lunes, marzo 18, 2013

El Santuario de la Montaña


Los restos del difunto presidente Hugo Chávez han sido llevados al Cuartel de la Montaña, sitio éste que fue utilizado como Cuartel General por el entonces Teniente Coronel del ejército, en su intento fallido de Golpe de Estado del 4 de Febrero de 1992, con el propósito de derrocar al gobierno y presuntamente asesinar al presidente constitucional Carlos Andrés Pérez, quien por cierto fue electo el 4 de diciembre de 1988, con mayoría absoluta del 52,91% de los sufragantes en una elección limpia y transparente.

Según lo anunciado, la idea de este traslado es la de mantener a Hugo Chávez en ese sitio, por tiempo indefinido, a objeto de que sea despedido por el pueblo chavista agradecido por su generosidad con éstos, para luego darle cristiana sepultura en su morada final. No obstante la parte humana que esa idea pueda tener, esta luce como una gran provocación y falta de respeto al pueblo de Venezuela, quienes mayoritariamente rechazan y rechazarán a los golpes de Estado y las dictaduras de cualquier signo ideológico que éstos sean.

Es oportuno recordar que en ese intento fracasado de Golpe de Estado del 4 -F, murieron muchos militares institucionalistas, quienes defendieron y sacrificaron honrosamente sus vidas en defensa de la Constitución, de las Leyes y de su juramento como militares de defender la Patria. Por ese hecho, Hugo Chávez fue condenado y privado de su libertad por violar las Leyes e inducir a cometer asesinatos. Por generosidad de la democracia, fue beneficiado con un indulto, que el difunto ex presidente Rafael Caldera le concedió.
El traslado en referencia, es además un hecho inconstitucional, por ser prácticamente una apología permanente al delito, por lo que significan los golpes de Estado que puedan sufrir los futuros  gobiernos democráticos de Venezuela.

Usar como Santuario a un Cuartel Militar, donde se escenificó la dirección y conducción de un Golpe de Estado, para glorificar al conductor del mismo, es para todos los venezolanos, incluyendo a gran parte del sector chavista, una irregularidad y un atentado contra los ideales democráticos y costumbre pacificas de la gran mayoría del pueblo venezolano. Sin duda alguna, que esta acción se hizo como un acto de proselitismo político, vista la cercanía de las elecciones presidenciales del 14 – A, profanando así el cadáver aún fresco de su líder.

Criticar y condenar a los golpes de Estado dados por otros, como hace el gobierno actual, y por otra parte, ensalzarlos y celebrarlos como si fuesen fiestas patronales, cuando éstos son propios; es una burla, una posición cínica y perversa, que además denota una aberrante falta de moral así como una ambigüedad, presentes todas éstas en el liderazgo chavista.

El gobierno chavista, que celebra golpes de Estado, enjuició y condenó a 30 años de prisión a varios ciudadanos inocentes por el supuesto golpe de Estado del 11 – A de 2002, calificado por un juez como Vacío de Poder. Muchos otros ciudadanos inocentes, supuestos culpables de tales sucesos, huyeron de su patria por la persecución que se desato contra ellos.

Siendo que los sucesos de ese día fueron provocados por el mismo presidente, a quién se le pidió la renuncia “la cual acepto”,  todavía tienen la insolencia de celebrar el día 13 – A, día cuando retomaron el poder, hecho este logrado gracias a la conciencia democrática que aún tiene el pueblo de Venezuela. ¡Si son cristianos, confiésense y pidan perdón a Dios y al pueblo!

viernes, marzo 08, 2013

Visiones políticas encontradas


El drama que tiene Venezuela hoy día, empieza por las diferencias abismales existentes entre la visión política que presenta el sector chavista y la que presenta el sector opositor actual. Son visiones contradictorias e irreconciliables, que por lo general no se dirimen en las urnas electorales, tal como lo ha demostrado nuestra historia reciente. Normalmente, los proyectos políticos totalitarios se imponen por la fuerza de las armas, o emboscadas políticas como las que aplicó el chavismo. Los proyectos políticos democráticos se imponen con los votos secretos del pueblo, en honestas, libres y transparentes elecciones.

