La moral del presidente Hugo Chávez
Guillermo A. Zurga, viernes 4 de junio de 2010.
La expresión destemplada e insólita del presidente Hugo Chávez, de retar públicamente en cadena por radio y TV, al doctor Lorenzo Mendoza presidente de Empresas Polar, utilizando la siguiente frase: “Mendoza, vamos a ver quién puede más, tu dinero o mi moral”; parece ser un desafío de extrema desesperación por parte del presidente venezolano. Esto, porque haga lo que haga, el presidente tiene “moralmente” perdido este conflicto desde el mismo momento en que lo inicio, dado que no existe una trasgresión legal por parte del doctor Lorenzo Mendoza, que le permita al presidente Hugo Chávez salir airoso de esta inducida confrontación, la cual debería calificarse como una persecución personal caprichosa y/o ideológica.
Todo el dinero que pueda tener el doctor Lorenzo Mendoza, sumado al de sus allegados no podrá jamás impedir que el presidente venezolano cumpla con sus anunciadas amenazas. Y no será precisamente debido a su moral, que podría destruir a las Empresas Polar pertenecientes al contendor escogido tiránicamente. Precisamente, una de las grandes fallas que presenta el presidente venezolano, es el de su dudosa y entredicha moral. Veamos:
Una persona con elevada moral no: a) odia, ofende e irrespeta a los demás, porque le critican, b) incumple sus promesas ni miente reiteradamente, d) maldice ni mancilla a todo el que no le gusta ni tolera, e) amenaza abusiva y reiteradamente a cuanta persona disiente de sus acciones, f) usa irracionalmente el poder que se ha birlado, para dañar arbitrariamente a sus opositores, g) mal utiliza los dineros que el pueblo le encomendó para que los utilizase en beneficio de la nación y sus habitantes, h) regala dinero perteneciente al fisco nacional, a otros gobernantes y países, para beneficiarse política y personalmente de esas dádivas, i) cambia en mitad de su mandato, el programa original de gobierno que ofreció, por otro programa radical rechazado hasta por la misma población que lo eligió, j) viola reiteradamente la constitución de la república para eternizarse en el poder, k) le quita, con argucias y a la fuerza, las propiedades legítimas a los venezolanos que las poseen, l) permite pasivamente la corrupción galopante que existe en el país, m) alienta y aplaude al Contralor por las inhabilitaciones que produce a sus enemigos políticos para que no participen en elecciones, como forma aberrante de lucha política, n) intenta destruir al capitalismo como sistema económico preferido por los venezolanos para imponer a la fuerza un socialismo/comunismo fracasado mundialmente, ñ) entrega abusivamente el país a los cubanos e iraníes, s) defiende ni apoya a terroristas, ni se asocia a presidentes de dudosa moralidad y conducta anti democrática.
Finalmente presidente, no puede usted alegremente vanagloriarse de su elevada moral, ya que no es ni nunca será código de buena moralidad, el hecho de utilizar a niños y adolecentes armados en sus campañas políticas como lo ha hecho y están haciendo usted y su régimen pro comunista en Venezuela.
Si en lugar de esconderse detrás a su dudosa moral, se hubiese usted referido a su maldad, poder militar y político, para derrotar al doctor Lorenzo Mendoza, quizás tendría razón de afirmar, que destruirá a Empresas Polar y arruinará a sus propietarios, cuando así lo decida. Eso no lo pondría en dudas ningún venezolano.
Hemos sido testigos de cómo en estos once años de su régimen pro comunista, usted ha destruido valiosas y pujantes empresas, medios de comunicación, organizaciones políticas, e instituciones gubernamentales y privadas; utilizando solo su maldad y el poder militar y político que tiene, donde sus cualidades morales han quedado mal paradas y disminuidas, en estas guerras político-militares libradas contra sectores industriales y civiles honrados e inocentes, que solo piden que se les oiga y se les entienda, para poder trabajar y producir más y mejor.
Presidente, como puede usted darse cuenta, su moral no parece estar tan fuerte y tan elevada como usted y su entorno de aduladores suponen. Si va amenazar de nuevo al doctor Lorenzo Mendoza, un insigne venezolano que ha triunfado a nivel nacional e internacional, y ha mantenido una conducta profesional correcta, exitosa y generosa, hágalo con un argumento más real y una frase más adecuada. Dígale por ejemplo lo siguiente: “Mendoza, vamos a ver quién puede más, tu moral e inteligencia o mi crueldad política y poder militar”. Si lo hubiese dicho de esa manera, los venezolanos entenderíamos mejor sus malas intensiones. Fin.
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