Los restos del difunto presidente
Hugo Chávez han sido llevados al Cuartel de la Montaña, sitio éste que fue
utilizado como Cuartel General por el entonces Teniente Coronel del ejército,
en su intento fallido de Golpe de Estado del 4 de Febrero de 1992, con el
propósito de derrocar al gobierno y presuntamente asesinar al presidente constitucional
Carlos Andrés Pérez, quien por cierto fue electo el 4 de diciembre de 1988, con
mayoría absoluta del 52,91% de los sufragantes en una elección limpia y
transparente.
Según lo anunciado, la idea de
este traslado es la de mantener a Hugo Chávez en ese sitio, por tiempo indefinido,
a objeto de que sea despedido por el pueblo chavista agradecido por su
generosidad con éstos, para luego darle cristiana sepultura en su morada final.
No obstante la parte humana que esa idea pueda tener, esta luce como una gran
provocación y falta de respeto al pueblo de Venezuela, quienes mayoritariamente
rechazan y rechazarán a los golpes de Estado y las dictaduras de cualquier
signo ideológico que éstos sean.
Es oportuno recordar que en ese
intento fracasado de Golpe de Estado del 4 -F, murieron muchos militares
institucionalistas, quienes defendieron y sacrificaron honrosamente sus vidas
en defensa de la Constitución, de las Leyes y de su juramento como militares de
defender la Patria. Por ese hecho, Hugo Chávez fue condenado y privado de su
libertad por violar las Leyes e inducir a cometer asesinatos. Por generosidad
de la democracia, fue beneficiado con un indulto, que el difunto ex presidente
Rafael Caldera le concedió.
El traslado en referencia, es además
un hecho inconstitucional, por ser prácticamente una apología permanente al
delito, por lo que significan los golpes de Estado que puedan sufrir los
futuros gobiernos democráticos de Venezuela.
Usar como Santuario a un Cuartel Militar,
donde se escenificó la dirección y conducción de un Golpe de Estado, para
glorificar al conductor del mismo, es para todos los venezolanos, incluyendo a
gran parte del sector chavista, una irregularidad y un atentado contra los
ideales democráticos y costumbre pacificas de la gran mayoría del pueblo
venezolano. Sin duda alguna, que esta acción se hizo como un acto de
proselitismo político, vista la cercanía de las elecciones presidenciales del
14 – A, profanando así el cadáver aún fresco de su líder.
Criticar y condenar a los golpes
de Estado dados por otros, como hace el gobierno actual, y por otra parte, ensalzarlos
y celebrarlos como si fuesen fiestas patronales, cuando éstos son propios; es
una burla, una posición cínica y perversa, que además denota una aberrante
falta de moral así como una ambigüedad, presentes todas éstas en el liderazgo chavista.
El gobierno chavista, que celebra
golpes de Estado, enjuició y condenó a 30 años de prisión a varios ciudadanos
inocentes por el supuesto golpe de Estado del 11 – A de 2002, calificado por un
juez como Vacío de Poder. Muchos otros ciudadanos inocentes, supuestos
culpables de tales sucesos, huyeron de su patria por la persecución que se
desato contra ellos.
Siendo que los sucesos de ese día
fueron provocados por el mismo presidente, a quién se le pidió la renuncia “la
cual acepto”, todavía tienen la insolencia
de celebrar el día 13 – A, día cuando retomaron el poder, hecho este logrado gracias
a la conciencia democrática que aún tiene el pueblo de Venezuela. ¡Si son
cristianos, confiésense y pidan perdón a Dios y al pueblo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario