Panamá, un país
pujante y gran aliado de la democracia
Guillermo A. Zurga.
La República de Panamá, un pequeño
país en población y extensión, con extraordinaria ubicación geográfica e importancia
política y económica supremas. Así definiría yo a ese interesante país.
La primera y no menos importante
de las razones de mi interés en panamá, es debido a ese trecho de canal abierto
a pico y pala, con sudor y sangre, con titánicos esfuerzos, y enormes inversiones, entre los grandes océanos pacífico y
atlántico.
Durante su construcción hubo,
epidemias, muertes, pugnas políticas, legales y económicas, entre otras, por
diferentes actores. Esta vía artificial,
ha facilitado la navegación marítima, acortando distancias entre continentes,
en beneficio de la humanidad y de las grandes economías del mundo.
También me ha interesado Panamá
por el sonado caso del ex dictador y narcotraficante Manuel Noriega, cuya
captura por el gobierno de los EE.UU., fue espectacular y controversial, y ha
dejado una estela de interpretaciones y opiniones encontradas, que han tenido
larga cobertura internacional, que incluso, han seguido hasta el presente.
Un rasgo importante de la Panamá
de hoy, es la estabilidad democrática que se está produciendo en esa nación,
debido a la política exterior del presidente del actual gobierno, Ricardo
Martinelli, quién ha dejado bien claramente establecido que es un demócrata a
carta cabal; lo cual es sumamente importante para la región, dadas las
ambiciones expansionistas de los propulsores del comunismo, empreñados en
penetrar activamente en Centro América.
Los indicadores sobre la economía
de Panamá son positivos y optimistas, lo cual se evidencia en el siguiente informe
tomado de la CEPAL, cito SIC: “En 2010 se espera que la economía panameña se
expanda un 6,5%, impulsada principalmente por la actividad interna, continuando
así la tendencia de altas tasas de crecimiento que han caracterizado al país en
los últimos años y que fue interrumpida momentáneamente en 2009, año en que la
tasa de crecimiento finalizó en 2,4% debido a la crisis financiera
internacional.
Se estima que el sector público
no financiero registre un ligero superávit equivalente a 1% del producto
interno bruto (PIB), frente a un 1% de déficit en 2009 a causa de una mejora
sustancial en la capacidad de recaudación fiscal, el incremento del Impuesto de
Transferencia de Bienes Corporales Muebles y la Prestación de Servicios (ITBMS)
a partir de julio de 2010, y el mayor nivel de actividad económica.
La cuenta corriente registró un
déficit de 1.336,7 millones de dólares a junio de 2010, representando un 5,6%
del PIB. La tasa de inflación a octubre de 2010 llegó a un 4,1%, comparada con
igual mes del año previo, y la de desocupación a un 6,5% a agosto de 2010, lo
que representa una ligera reducción de 0,1 puntos porcentuales con respecto al
mismo mes del año anterior.
El modelo económico neo liberal
impuesto durante la década de 1990, ha permitido al país ser de los más globalizados de América
Latina durante varios años. Es una economía totalmente dolarizada y sin banco
central. La política económica de Panamá se basa en el sector terciario, siendo
uno de los países más precoces en utilizar esta política. Este sector
representa el 75% de su producto interno bruto, sin embargo ha existido un
aumento significativo del sector industrial y de construcción. Su moneda
oficial es el Balboa, el cual es equivalente al dólar estadounidense que
circula legalmente en todo su territorio desde (1904). Fin de la cita.
Los sectores de agricultura,
pesca, comunicaciones, bienes raíces y transporte son los que en resumen,
avalan y contribuyen con este milagroso y sostenido crecimiento económico
panameño, única vía para erradicar la pobreza que tanto ha crecido en el mundo
entero, y la república de Panamá no
escapa de ese flagelo.
Panamá y Costa Rica son parte de
las naciones latinoamericanas hermanas, que cada día que pasa, se arraigan más
en el corazón de los venezolanos con sensibilidad y conciencia democrática,
dado que en las dificultades políticas que ocurren en Venezuela a causa de
caudillos y dictadores, eventuales, han representado ventanas de libertad donde
son recibidos espontanea y abiertamente con cariño por ambas democracias.
Sirva pues, este humilde escrito
como un reconocimiento a título personal, a la República Democrática de Panamá
con méritos propios inobjetables, que la colocan a la vanguardia de las mejores
naciones latinoamericanas, por su indiscutible crecimiento económico y su
espíritu democrático y humano, que la coloca entre las naciones abanderadas de
las libertades, apego a la justicia y
respeto a los derechos humanos. Fin.
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