Honduras, ejemplo de dignidad y soberanía
Guillermo A. Zurga, miércoles 9 de junio de 2010.
La decisión del pueblo hondureño de sacar abruptamente del poder al presidente mequetrefe Manuel Zelaya, quién se aprestaba a entregarle la nación al dictador venezolano Hugo Chávez, ha sido un ejemplo de dignidad y soberanía que el mundo democrático entero debe reconocer como legítima y necesaria, dadas las maniobras entreguistas e ilegales de este presidente, quién ya venía sin control y entusiasmado con la idea de modificar la constitución para perpetuarse en el poder, con la ayuda de los petrodólares venezolanos.
El humilde y sabio pueblo hondureño reaccionó a tiempo y se resteo valientemente contra todos los gobiernos y organizaciones internacionales que pretendieron obligarle a aceptar a un presidente inescrupuloso y entreguista, quién pretendía seguirle el juego a un aprendiz de comunista empeñado en destruir al capitalismo y a las democracias latinoamericanas y colocarlas al servicio del dictador cubano Fidel Castro y sus adláteres.
Debemos felicitar y agradecerle al pueblo hondureño, por esa extraordinaria muestra de indiscutible claridad política que expresó, con esa determinación de impedir que Honduras se convirtiese en una nación satélite del comunismo, al igual que lo están los gobiernos de Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, con la vista gorda y complacencia de los gobiernos de Argentina y Brasil.
Afortunadamente, la democracia latinoamericana aún mantiene su esencia y valores como para reaccionar a tiempo, y percatarse de que estaba cayendo en el juego del eje de la maldad comunista latinoamericana. Gobiernos de países como EE.UU., Méjico, Costa Rica, Perú, Colombia, Panamá, Israel y Canadá, entre otros pocos países, visualizaron, entendieron y alertaron tempranamente a la comunidad sobre las razones de las instituciones democráticas de Honduras para actuar como lo hicieron, e iniciaron maniobras políticas de rectificación, que terminaron dando la razón al pueblo hondureño.
La aguda crisis hondureña se está resolviendo pacífica y democráticamente y se espera que pronto Honduras con su nuevo gobierno, vuelva a ser reinsertada en la Organización de Estados Americanos (OEA), a pesar de la resistencia absurda que han ofrecido los gobiernos de países como Brasil, Argentina, Venezuela, Bolivia y Ecuador. Estos mismos países, ahora pretenden condenar a EE.UU., de intervencionista en las políticas de los países de la región, porque precisamente el país del norte rectificó a tiempo y tomó la iniciativa de evitar el aislamiento económico y político de Honduras en la región, tal como lo pretendían éstos.
Gracias a la firme e inobjetable posición moral y política de Honduras, la Organización de Estados Americanos, rectifica y pareciera que retoma su liderazgo en la región, el cual se creía que perdía inexorablemente, por no haber enfrentado tempranamente la amenaza y el peligro que representan los dictadores Fidel Castro y su homologo venezolano Hugo Chávez para el progreso, justicia y libertades en Latinoamérica. Saludos y bendiciones a los amigos hondureños. Fin.