La unión, armonía y la sinergia en la disidencia.
Guillermo A. Zurga, 25 de julio de 2008.
Para derrotar políticamente a un adversario poderoso, manipulador e inescrupuloso, es “indispensable” conjugar la unión, la armonía y la sinergia, entre las fuerzas disidentes. Sobre eso no debería existir la más mínima duda. Eso lo saben perfectamente bien los factores políticos disidentes u opositores al gobierno venezolano actual, convertido en una tiranía populista y demagoga. En consecuencia, para actuar con éxito, estos objetivos deberían lograrse espontáneamente con el concurso de la sociedad civil o pueblo organizado.
Sin embargo, es un hecho, que se ha hecho muy difícil lograr la unión, la armonía y la sinergia. Es natural que esto suceda, ya que en una sociedad libre y pluralista, convivimos en un sub mundo muy heterogéneo de: a) diversas ideologías políticas y económicas; b) diferentes niveles de educación, cultura, ética, religión y valores humanos; c) clases sociales y posiciones económicas encontradas; d) variados intereses y ambiciones partidistas, grupales y personales.
Gracias a Dios de que sea así. Eso de un mundo donde todos seamos iguales y semejantes es una gran utopía del socialismo-comunismo, que ya muy poca gente cree y defiende. Quizás lo único que une a esta masa inmensa de venezolanos disidentes, es su vocación democrática, de justicia y deseos de libertad, progreso y crecimiento personal y colectivo; totalmente negados por el actual régimen, y donde todos sin excepción estamos siendo afectados en una u otra forma.
Entiendo que es difícil que exista unidad, armonía y sinergia en un conglomerado tan heterogéneo como el delineado. No obstante, debemos intentarlo, ya que no hay alternativa. He agregado al titulo del escrito, las palabras armonía y sinergia, dado que según lo entiendo, pudiera lograrse la unión, sin armonía y sin sinergia; con la cual no llegaríamos muy lejos. Pienso que la armonía y la sinergia son extras necesarios para el triunfo abrumador y total, cuando además de unidos, nos damos por completo a una causa y nos comprometemos con ella con pasión, ímpetu y fe, aún cuando en ella se nos vaya la vida. Ese convencimiento, multiplica los esfuerzos individuales y los hace más efectivos y multiplicadores en lo colectivo.
Dentro de la disidencia están sucediendo eventos interesantes que contribuyen con la unión, la armonía y la sinergia, que debemos aplaudir; muchos de los cuales nos llenan de esperanzas. Algunos líderes se han identificado con esta causa, haciendo sacrificios personales en favor de otros con mayores posibilidades de triunfo. No obstante, ese es un desprendimiento personal insuficiente, que debe originarse no solo a nivel individual, sino más bien a nivel de la alta dirigencia, y del colectivo de los partidos políticos, quienes deben dar el ejemplo con sus posiciones y conductas.
En pro de la unidad, no señalaré partidos, eventos, ni decisiones, con las que es obvio, que las masas en esas regiones están en abierto desacuerdo; razón por la que se corre el riesgo de perder alcaldías y gobernaciones “claves”. Esto, por posiciones soberbias o insensatas de algunos partidos de la disidencia, de mantener a candidatos impopulares sin opciones de triunfo en ellas. A escasas semanas de la fecha límite de inscripciones, como un ciudadano de a pié, hago un llamado a esos partidos políticos, para que recapaciten y rectifiquen. El pueblo se los agradecería.
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