pidiendo su liberación y
exigiendo cambios inmediatos en la macro economía así como en las políticas
públicas.
Es
difícil predecir la magnitud de las próximas protestas en futuras manifestaciones.
Pero ante: el crecimiento de la inflación, la disminución del poder
adquisitivo, la escasez acentuada de dólares, la crueldad del poder ejecutivo
para enfrentar a las manifestaciones; no
sería extraño que las protestas surjan
con mayor fuerza y vehemencia y se hagan incontrolables.
Ante
el juicio político injusto e ilegal que se
le sigue a Leopoldo López, pienso y percibo, que la oposición política (MUD)
pudiera rectificar y ser más solidaria con Leopoldo López, en comparación al
apoyo que se le negó durante los disturbios de principio de año. Es más, no me
sorprendería que Leopoldo López salga de la cárcel, convertido en héroe y candidato
de la oposición, para participar en las próximas elecciones presidenciales, en
la fecha en que se éstas se realicen.
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