VISIÓN CHAVISTA

El proyecto chavista es excluyente, atenta contra las reglas de juego de la democracia y viola la constitución, para el avance de la revolución. Es una propuesta cerrada, autoritaria, totalitaria. Ideológicamente diseñada y condicionada para ir en contra del sistema político democrático y contra el sistema económico de libre mercado. Tal como lo ha puesto en práctica el chavismo, es una propuesta fundamentada en la ideología política del marxismo leninismo, o comunismo.

La propuesta revolucionaria es de confrontación y odios que ha llevado a la polarización del pueblo venezolano en dos bloques bien definidos. Deja en una segunda prioridad los intereses propios de todo el país, y a las necesidades básicas de toda la ciudadanía, para concentrar su lucha en atender a los más necesitados, intentando en contrapartida; vengarse, destruir y empobrecer al sector opositor, lo cual además de injusto e ilógico, es inhumano y perverso. 

El otro aspecto muy cuestionado internamente en Venezuela, contenido dentro del proyecto chavista, y principal causante del descuido interno del país y sus propias necesidades, motivo importante para nuestra precaria situación económica; ha sido el de regentar y financiar un movimiento latinoamericano de justicia social en el continente, para lo cual el chavismo necesitó repartir colosal ayuda económica a casi todos los gobiernos de los países de la región, a través de diferentes mecanismos, utilizando gran parte de los recursos provenientes de las ventas petroleras.

Mediante el abuso del poder y sabiéndose favorecido por las mayorías, el gobierno chavista MANIOBRÓ, para secuestrar los demás poderes del Estado, imponiendo en la conducción de éstos poderes, a dirigentes influenciables y/o simpatizantes de sus planes totalitarios, para manipular la constitución, las leyes y los procesos electorales con total parcialidad, y garantizar así, los triunfos electorales que se requerirían para imponer soslayadamente su proyecto comunista. De hecho, en 14 años de gobierno, el chavismo solo ha perdido un sufragio.

EL CHAVISTA TÍPICO

El chavista típico seguidor y gran apoyo de la revolución bolivariana, en su gran mayoría pertenece a las clases sociales pobre y media-baja de Venezuela. Obreros, analfabetas, empleados, informales de la economía, madres jóvenes solteras, amas de casa abandonadas, estudiantes pobres, personas de la tercera edad desempleados y sin pensión, profesionales, discapacitados, intelectuales de la izquierda, emprendedores y comerciantes de estratos sociales bajos, etc.

Todos ellos en general discriminados o desasistidos en mayor o menor grado por los gobiernos democráticos anteriores. El gobierno chavista les dedicó atención especial y recursos a través de programas sociales denominados MISIONES en áreas de la salud, analfabetismo, educación básica, educación media y universitaria, vivienda, transporte, empleo, ayudas financieras a través de préstamos blandos, becas, adquisición de equipamiento para el hogar, adquisición de vehículos, adquisición de alimentos subsidiados, adquisición de viviendas, etc.

Todo este contingente de venezolanos necesitados, al margen de lo político, tiene un especial y eterno agradecimiento por el difunto presidente Hugo Chávez, que va más allá de su persona; por el hecho de haberles, incluido y considerado en beneficiarios de su gobierno. Personas que aprendieron a leer y a escribir, personas a quienes se les entregó una vivienda, jóvenes que pudieron ingresar a una universidad sin exámenes de admisión ni esperas interminables, taxistas que pudieron comprar un auto nuevo con relativa facilidad, madres solteras a quienes se les reconoció su existencia y se les suministró ayuda económica, viejos execrados del SSO por no contribuir, acceso al poder de muchos que antes no eran tomados en cuenta por ser rechazados por la meritocracia, personas quienes obtuvieron prestamos que antes les era imposible obtener por lo riguroso y exigente del sistema bancario nacional.

