La dirigencia política y
democrática de México, unida y agrupada en pro de la nación, ha decidido dar un
paso importantísimo en la reestructuración de las políticas económicas estructurales
internas y externas de Estado. Existen expectativas de que los cambios
propuestos y aprobados por mayoría calificada y convincente resultarán exitosos,
para bien de economía de México y el bienestar económico y social de su
población.
La primera decisión importante
tomada fue la unirse al grupo de naciones latinoamericanas que participarán en
el enorme mercado de intercambio comercial con Asia, Europa y naciones
colindantes con el océano pacifico, en condiciones atractivas que garantizan
mayores oportunidades de ingresos económicos adicionales para el País.
Estas decisiones las toma México
en medio de una polémica latinoamericana, sobre la preferencia ideológica del
sistema económico a utilizar en las economías de los diferentes países de la
región. ¿Socialismo marxista o Capitalismo?
El bloque de los países del Alba,
junto a Argentina han escogido al socialismo marxista como sistema económico predominante,
razón por la que Ecuador no aceptó incorporarse al bloque del pacifico, cuando
por su ubicación geográfica, le
correspondía hacerlo. Posiblemente se incorpore
al Mercosur, junto a Bolivia, ambos miembros del Alba.
Otro bloque económico que
prefiere al sistema económico socialista para intercambiar productos, es el de
Mercosur, donde participan Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay y
Venezuela. En dicho bloque existen divergencias entre sus participantes, por la
adopción definitiva del sistema económico de mercado a utilizar. Como sabemos,
varios países de ese bloque, utilizan al socialismo y al capitalismo
alternativamente, sin definir claramente sus preferencias.
Otra decisión trascendental
tomada por el actual gobierno de México, ha sido la de reestructurar
profundamente al sistema educacional mejorándolo en todas sus partes básicas;
deslastrándolo de sindicatos y mafias extremistas de izquierda que impiden su
evolución, para perjuicio de las grandes mayorías. El gobierno actual decidió
modernizar el sistema educativo para impartir mayor y mejor educación para toda
la nación.
La reestructuración energética
pareciera ser la más importante y decisiva a favor de la economía de esa
nación. Pemex, la empresa de petróleo de México, nacionalizada desde inicios
del siglo XX, ha venido confrontando serios problemas de operatividad, flujo de
caja, retraso en la generación de reservas petroleras, disminución de su
potencial de producción de petróleo, envejecimiento de sus instalaciones, manejo
capcioso de su administración, etc.
Abrirse al capital privado
nacional e internacional de libre mercado,
eliminar vicios internos, aunado al cambio de Junta Directiva por una
más actualizada, moderna, capaz, eficaz y eficiente, parecieran garantizar una
reforma necesaria para mejorar sustancialmente las actividades de Pemex para generar más divisas y facilitar el creciendo económico
en otras actividades del país.
En escritos anteriores he alertado
sobre el proyecto latinoamericano iniciado por el gobierno comunista de Cuba y
el Foro de Sao Paolo instalado en Brasil; aupado por el ex presidente de esa
nación y miembro del partido comunista de los trabajadores, Luiz Inácio Lula da
Silva.
Dentro de los objetivos de esta
enorme conspiración anti imperialista, anticapitalista y anti democrática, México
es considerada como una de las próximas conquistas del Foro de Sao Paolo, que
como es sabido está conformado por los partidos de ultra izquierda de
Latinoamérica. Afortunadamente, este cambio estructural que está anunciando e
iniciando México, lo hace oportunamente y pudiera neutralizar la amenaza política
que desde hace años se cierne sobre esa norteña nación, de ganar las elecciones
el Partido de la Revolución Democrática, PRD.
México tiene por delante una
gigantesca tarea renovadora que
requerirá de muchos esfuerzos, así como de unidad política sostenida y en consenso,
para resolver las múltiples necesidades que padece. Entre éstas estarían; las
desigualdades sociales, las controversias ideológicas estériles, la ingente
pobreza, la inseguridad ciudadana, la expansión de la delincuencia organizada,
la alta corrupción en el gobierno Federal y en los gobiernos regionales y locales.
De acá en adelante, será un gran
reto para el gobierno actual y los sub siguientes gobiernos democráticos que
actúen en México. Si algo necesitaba
México con urgencia, era esta gran reestructuración y apertura económica. Auspicio
que vendrán más reformas en la medida en vayan avanzando en la consolidación de
esta reestructuración. Como demócrata cabal, apostaré a la suerte de este
gobierno y sus Aliados políticos para que les vaya bien en esta importante
cruzada. De hecho, la opinión internacional ha recibido la iniciativa con mucho
optimismo.
A sabiendas de las diferencias
existentes entre México y Venezuela, entre las cuales la única e inobjetable
igualdad común es haber nacionalizado ambas naciones las actividades
petroleras. También podría destacarse la importancia del petróleo para ambas
naciones. Sin embargo, para Venezuela el petróleo es de mayor relevancia que
para México, puesto que ésta es prácticamente, la única fuente de ingresos de
divisas que tiene Venezuela.
Solo el gobierno de Venezuela,
apoyado por la sociedad civil venezolana unida, con contribución del capital
privado nacional e internacional, puede tomar la iniciativa de resolver la
crisis económica del país tal como lo está haciendo pacíficamente en democracia
el gobierno de México. Pareciera ser lógico y deseable que Venezuela imite a México
y reestructure a PDVSA, que como sabemos está muy deteriorada y disminuida en
sus operaciones básicas.
Según opinión calificada de
expertos venezolanos e internacionales en economía, las medidas económicas
anunciadas hasta ahora por el gobierno, son insuficientes, para resolver la enorme
crisis económica. ¡Imposible generar mayor cantidad de dólares bajo las
condiciones actuales de deterioro que presenta PDVSA! Para colmo, el presidente Nicolás Maduro ha declarado que
“contra viento y marea”, seguirá adelante con el “SOCIALISMO”, a pesar de su
gran fracaso a nivel mundial. Como dice el refrán, amanecerá y veremos. Dios
proteja y salve a Venezuela.
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