Siendo la OEA, el organismo del
continente americano, que cuida y vigila al sistema político democrático
establecido libremente, sin coacción alguna en la región; y a sabiendas de que
existen problemas álgidos, resumidos más abajo; que deberían resolverse de una
vez por todas, so pena de desintegrarnos como continente, sería pertinente, que
la OEA, tome la iniciativa y haga algo al respecto. Pareciera ser una
extravagancia, los que voy a proponer, pero creo vale la pena intentarlo.
Que la OEA promueva entre los países
americanos, la realización de una serie de eventos, entre los miembros del organismo,
que se dediquen a revisar abiertamente las relaciones hemisféricas y problemas álgidos
existentes en la región, en una convención general, con la presencia de los
presidentes de los respectivos países que la conforman, y en presencia de asesores
especializados en las diferentes materias a tratar, con el objeto de dar sugerencias
y soluciones correctivas. A saber:
- Corrupción y criminalidad desbordada, con mucha impunidad en la mayoría de las naciones latinas.
- Diferencia abismal entre los logros de EE.UU. y los de Latinoamérica en la mayoría de los sectores de la vida cotidiana.
- Excesiva actividad del narco tráfico, que evita el cultivo sano de las tierras, para producir alimentos e ingresos económico para el país, con el argumento de que este es el mejor negocio del mundo.
- Exceso de populismo, demagogia y tendencia marcada del rentismo, en Latinoamérica, que contribuye y evitar la sustentación plena de la economía en estos países.
- La justificación de este inédito tipo de evento, sería el de: contribuir, mejorar, corregir y eliminar tendencias negativas en la región; para el logro mejoras y soluciones en lo: político, económico, social, moral, cultural; y asegurar un futuro próspero y armoniosos de las naciones americanas.
- Leyes de inmigración en todo el continente.
- Odio desmesurado latinoamericano contra los EE.UU., sin justificación ni razón alguna.
- Supuesto antirracismo de los EE.UU. contra latinoamericanos.
- Tendencia a debilitar el sistema democrático, por políticos aventureros marxistas leninistas.
- Tendencia de excesiva de migración latinoamericana, hacia los EE.UU. por falta de oportunidades en sus propios países.
- Tendencia de gobiernos latinoamericanos, a sumergirse en el negocio del narcotráfico, con el doble propósito de hacer negocio y daño a la sociedad norteamericana y de países europeos.
- Tendencia latinoamericana a cambiar alegremente las constituciones de sus respectivos países para extender los periodos gubernamentales.
Existen muchas diferencias y ambigüedades
en América, que solo los americanos debemos y podemos dilucidar y corregir. Pienso,
que ningún otro continente presenta las diferencias extremas tan marcadas que
tenemos entre. EE.UU. y Canadá, las naciones más desarrolladas de la región, y
las naciones latinoamericanas, donde existe mucho más, pobreza, criminalidad, corrupción,
hambre; y retrasos extremos en desarrollo global, (tecnología, educación, salud
y modernidad), que deberían ser revisados y mejorados al menos.
De continuar las tendencias negativas
actuales, no es de extrañar que se presenten conflictos políticos y sociales más
agudos que los de hoy día, que pudieran llevarnos a guerras locales, que
supuestamente se han exterminado. Se entiende,
que la viabilidad de enfrentar estos retos en una convención global, posiblemente
encontraría resistencia de algunos países. No obstante, se trata de buscar premisas
y soluciones que beneficien el crecimiento en toda la región y que contribuyan
con mejorar las relaciones entre los países que la conforman, así como recibir valiosa
tutoría de los más desarrollados, en beneficio de los más necesitados. Los
latinoamericanos, en lugar de pretender ser víctimas de los gringos, debemos aceptar
con humildad, que nuestro hermano mayor, los EE.UU., puede contribuir con
nosotros, en una mejor relación armoniosa, respetuosa y justa ganar-ganar. Si
con esta revisión global, se logran acortar las diferencias en crecimiento y satisfacción
entre naciones, en el tiempo, se habría logrado un enorme objetivo general. ¡OEA, medítenlo!