VISIÓN DEMOCRATICA

La propuesta de la oposición, es genuinamente democrática, donde los valores y principios de la democracia y la constitución se mantienen vigentes y se respetan. Es una propuesta incluyente para desarrollar económicamente al país, con el apoyo de todos los venezolanos, inspirada en la unión, el respeto y el mejoramiento de la calidad de vida de todos los ciudadanos y residentes del país, incluyendo a los simpatizantes chavistas. No persigue la perpetuidad en el poder, ni pretende instigar al pueblo chavista para que les acepten o ayuden en la implantación de la propuesta. Por el contrario, les invita a participar en el proyecto de reconstrucción del país. La propuesta opositora, como en toda sociedad democrática,  busca el poder en competencia electoral franca, honesta y abierta, con las otras corrientes políticas supuestamente democráticas en total y absoluta igualdad de condiciones electorales.

EL OPOSITOR TÍPICO

El opositor típico, proviene mayormente de la clase social media venezolana. Lo complementa un amplio sector de la clase pobre que se ha integrando al sector opositor. La disidencia del chavismo, quienes han desertado del chavismo y se han unido a la oposición, mayormente por divergencias políticas irreconciliables. Es complementado por un amplio sector de la oligarquía tales como: la alta sociedad, empresarios, inversionistas, comerciantes; conocidos como la clase rica u oligárquica, quienes han sido constantemente atacados, instigados, ofendidos  y vejados por el gobierno, quienes verían con agrado un triunfo de la oposición.

El sector opositor se ha constituido en guardián de la democracia, la justicia, la tolerancia, el respeto a las leyes y a Constitución de la República  Valores éstos que al dirigente y militante chavista sub estiman, por los múltiples servicios y distinciones que reciben del gobierno al aplicar éste el populismo como práctica perversa de ganar adeptos y seguidores.

CONCLUSIONES

Con visiones políticas tan disimiles  como es el caso actual en Venezuela, donde la propuesta chavista se sale del marco de la democracia, es impensable que en condiciones normales de competencia electoral transparente, pueda ganar limpiamente unas elecciones, razones para que el gobierno utilice ilícitamente su poder, para comprar conciencias y manipular resultados electorales, que le permitan garantizar los triunfos que sean necesarios para mantener vigente su proyecto político socialista en el tiempo.

Para el chavismo, perder el gobierno significaría el fin definitivo de su proyecto político, el cual por ser inviable a largo plazo, tendría que ser cancelado por quién le sustituya en el poder del lado opositor. No obstante, desde el punto de vista social, algunas iniciativas y políticas públicas del chavismo pudieran ser extendidas tal como se implementan actualmente. Otras pudieran ser mejoradas y continuadas.

Desde el punto de vista de la macro y micro economía  es evidente la necesidad de emprender cambios sustanciales que tiendan a impulsar la economía del país para diversificarla y mejorarla a objeto de lograr mayores ingresos y reducir la marcada dependencia del país del negocio petrolero. Un gobierno opositor tendría que reactivar la economía en base al sistema económico de libre mercado, aupando al capital privado a  la creación de nuevas empresas privadas y/o mixtas para generar nuevos empleos. El sistema económico socialista podría ser útil y jugar un papel restringido en algunas áreas específicas de la economía.
Con la muerte del presidente Hugo Chávez y la posibilidad real de participar en breve en unas nuevas elecciones presidenciales, a la sociedad democrática de Venezuela se le presentan varias disyuntivas e interrogantes que es necesario dilucidar antes de seguir insistiendo en la vía electoral, como medio de ganar el poder para desarrollar su propuesta electoral.

Como es sabido y suficientemente expuesto y debatido, el sistema electoral venezolano, garantiza el voto, pero impide al sector opositor elegir a los gobernantes de su preferencia, razón por la que es necesario y pertinente revisar y corregir el sistema electoral. El mismo está plagado de irregularidades, maquinaciones, componendas y abusos de poder; que hacen necesario que el sector opositor reclame y exija al Estado venezolano, la equidad y transparencia que debe existir en tan importante sistema electoral para elegir.

