Según
se nuestra en el artículo 227 indicado abajo, de nuestra constitución, la
exigencia para ser Presidente de Venezuela es bastante sencilla y tolerante,
según se puede apreciar.
Artículo 227. ° Para
ser elegido Presidente de la República o elegida Presidenta de la República se
requiere ser venezolano o venezolana por nacimiento, no poseer otra
nacionalidad, ser mayor de treinta años, de estado seglar y no estar sometido o
sometida a condena mediante sentencia definitivamente firme y cumplir con los demás
requisitos establecidos en esta Constitución.
O sea, cualquier venezolano por nacimiento, mayor de 30 años, en
estado seglar y que no esté sometido a condena definitiva por algún crimen,
puede ser presidente. Según la interpretación que le doy al artículo, si el
aspirante fue sometido en el pasado a condena mediante sentencia definitiva,
puede ser candidato a Presidente de la República. Igualmente, éste puede ser: pedófilo, analfabeta, inculto, drogadicto, mafioso, pandillero,
encapuchado, terrorista u tener algún defecto físico o mental que le impida
ejercer el cargo de Presidente a cabalidad.
Claro que estoy exagerando al señalar lo anterior; pero cruda e
innegablemente, existe esta posibilidad. No obstante, la sociedad venezolana pudiera
“filtrar” que lo anteriormente señalado suceda. Para eso existen filtros
“invisibles u ocultos” en la constitución y leyes que lo impedirían. Los
partidos políticos, los gremios, las asociaciones, los institutos
educacionales, los medios, y la opinión nacional, de alguna forma razonable, evitarían
que un venezolano “diferente” o con pasado dudoso al señalado en la
constitución, llegue a la presidencia de la República.
No obstante, en la realidad se han tenido experiencias internacionales
de candidatos que durante la campaña presidencial o luego de ser electos, han
tenido que dar explicaciones de su supuesta violación al código legal y moral
impuesto por la sociedad para ser presidente de una República. Tal es el caso
de Barack Obama, a quién cuestionaron seriamente por no ser norteamericano por
nacimiento, y éste tuvo que publicar su partida de nacimiento para demostrar lo
contrario.
Otra situación incómoda fue la que vivieron los republicanos
norteamericanos, con la candidata y gobernadora de Alaska, Sarah Palin a vicepresidente
del candidato John McCain por la supina ignorancia en conocimientos en economía
y en relaciones internacionales que exhibió durante la campaña electoral, las
cuales fueron toleradas en algo debido a
su simpatía personal. Esto, seguramente le costó el triunfo a John McCain en
tales elecciones presidenciales.
En Latinoamérica, la experiencia vivida por Ecuador con la expulsión
legal por “incapacidad mental” del
presidente Abdalá Bucaram Ortiz fue muy evidente por sus excentricidades.
Dado que difícilmente, la constitución se pueda ajustar para ser algo
más exigentes con los requisitos para aspirar a la presidencia de la República,
sin que al que lo proponga lo tilden de fascista o ultra derechista, queda bajo
la responsabilidad de la sociedad venezolana, ingeniárselas para que jamás
vuelva a llegar a la presidencia, un “venezolano” incompetente, como el que
actualmente tenemos en la presidencia, quién tiene graves deficiencias
oratorias y de conocimiento del idioma español, a tal punto, que se ha
convertido en el hazmerreir del país.