Se desconocen las condiciones que exigirá la oposición para participar en estas venideras elecciones presidenciales. Sin embargo, pienso que probablemente algo harán al respecto. Sobre todo, cuando sabemos, vemos y oímos con frecuencia lo siguiente: a) dirigentes del chavismo expresar que aún de perder las elecciones no entregarán el poder, b) a las FANB custodiando las urnas electorales, vigilando el proceso de votación y por otro lado confesarse seguidores del proceso revolucionario del chavismo, c) al CNE totalmente sumiso al chavismo, d) un registro electoral contaminado con irregularidades de todo tipo, e) uso de recursos financieros de la república así como el uso propiedades del Estado, para ayudar en la campaña del candidato del gobierno, f) uso indiscriminado por el gobierno de los medios de comunicación del Estado, para la publicidad y promoción del candidato del gobierno, etc.

Con visiones políticas tan encontradas como la revolucionaria del chavismo y la democrática de la oposición, es fundamental para la nación que exista total imparcialidad y transparencia en las elecciones presidenciales, para que sea el pueblo quién elija libremente y sin presiones, el tipo de gobierno y país que prefiere. No negamos que existan minorías de venezolanos que prefieran a militares y a dictadores como gobernantes. Allá ellos con su conciencia.

Lo que se cuestiona es el hecho de éstas minorías pretendan inducir con trampas y sobornos a venezolanos, para que voten a favor de una propuesta totalitaria, que además de ir en contra del espíritu democrático de las mayorías venezolanas, quienes prefieren vivir en libertad, justicia y progreso; abusan descaradamente del poder para imponerse, lo cual es inaceptable. 

EL ESENCIA DEL PROBLEMA

Han sido 14 años de duros de enfrentamientos políticos, plenos de: controversias, abusos de poder, violaciones a la constitución, persecuciones políticas, malversación de fondos,  violaciones a los derechos humanos, persecuciones a medios de comunicación privados, expropiaciones arbitrarias, debilitamiento aparato productivo, endeudamientos innecesarios, fallas en servicios básicos, debilitamiento de PDVSA, impunidad ante la corrupción y el crimen, politización Fuerza Armada, desabastecimientos, economía de puertos; y peor aún, una sociedad resentida, fragmentada y polarizada entre chavistas y opositores que se odian.

El innegable el propósito humano chavista, de reconocer y ayudar al pueblo más necesitado. Sin embargo, es errado hacerlo, violando la constitución y las leyes que ellos mismos establecieron, utilizando políticas públicas demagógicas y populistas erróneas; que propiciaron el cuadro negativo señalado arriba; lo que significa, que los logros sociales obtenidos, han sido en base a un costo excesivamente alto. Entre otras cosas, han comprometido severamente la economía del país a niveles tan graves, que el nuevo gobierno que se elija, tendrá que resolverlos con urgencia, antes de se conviertan en una debacle económica nacional, no obstante los altos ingresos petroleros, que afortunadamente todavía recibe la nación. 

Las recientes declaraciones envalentonadas y desafiantes de los lideres chavistas de honrar al presidente Hugo Chávez, profundizando en el socialismo e ignorando los graves problemas económicos de: desempleo, inflación,  escasez de alimentos, pérdida de capacidad adquisitiva, colapso de las infraestructuras (vial, industrial, y suministro servicios básicos), escasez de viviendas, inseguridad ciudadana, pagos y servicios a la inmensa deuda que agobia a la nación; parecieran indicar que, de ganar el chavismo las elecciones presidenciales estarían dispuestos a continuar con el CAOS, en el cual seguimos inmersos.

Ante esta posibilidad real, nos preguntamos: ¿Hasta cuándo resistirá pasivamente el pueblo marginado, excluido,  perseguido, odiado y atropellado de los sectores opositores? ¿Piensa el chavismo que podrá continuar aplicando libremente y sin consecuencias, esta estrategia de odios y enfrentamientos, negando la existencia del otro? ¿Cuándo y cómo, piensa el chavismo dedicarse al crecimiento económico de la nación? ¿Está dispuesto el chavismo a propiciar una guerra civil entre hermanos, para mantenerse en el poder? ¿Será la muerte del presidente Hugo Chávez, la única e irónica oportunidad, para lograr una reconciliación nacional?